viernes, 31 de marzo de 2023

Laia in black 2

 

AUTORA: Laia cd

 

“Es el final”, pensó. “Aquí se acaba todo”.

Los segundos se hacían interminables. Laia ni siquiera era capaz de predecir cuántos habían transcurrido desde que esa monstruosa polla negra se había abierto paso entre sus labios rumbo a su garganta hasta casi asomarse a su estómago.

“Desde luego no se me ocurre forma más placentera de morir”, se consoló. Laia estaba preparándose ya para su destino cuando sintió que un resquicio de aire invadía sus pulmones, al tiempo que esa polla liberaba poco a poco espacio en su garganta.

Totalmente atada y con los ojos vendados, se quedó desorientada. Había vuelto a correrse hacía poco, pero no sabía exactamente cuándo; y permanecía con la boca abierta esperando una nueva embestida.

“Prueba superada”, escuchó antes de oír cerrarse una puerta. Sola, en medio de ninguna parte y cachonda como nunca, repasó lo sucedido en las horas anteriores. Todo había transcurrido muy rápido desde que se despidió de Carol…

Nada más salir de la discoteca fue llevada a un coche. Sus cuatro acompañantes andaban rápido y a ella le costaba seguir su ritmo con los tacones, pero no tenía opción. El coche era caro, de eso estaba segura. Un amplio monovolumen con los cristales tintados al que fue empujada nada más llegar. Se sentó en el asiento trasero mientras los hombres hablaban fuera. Intentó arreglarse el pelo sin éxito. Todavía podía sentir varios chorros de semen en su cara y, golosa, comenzó a recogerlos con los dedos para llevárselos a su boca, mientras escuchaba fragmentos de la conversación.

 

Cómo me convertí en la sissy personal de Pablo 1

 

AUTORA: Nataly Varias

 

Me considero un chico normal, siempre pensé que era heterosexual, sin embargo, también había tenido curiosidad por ciertas cosas, cosas que me causaban morbo, como ver chicos en ropas femeninas interpretando ese papel y siendo penetrados. Simplemente me causa excitación, por lo que en algún momento fantaseaba preguntándome si sería capaz de hacer algo así… ahora no tengo duda.

Una vez mis tíos me prestaron su casa para quedarme mientras cubría un trapajo de verano. En esa casa viven mi prima y su hermano mientras están estudiando, aquella vez me quedé completamente solo en esa casa durante varias semanas, y durante ese tiempo me acechaba un pensamiento muy morboso: el ropero de mi prima. Ella es casi de mi edad, y sabía que tendría que haber ropa ahí ya que no puede llevársela toda a su ciudad natal cada verano, así que pase varios días combatiendo la idea de meterme a su habitación y hurgar. 


Iniciación a Sissy 2

AUTORA: SilkSkin,



Todavía temblaba de camino a casa pensando en lo que había pasado aquella noche...me hice tres pajas con toda la lenceria debajo de la cama seguidas, estaba muy cachondo.

Sonó el despertador y aunque me moría de sueño, miré para poderle contestar a las 11 como me había ordenado, y así estuve 20 minutos con un ''Hola, soy la zorrita que estuvo ayer por la noche'', hasta que fueron y 59 y lo mandé. Tanta tontería para que a el le marcase sólo un tick y encima no estuviese conectado...

Me volví a dormir, y me levanté a las dos de la tarde, aún no lo había leído, y ponía que llevaba mucho tiempo ausente...

A las cuatro menos cuarto vibró el móvil, el corazón me dió un vuelco, como me había pasado durante todo el día cuando me mandaban whatsapps. Rápidamente lo cogí y tenía un mensaje de Jesús:

-''Eres la nena, que ayer nombre como mi nenita, y mi zorrita en la cama''. Dios, mojé las bragas en esé momento al leer aquello..

-''Jejeje, si tu nena''

-''Muy bien, el lunes a la una quedamos, segunda prueba para ser mi zorrita de verdad''

-''tengo clase...''

-''haz pellas, lo que vas a vivir es mejor de lo que hay en cualquier libro...''

