miércoles, 5 de abril de 2023

Inicio del camino de una mariquita Sissy 4

 

AUTORA: Nati

 

Miércoles, dos de la tarde. Estás en tu habitación en silencio persianas echadas y cortinas corridas, estás totalmente a oscuras, tendido desnudo en la cama o hueles a sudor y a mas cosas, aún no te has lavado y llevas en la cama sin salir de ahí desde el domingo, ese domingo. Recuerdas como mantuviste el tipo, la adrenalina y la excitación te tenían a mil cuando llegaste a casa, él te llevaba sin bragas y con esa faldita por el portal, te agarraba por el culo sin ningún disimulo y dabas gracias a Dios de que fueran las horas que eran, sólo de imaginar que hubieran dicho los vecinos de verte como ibas hubiera sido difícil de gestionar. Él te dio un sonoro y corto beso y te dio un azote diciendo, te llamaré putita. Cerraste la puerta en silencio. En ese instante cuando escuchas sus pasos alejarse de tu portal respiras como si te faltara el aire, y tienes un ataque de histeria incontrolada, lloras y maldices... que he hecho, que he hecho no paras de repetirte, te quitas esa ropa como si llevara veneno lacerante para la piel, te arrancaste las medias que te había dado y te quedaste desnudo e intentaste hasta dolerte quitarte el maldito aparato de castidad, pero no pudiste, la manera de abrirlo era llamarlo a él y no podías, no te atrevías. Como siempre de manera mecánica dejaste tu teléfono móvil sobre la mesa del comedor, el cuerpo te pedía romperlo en mil pedazos, pero recapacitaste... necesitas ese teléfono; no sólo está él, también tu trabajo y tus amigos... pero que amigos hace casi dos meses que toda tu vida social ha sufrido un vuelco de 180 grados. 

 

Y entonces lloras, lloras de vergüenza, lloras de rabia y lloras de pena por ese chico que no ligaba y que ahora ya no sabes quien es. Lloras porque en tu mente sólo esta él y su inmensa polla de macho, lloras porque ni en tus sueños mas surrealistas podías imaginar desnudarte delante de cinco o seis viejos en un bar de carretera , ponerte una falda y encima mamarle la polla a un tío como una puta sumisa que ademas lo disfruta... y en público. Lo que mas te aterra y más culpabilidad te hace sentir es que encima te excita, te gusta y empiezas a desearlo sin saber muy bien por qué, tu no eres así intentas decirte, pero tu cabeza dice que tu siempre fuiste así, unicamente te mentías a tí mismo. Te echaste en la cama de tu oscura y solitaria habitación y desde entonces no has parado de llorar, hoy miércoles ya no te quedan lágrimas. Recuerdas que tu teléfono ha sonado repetidas veces desde el domingo, pero no saliste de la habitación... y hoy tampoco saldrás, te quedaras deprimido ahí tendido con la única compañía del aparato de castidad unido a tu polla raquítica, fina minúscula e inútil.

 

 

Jueves diez y media de la mañana. Te levantas cansado de sentir asco y pena por ti mismo y decides que tienes que vivir con lo ocurrido, lo que no sabes es que en tu interior el camino sigue hacia delante y has iniciado un camino que no podrás desandar. Pero hoy decides limpiar la casa y mantenerte ocupado, a fin de cuentas estás de vacaciones. Ves la falda y la camiseta tiradas en el suelo y pones la lavadora, mientras tanto desayunas, estas totalmente desnudo, estas en casa quien va a verte, bueno casi desnudo, al única parte tapada es tu minipolla encerrada en ese aparato de castidad. Te fijas en todas las llamadas perdidas en tu teléfono, solo una persona ha llamado repetidamente durante días: Él. En este momento al ver las llamadas perdidas, te avergüenzas, te sientes culpable... pero cada vez te pasa más que eso va transformándose en lujuria en deseo y en excitación y eso te enfada, como puede ser, solo llevas conociendo, cuanto,¿mes y medio, dos meses? Y os habéis visto cuanto, ¿dos veces?. Recapitulas obstinadamente diciendo ¡dos veces, dos!. Pero no, han sido muchas más tu cabeza trata de autoconvencerte pero sabes que no es así. Y decides relajarte, te vas tu portátil y abres para ir directamente al porno, ya ni siquiera miras los e-mails o la prensa... y ni siquiera porno o porno gay, ya n te pone, necesitas ver a esos hombres sometidos por sus machos mientras están vestidos y transformados en hembras, mujeres como tu... y te repites como yo no, triste e ingenuo auto engaño... . Y claro en ese instante te excitas, pero quieres tocarte y no puedes,, tu raquitica polla esta encerrada y no puedes y te enfadas y te levantas y caminas airado por la casa. Lo peor es que sin querer ni ser consciente de ello, tus rabietas no van acompañadas de maldiciones ni tono masculino, lloras medio chillas mueves los brazos te pones en jarras como esas “mujeres” de esos vídeos.