-''Si, vale...''-en el fondo nunca las había echo, y tenía cierto miedo''

-''No me hables sin que te hable, excepto una urgencia, y se discreto...''(el sitio donde quedamos no lo pongo por discrección)

-''Si, vale, un besito adios''

-''adios''

Iniciación a Sissy 1

 

AUTORA: SilkSkin

 

Era jueves por la noche, y había quedado con Sara para ir de tiendas antes de que terminasen las rebajas. Pasamos por una conocida tienda de lencería que estaba a punto de cerrar, y liquidaba todo a muy buenos precios. Entré a la fuerza porque cerraban el h&m y quería comprarme unos vaqueros, pero Sara insistió. Al ver aquellos corsets, ligas sujetadores y bragas a esos precios, pensé en que podía hacer realidad lo de comprarme ropita y ponermela a ver que tal me sentía. Con la escusa de un cumpleaños de una amiga inexistente compre unas medias con encaje en la parte superior, un liguero un tanga y un sujetador-corpiño por menos de 20€.

Al llegar a casa, estaba nublado por la idea de ponerme eso, y sentirme una mujer...Antes de acostarme, me hice mis rituales de belleza, tales como darme cremas y demas, y al desnudarme para ponerme el pijama, decidí ponerme el conjunto. No había acertado con la talla de sujetador pero le forcé un poco y cerro bien. Ahí estaba yo, buenísima, siempre creyendo que tenía mal cuerpo, pero aquello me acentuaba mi cintura, mi culo, y mis piernas, que siempre bajo la ropa perdia bastante magia. Pues soy un nene bajito, con mucho culo, y algo de pechito.

Me estuve tocando toda la noche, y guarde bien la ropa para que no me pillasen.

Pasaron los días, y era sábado, mientras hacía mi rutina depilatoria, se me pasó por la cabeza ponerme el tanguita que había comprado el juves pasado. Total, como mucho se la chuparía a alguno y no me tendría que ver la lenceria... Así hice, me puse mi tanguita y mis jeggins antes de que entrase nadie y me pillase.

Inicio del camino de una mariquita Sissy 1

 

AUTORA: Nati

 

No te levantas un día de la cama y dices: "oh, hoy le siento femenina, hembra que Maruca soy". En realidad es una sucesión de días, incluso meses intentando preguntarte porque te sientes distinto, algo no va bien no sabes el que. Pero pasa algo. Las amistades se pierden y pierdes interés. Y en soledad empiezas un día s darle vueltas a la cabeza y te dices que solo será un bajón. Así que harto de ver a los de siempre sales por la noche y decides ser un crápula, das vueltas y más vueltas....entras en un pub y hablado con una mujer y tratas de seducirla pero fallas y ella te dice que busca un hombre de verdad, te ríes nervioso y dices malas palabras. Entonces sales airado y resoplando diciéndo"como se streve, claro que lo soy!"/...pero esa sencilla frase ya ha entrado en tu cabeza y esa noche empiezas a darle vueltas toda la noche mientras  fracasas una y otra vez. 

 

Al final de la noche entrada en un bar  donde quedan cuatro clientes como mucho y te tomas el enésimo ron mientras rumias tu mala suerte. Por casualidad hablas con un hombre allí que te da la razón y te invita a algo y te muestras agradecido, por ver qué te comprende e incluso te sonríe con cierta complicidad y como por fin te sientes cómodo te quedas con él. Habláis mal de ellas y el dice cosas como: ellas no entienden ellas no saben y de toca su entrepierna delante  de ti manera ostensible le mirad y te ries  aprobandolo, le dices que es tarde y que te vas y el de ofrece a llevarte en su coche y dices por que no!.  S mitad de camino entre los vapores del alcohol te dice, necesito parar y e para en mitad de la nada y te sigue hablando de lo malas que son ellas y te dice que se pierden su polla, esta vez se la saca y la miras hipnotizador ya sea por lo bebido o por la mala noche que llevas y dices de pronto que grande es. 

miércoles, 29 de marzo de 2023

El Harem 3: Cena y partida de cartas

AUTORA: Tatiana Lopez



Cuando volví a la cocina, las demás habían comenzado a montar la mesa donde iban a comer los amos. Entre todas enseguida quedó dispuesta, permaneciendo todas al fondo de pie, esperando que llegaran, en la misma formación que al principio. Entraron los dueños y apresuradamente nos dispusimos a mover su silla para facilitarles sentarse. Cada una teníamos la obligación de servir a su amo respectivo. Cuando me arrimaba a servir a mi amo Said, éste me cogía por la cintura y bajando su mano hacia mi culito, intentaba penetrar con sus dedos mi coño, una y otra vez, mientras le servía comida o bebida, poniéndome a mil y en un compromiso, puesto que al sentir sus dedos hurgar en mi agujerito, temía no poder cumplir bien con mi tarea de servicio y derramar bebidas o comidas.

Los amos hablaban de sus negocios. Hamtum, llegó a preguntar a Musa sobre dos esclavas que le vendió hace unos años, eran dos de las diez que trajo a esta casa desde el norte de África. Musa le respondió, que las tuvo en su cuadra dos años aproximadamente y que hace un tiempo, una la cambió por una rusa a unos bielorrusos, y la otra, se la vendió a los mismos y que ambas, los bielorrusos, las tenían trabajando ofreciendo sexo, en un polígono de Madrid.

Mustafá mí amo verdadero, se interesó por la conversación y preguntó a Musa por cómo se comportaba la rusa que había adquirido, contestándole Musa “que bien, que pese a que vienen domadas y feminizadas, hay que obligarlas en algunas costumbres, pero que a él le trabajaba bien” y tras un rato de silencio apostilló “tenemos que ir acostumbrándonos a dejar de traer yeguas marroquíes, como estamos haciendo, hay que llenar las cuadras de yeguas españolas, como estas que hoy nos sirven, yeguas europeas, ucranianas y rusas…., porque estas son más fogosas, cumplen muy bien con su trabajo y son muy obedientes, más que las que traemos del norte de África, que muchas vienen contra su voluntad y hay que castigarlas continuamente para que entiendan”.

Laia in black 1

 

AUTORA: Laia CD

 

Se miró al espejo. Hasta tres y cuatro veces, como si su cerebro no pudiese asimilar lo que le transmitía su retina. Era ella, por fin. La mujer que había estado buscando en cada reflejo durante décadas.

De acuerdo. Un primer plano hubiera revelado sin excesiva dificultad sus facciones masculinas, pero estaban mejor escondidas que nunca. Jugueteó con varias poses, practicando técnicas de seducción, como tantas veces y como nunca a la vez. El matiz era importante. Si todo iba bien, en muy poco tiempo estaría poniendo esas técnicas en práctica.

Sonrió pícara al imaginar el devenir de la noche. Seductora, guiñó un ojo al ‘yo’ más bello con el que se había encontrado y susurró, coqueta:

“Hola Laia. Por fin estás aquí”.

Satisfecha, salió del cuarto de baño y se dirigió al salón. Allí esperaba Carol, artífice de la culminación de la primera parte de su más recurrente fantasía. Su amistad se remontaba a la más tierna infancia; y cuando se decidió a hablarle de la existencia de Laia, Carol no dudó en poner todo de su parte para ayudar a su ‘nueva’ amiga.

Habían pasado esa tarde de chicas con la que sueña toda adolescente. Laia también, pero en secreto. Y, por supuesto, nunca la había tenido. Pasaron una hora eligiendo el modelito para Laia, que pese a llevar apenas un año comprándose su propia ropa, disponía ya de una colección envidiable. “Soy adicta al shopping”, se excusaba coqueta.

Se moría por llevar una de esas minúsculas minifaldas que tanto le gustaban, pero se reconoció a sí misma que unos shorts serían mucho más prácticos para la misión de esconder tan delator bulto. Cogió unos negros monísimos y una camiseta corta rosa, a juego con el conjunto de ropa interior elegido para la ocasión. Con un buen relleno, evidentemente.