 

Mientras das paseos de frustración te detienes en el espejo de de cuerpo completo que tienes en tu habitación. Te miras fijamente, pero no sabes que es lo que ves, ahí no esta ese chico frustrado de hace dos meses, ves un chico muy lánguido y depilado... y dices no... mas parece una mujercita. Te sientes culpable... y a la vez te excitas, estás recordando ese maldito domingo en el bar oscuro aquel, no puedes masturbarte, de hecho llevas días sin tocarte, no puedes. Pero de pronto recuerdas el placer intenso que te produjo cuando él te toco tu ano con un dedo, lo pasaba alrededor del ano y gemiste de placer. Te sientas en el suelo y tratas de hacer lo mismo... no sientes nada no te da nada vas a levantarte y dejarlo y entonces recuerdas como le chupaste sus dedos hasta metértelos hasta el fondo. Te chupas un dedo... dos... y si, entonces eso te excita, te excita la idea de chupar, y te avergüenzas pero no puedes parar, y en un acto de auto control paras cuando te ves en el espejo, pero lejos de sentirte culpable, te excitas y te abres de piernas sentado en el suelo y pasas el dedo por tu ano y entonces si... notas ese placer intenso y gimes con sonidos totalmente femeninos, amariconados. Estas avergonzado pero ya empieza a no importarte, te has degradado tanto que crees que ya no puedes llegar mas abajo, craso error. Y sin llegar a meterlos empiezas a notar que tu ano respira, se abre se cierra y se relaja mientras que tu pene esta flácido, muerto dentro de esa jaulita. Y cuando crees que llegas al clímax.... de pronto suena el timbre de la puerta de casa de manera violenta y eso te devuelve a la realidad,, te paras unos segundos: sea quien sea ya se irá. Y sigues tocándote, y tienes que morderte los labios para aguantar los gemidos que te salen sin controlarlos... y toca el timbre y la puerta y escuchas: ¡abre maldita golfa o gritare tan fuerte que todos sabrán que eres!. 

 

Esto de pronto te devuelve a la realidad y entonces te levantas a toda prisa diciendo,: ya voy espera. Intentas ordenar como puedes la casa y te pones una bata fina que guardas en el armario.Abres la puerta y ahí esta, macho, viril y con cara de pocos amigos: Donde has estado, donde te has metido marica, que ha pasado con tu teléfono es que no me descuelgas el teléfono o que, cuando yo llamo tu me coges el teléfono, cuando yo te llame tu me atiendes, ¿queda claro?. No me he sentido bien estos días, alegas. He necesitado estar a solas.... perdoname... . Y eso que tiene que ver, tu tienes que atenderme, o ya olvidaste lo que me dijiste, que harías lo que yo te pidiera, todo lo que yo te pidiera!`, repite con más énfasis. Tu suavizas tus gestos y bajas la cabeza en señal de sumisión y repites: perdoname, no volverá a ocurrir, si te quedaba un atisbo de resistencia, acababa de hacerse añicos. Él te mira expectante, como si esperara algo y tu que inconscientemente empiezas a entender ese lenguaje corporal le tomas, la mano y lo llevas al sofá del comedor, lo sientas y en vez de sentarte a su lado te pones en el suelo a sus pies, te abres un poco la bata y dejas un hombro al descubierto como por descuido. El te mira todavía hosco pero se va calmando mientras tu mano acaricia su pierna y le miras con ciega adoración. El viendo tu sumisión que es palpable se siente seguro y se ve aun mucho mas viril que otros días. 

 

Te mira satisfecho y dominante y dice de pronto: te llamaba todos estos días, porque como te portas como una buena hembra, quería, regalarte cosas, pero parece que no se os puede tratar con cariño, tu agachas la cabeza más sumisamente y dices casi de manera queda: perdoname cari....y le acaricias su polla por encima del pantalón y el te mira afirmativamente y satisfecho de tu reacción, mientras tu dices: ¿regalos? Que regalos. El te mira una vez mas y te pasa una de sus bolsas y te dice, como te quedaste sin ese tanga te he comprado ropa... cuando miras la bolsa ves media docena de tangas todos muy pequeños. Desde ahora quiero que sólo uses estas prendas o no uses nada, continuó. Pero, ¿y el aparato? Replicaste. No seas tonta putita, sabes que es pequeño todo ahí seguro que puedes meterlo todo y te sonrió con desprecio... ya ni te sorprendía ni te molestaba. Debajo encontraste seis minifaldas, cuatro o cinco tops y blusas, unos de tirantes y las blusas de transparencias, y al fon del todo mas medias y una caja. Las medias, lo podías entender pero ¿el resto?, ¿qué pretendía de él?, lle miraste desde el suelo dubitativa y el te observo con malicia y dijo: no pretenderás usar una única falda toda la vida., y te sentiste verdaderamente inferior, te estaba arrebatando minuto a minuto la poca hombría que aun eras capaz de conservar, si es que quedaba algo. 