Los tacones fueron la elección más sencilla, apenas disponía de dos pares. Encontrar su talla era tarea ardua y cara. Descartados los rojos por motivos obvios (“¡Rosa con rojo!, ¿Puede haber algo más hortera?”), optó por los negros con puntos dorados. 12 centímetros de pura feminidad. Miles de horas de práctica por el pasillo se encontraban ante su prueba de fuego; pero antes era el turno del maquillaje.

lunes, 27 de marzo de 2023

El Harem 2: la subasta

AUTORA: Tatiana Lopez


Entre nosotras hablábamos bajito, pero casi todas sentíamos como nuestros clítoris enjaulados, presionaban sobre aquellas jaulas que los hacían prisioneros, deseosos de crecer y explotar por el morbo de la situación, provocándonos aquella presión hasta dolor.

Las siete, con los velos transparentes, resaltando nuestros ojos estupendamente maquillados, las uñas pintadas de pies y manos, los labios destacando con un rojo intensísimo, la verdad, que éramos siete guapísimas yeguas pura raza española, que iban a servir sexualmente a sus amos moros. Lo que daba aún más morbo a la situación. De fondo se escuchaba, el murmullo de aquellos hombres que entre ellos, departían cuestiones de negocios y de mujeres.

De pronto se hizo el silencio y se escuchó una fuerte voz del amo Hamtum, diciendo: “Hadifa que entren las yeguas”. Hadifa dio un golpe de fusta en una puerta y dirigiéndose a nosotras dijo “potrillas en silencio y a trabajar, cuidado con la que no lo haga bien…será castigada duramente”.

Tras ella entramos en un amplio salón, todas contorneando nuestras caderas de forma insinuante, ayudadas por aquellos taconazos que llevábamos puestos, paseando por delante de todos nuestros amos, diez conté yo. Diez guapísimos morenazos árabes, todos de mediana edad, salvo dos que rondarían entre quince y diecisiete años, que según Azahara comentó después, eran Gamal hijo de su amo Hatim y su primo Hadil, hijo de Fadel, que también al parecer estaba entre los amos más mayores. Algunos tenían sus chilabas entreabiertas, dejándose ver grandes y potentes vergas de extraordinario calibre, muy bien circuncidadas, muy venosas y de cabeza gordísima. Comprobar que nos iban a follar con aquellos vergones, hizo que se me pusiera el pelo de punta, deseando tener en mi boca y en mi coño cuanto antes, por aquellos capullos sonrosados en la punta.

Hadifa dijo “señores amos, aquí les traigo la mercancía que hoy ponemos a la venta, se trata de siete esclavas españolas, deseosas de comerse los rabos de sus amos y gozar con ellos al ser preñadas”. Acto seguido comenzó a pronunciar nuestros nombres, al escuchar Tatiana perteneciente a la cuadra de Mustafá, di un paso adelante e hice una reverencia. Así conocieron los amos, la yegua que había aportado a la subasta cada uno y entre ellos, se comentaba la calidad de cada yegua a subastar. Gastándose bromas, comparando la calidad de unas esclavas y otras.

El Harem 1: la llegada

 

AUTORA: Tatiana Lopez


A la hora fijada me llegue a las inmediaciones de su casa, al lugar donde me había dicho que le esperara. Como me había él indicado, solo llevaba en una mochila una peluca, una faldita corta, un top, varios tangas, medias y ligueros y dos pares de zapatos y unas sandalias con mucho tacón. Mi clítoris y cumpliendo su indicación, lo había encerrado en una hermética jaula metálica color plata. Me recogió con su coche en aquella glorieta donde habíamos quedado y puso dirección por la autovía de La Coruña. Desde el primer momento me di cuenta que llevaba el pollón fuera de su bragueta y nada mas saludarle con un beso en la boca, me dijo “empieza puta”, yo le pregunte que “qué es lo que deseaba” y me respondió “empieza a pajillearme, pajillera barata”. Yo obedecí y comencé a agarrar su pollón, meneándosela de arriba hacia abajo poniéndosele el rabo duro y erecto a mas no poder, hasta que con el dedo me señalo que deseaba que bajara mi cabeza y comenzara a comérsela. Como buena puta, me eche sobre su regazo y como loba hambrienta metí aquella erecta polla en mi boca y comencé a succionarla como si de un caramelo se tratara.