 

Añadió con una voz autoritaria: esto es lo que debes usar a partir de ahora y esos zapatos de la caja, como no sabes andar con tacones... primero un tacón bajo, ya iremos subiendo y se rió a carcajadas, tu no reías, sino mas bien te avergonzabas, pero lo aceptabas, en tu fuero interno lo deseabas aunque te sintieras culpable. Y entonces se metió la mano en la americana y se saco un smartphone nuevo y te dijo: toma eso es para ti. Ya tengo un móvil, respondiste, y añadió de pronto en un tono despectivo y autoritario: este va a ser tu teléfono desde hoy y sólo este, lo que hagas con el otro me da igual, apagalo o tiralo, solo tendrás este teléfono y solo a mi en el mismo,¿estamos? Te quiero siempre disponible para mi, para mi, ¿entiendes?. Tu quisiste replicar, pero te silencio con un gesto de poder uy autoridad en su mirada. Y dijiste: como tu quieras cari., eso esta mejor, al mirarlo tenia una foto de fondo de su inmensa polla, y su numero de teléfono solamente, ponía: mi hombre. Te levantaste para guardar todo y dijo de pronto: donde vas. Frenaste en seco y dijiste a guardar la ropa y el añadí, porque no te pones algo para mi, venga...¿aquí? Respondiste. Si claro aquí, nadie te ve... aun. Y sumisamente te quitaste la bata y dijo de pronto: mirate, casta y marica.... como debe ser. Te pusiste unas medias de rejilla un tanga azul marino y un top ceñido de tirantes. Te miraste de soslayo en el espejo del comedor y te sentiste marica, una nena marica... tu hombría la oías respirar con dificultad... moría ante tus ojos, lo peor era que te estabas excitando y mucho, el te estaba haciendo un vídeo y decía: mirate... más hembra no puedes ser ¿eh putita? ¿O si?. Recordaste lo que paso hace una hora o así cuando te masturbabas tu culo de golfa delante de un espejo y te sentiste bien y mal, querías comer polla no podías pensar en otra cosa. Y a la vez te asqueabas de ti misma...¿de mi misma? Seraá de mi mismo?, Tuviste que hacer un esfuerzo titanio para aguantarte el intenso placer de tu minipolla encerrada que pedía a gritos que la tocaras. Pero le miraste a él nerviosa y dijiste quedamente: mi hombre, y el dijo de pronto... ¿que nenita? No nada, dijiste de pronto. Y te dijo venga que nos vamos, a dar una vuelta... y dijiste ¿pero voy a salir así a esta hora?, por supuesto, no te lleves a engaño eres lo que eres golfa. Saliste esta vez sí, delante de todos los vecinos que te miraban con los ojos muy abiertos entre sonrisas despectivas y desaprobación, él te llevaba del culo para que todos vieran lo que eras realmente, a estas alturas ya no importaba, él te dominaba completamente aunque aun no lo hubieras asumido oficialmente.

 

Montada en el coche con tenías tu mano en su polla, la acariciabas firmemente y nada de timidez. Él te miraba con aire de aprobación y con la autoridad que le confería ser un hombre de verdad, un macho alfa. Día adía iba siendo más palpable este hecho... este y que tu jamas serías como él, tu no eras un hombre de verdad y mucho menos un macho alfa. Tu eras inferior, una broma que gasta la naturaleza, eras una burda imitación de una mujer y una mentira con un pene inservible, eras eso, una marica, una hembra... su hembra, esta dura realidad iba siendo cada día y cada minuto mas patenta mas incontestable, y te decías a ti misma que siendo así serias feliz, siendo así no fracasarías más... ni siquiera te molestaba ya referirte a ti n¡misma en femenino y en tono de desprecio como hombre. Habías sido un largo camino pero empezabas a recorrerlo de la manera correcta o eso pensabas... triste ingenua, aún no sabías lo que pasaba, tu punto de no retorno se acercaba inexorable y sin frenos.