Enseguida y tras algunos kilómetros, se apartó en un área de servicio y antes de llegar a ella, me ordenó que cesara en mi trabajo de pajillearle y que metiera su polla en el pantalón, cosa que hice obedeciéndole al instante. “Vamos a los baños putón” me dijo y “llévate tu mochila”. Una vez en los baños, me empujó hacia uno en concreto y cerró la puerta. Con un gesto me indicó que comenzara de nuevo a lamerle su rabo. Sentada en el wáter comencé a hacer la tarea ordenada, baje sus pantalones, deje en libertad sus 20 centímetros de polla y empecé a lamerla como una perra en celo. Durante casi diez minutos estuve realizando mi labor de mamona consentida, hasta que note como se venía, sacando su sable de mi boca y ayudándole con mis manos, explotó sobre mi cara, llenándome de aquel néctar caliente y jugoso. Seguidamente me ordenó que le limpiara su pija con mi lengua y me metiera en mi boca toda la leche que cayó sobre mi cara, así lo hice, recogiéndome los restos de su leche que habían caído sobre mi rostro y me trague toda su rica lefa, que cada vez más me gustaba, pues tenía un olor y un sabor especial a muy macho.

domingo, 26 de marzo de 2023

Encerrada en Saga Falabella Parte 2

 

AUTORA: Mary Sandoval

 

La masculinidad del guachimán fue tan contundente y me sometió de una manera que jamás creí que sucedería, que había olvidado a Sandra. Fue como estar en un sueño. Primero mi inocente visita a la tienda para ver ropa de mujer, luego Sandra descubriéndome. O sea una mujer descubriendo a la mujer que había en mí. Mi repentina entrega al juego, a esperar en el vestidor a que me traigan un vestido y estar allí, en secreto, mientras otras mujeres se probaban la ropa muy cerca a mí. Al final toda la tienda para mí solita. Las misteriosas luces. Todo parecía estar como si en cualquier momento llegaran los clientes y me verían así, como una lady.

Esa era la única explicación posible a mi entrega incondicional a ese guardián. Yo había imaginado muchas maneras de revelarme como mujer, pero ninguna se parecía a la que estaba viviendo.

¿Dónde estaba Sandra?

Esa pregunta dejó de perturbarme cuando el guachimán me cogió el trasero mientras me besaba. Yo me colgué de su cuello mostrándole mi aceptación a esa cogida. Su miembro viril estaba muy cerca de mi ombligo y algo lejos de mi pequeñísimo pene, pero él me levantó hasta que nuestros penes quedaron uno al frente del otro. Pero llamar pene a lo que yo tengo, y especialmente cuando hay una tremenda cosa dejándolo en ridículo al pobrecito, es algo injusto para el significado de esa palabra. Lo de él era un verdadero pene, lo mío es (y lo digo con plena consciencia de que me encanta el sometimiento de mi pene tanto como el de mi propia alma) apenas un clítoris. Su pene se pone aún más duro al hacer contacto con mi cosita, se mete por mi calzóncito como una serpiente acechando a su presa. Yo casi puedo ver con mi imaginación esa escena, como una película con efectos especiales. Una serpiente gruesa y poderosa busca una víctima para darle caza, para someterla. Esa cosita que está allí abajo es como si fuera yo y la portentosa mole de carne de él es como el propio guachimán que no para de besarme. Y mi cosita, totalmente flácida (como imaginé muchas veces que estaría, para ser más una mujer), de pronto se apodera de mi sistema nervioso y me envía señales de placer y de locura femenina. Acaba de erectarse, pero sigue siendo una cosita pequeña y delgadita. El pene del guachimán ocupa todo mi underwear y mi cosita trata de esconderse inútilmente. Su pene ha descubierto a mi feminidad expresada en mi cosita y lo inunda de sus jugos pre coitales. Yo, mujer absoluta, la del trasero envidiable, la de las piernas torneadas, la que se viste tan deliciosamente que los hombres se vuelven locos al verme; yo, la loca que está entregada a esta alucinante sesión sexual, no puedo más y me vengo mojando aun mas toda mi zona genital. Su pene acaba de recibir mi semen, pero yo no lo siento de esa manera, yo alucino que estoy lubricándome para su penetración…

HypnoSissy 01: Becoming a Cocksucker

 

AUTORA: Silkstockingslover

 

 

ADVERTENCIA POR FAVOR LEA:

-Esta es una historia de hipnosis con posibles mensajes subliminales influyentes dentro de ella.