 

Dobló por el cruce de la autopista y entro en la conocida carretera comarcal antigua. De nuevo y a la hora habitual de la tarde noche estaba frente a ese bar discoteca con esos neones rotos y mal iluminados, y ese olor a rancia decadencia que dan estos locales olvidados. Él salió de su coche y le abrió la puerta a ella, la agarro fuertemente de su redondo trasero y se introdujeron en el local. Por dentro, como siempre olía a viejo, viejo local y viejos y ajados clientes con caras de vicio y alcohol. El barman esta vez sí, les mir´con sumo interés y dijo: ¿lo de siempre?, mi hombre dijo: si lo de siempre Juan. Hoy había mas clientes de lo haitual, tal vez dos o tres más. Tu hombre empezó a sobarte el culo a la vista de todos y tu ya golfa y sumisa, te arrimaste a el y empezaste a frotar tu culo con su enorme polla que estaba aún en el pantalón. Por un momento miraste tu reflejo en un espejo oscurecido y sucio pop el tiempo, ya no conocías a ese reflejo, no era el chico de hace dos meses y el reflejo desnudo de esta mañana en tu casa. Solo veías una hembra, una marica sumisa y con cara de vicio, con la misma cara de vicio que esos desgraciados mirones del bar... pero te gusta, te odias por ello y a la vez te excita, la puta que hay dentro de ti se está apoderando de lo poco que aun intenta sobrevivir de ese fracasado que hoy sabes que eras realmente. En un momento dado él te da la vuelta y te besa largamente con lujuria, no es un beso es hacerte comer su lengua ante todos mientras con las manos levanta tu falda y te baja las bragas tocándote tu ya desnudo y expuesto culo blanco y suave. Y como ese domingo anterior, la excitación hizo presa de ti y empezaste a acariciar esa polla enorme y viril de tu macho... si te decías, es mi macho. Sabes que todos miran con atención, los ves y sientes sus miradas sucias y de vicio, pero ya no te importa. En un momento dado te separas un poco y le dices: tengo que hacer pis... no dices tengo que mear, eso es de machos, tu dices hacer pis, porque es lo que dicen las mariquitas como tú. Te vas a ir y te agarra del brazo y te recuerda ya sbes donde esta el servicio ¿no?, lo miras sin entender y de pronto dice: pero que tonta eres... tu eres hembra recuérdelo putita. Sonríes nerviosa y ruborizada, pero te vas y cuando pasas entre ellos notas sus erecciones bajo el pantalón, sus miradas de vicio y alguno te toca, te avergüenza , pero ya sólo un poco, es mas excitación sexual y animal. Entras y te sientas en la taza, te bajas las bragas y te miras tu minipolla como deja caer un pis igual de raquítico que tu pollita inútil de marica. Cuando sales, vuelves a verles no te quitan ojo y otro vuelve a sobarte y te dice: ven conmigo y te pago lo que quieras reina.. eso te excita. Cuando llegas, él te espera con una sonrisa muy maligna y la mirada de la certeza de saber que tu le perteneces, eres su putita y ya no tienes mas voluntad que la suya. Te llama y te dice al oído: bajate las bragas puta.... le miras sonriendo como una persona que disfruta, te odias pero te gusta y eso te hace odiarte más y excitarte aún más.. Y si, todos ven tu castidad, tu símbolo de fracaso y de amariconamiento y el te besa como en aquel claro, abriéndote y cerrando las nalgas mientras soba tu culo delante de todos y eso te pone muy suavona muy excitada y posas tu mano sobre su polla y él te detiene. 

 

Mejor vamos a nuestro sitio dice de manera suave sugestiva, tu crees que es el claro. Y salís al aparcamiento y se detiene y dice... aquí, hoy el coche esta justo frente a la puerta y ya no te queda voluntad para resistir y le sacas la polla, porque estás loca por comerse esa polla. Empezó a mamar con ansia le agarraba los huevos, los acariciaba mientras se metía la polla en la boca entera, olía a sudor y orines pero le parecía el mejor sitio del mundo, le miró con lujuria mientras él como siempre la grababa ya no le importaba, se abrió la puerta y allí estaban esos viejos degenerados mirándola mamar una polla como la sumisa marica que en realidad era, si, ella no se daba cuenta, pero estaba siendo emputecida en público y sólo prestaba atención a la mamada estaba totalmente entregada a esa gran polla. Como la otra vez él tuvo un gruñido animal muy gutural diciendo con los dientes apretados... mi puta!. Ella siguió mamando sin dejar caer nada se deleitaba sin darse cuenta de que ya no tenía vuelta atrás, era el viaje de no retorno,... pero que le importaba, una es lo que es y no lo que el mundo decida que seas.

 

El camino de la mariquita sigue inexorable en su viaje hacia la realidad que el destino ha decidido darle. Para ella el viaje ha comenzado, para el chico que había antes de ella, ha terminado, se ha ido casi para siempre

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