-La historia tiene más de una docena de escenas de video de hipnosis dentro de ella.

-Además, la historia trata sobre el viaje inconsciente de un estudiante de último año de secundaria para ser hipnotizado y convertirse en un hijo de puta dispuesto. Es extenso en trama, entrenamiento en video y escenas de video descriptivas y tiene más de 20,000 palabras.

Dicho esto, esperemos que la recompensa valga la pena.

Espero que disfruten algo relativamente nuevo de mí.

 

...

 

Hypno Sissy: convertirse en un hijo de puta

Cuando tomé la sexta carga en mi garganta, cuatro más ya se depositaron en mi culo y todavía tenía una línea de al menos seis esperando su turno para depositar su carga dentro de uno de mis dos depósitos de semen, no pude evitar recordar cuando Yo era un hombre y no una perra mariquita cuyo único propósito era ser un balde de semen para hombres con grandes pollas.

Tres meses antes...

...

Lo tenía todo.

Chicas haciendo fila para ser folladas por mí.

En las películas de High School siempre es el mariscal de campo la estrella de la escuela, saliendo con el estereotípico capitán rubio de ojos azules de las porristas.

Bueno, en mi escuela, ya me había follado al capitán de las porristas, en realidad me había follado a todas menos a dos de las porristas, y supongo que también las habría cazado si no fueran lesbianas.

En cada fiesta a la que asistía, me juntaba con una nueva zorra deseosa de volverse popular. Todos parecían querer tener una noche con el gran Brian.

Me había follado, además de casi todo el equipo de porristas, la vicepresidenta de la escuela, la líder del club Glee, los tres nerds en el club de debate (todos durante la misma noche... pero esa es una historia para otro momento), otro un par de docenas de chicas de casi todas las camarillas de la escuela, tres perras de nuestra escuela rival (incluida su animadora principal), la madre de una de mis amigas, algunas otras MILF (incluida la madre de una de mis ex novias) e incluso una maestra.

Como dije, lo tenía todo... además de eso, también tenía docenas de becas de universidades de todo el país.

Yo no era el mariscal de campo, ni el receptor abierto, ni el corredor que generalmente obtenía toda la atención de los medios y la gloria cuando ganamos... no, yo era un apoyador... lo que significaba que yo era el que golpeó al mariscal de campo por una captura. , golpeó a un receptor abierto cuando iba a hacer una atrapada o perforó al corredor mientras trataba de encontrar un agujero abierto por el que correr.

No puedo explicarlo, pero cuando se trataba de fútbol, casi siempre podía leer la jugada que iba a ejecutar el oponente.

Por lo tanto, como dije, las escuelas de la SEC me estaban ofreciendo becas ridículas, incluidas algunas ventajas que no estaban por escrito.

Como dije, lo tenía todo.

Juego de Sissy

 


 

Este juego, es para parejas casadas o juntas, es un juego que lo puede jugar cualquier pareja, es para introducirse en el tema del sissy, fácilmente.
 
Introducción:
 
Normalmente hay muchas personas a que les gustaría estar a las ordenes de una persona dominante e igualmente dar ordenes, el objeto de este juego es hacer de la forma mas divertida y fácil entrar dentro del mundo de la sumisión y dominación.
Si la otra persona no le gusta el tema con este juego se le puede ayudar a la otra persona, pues hay esclavos a que les gustaría serlo e igual en amo/as, que también les gustaría pero por algunas razones, no se atreven a decirlo a su pareja, y con este juego se puede empezar.
Ante todo siempre se tiene que estar de mutuo acuerdo, siempre practicar el sexo seguro, y nunca forzar a la otra persona si ella no quiere, pues se busca pasar un buen rato, y divertido.
Muchas personas no saben que quiere decir la palabra “Sissy” o lo que se suele interpretar, yo hace algún tiempo que lo estoy viendo, pero exactamente no se lo puedo decir, pues en ningún sitio he sabido exactamente lo que dice, pero a mi entender es:
 
- Persona normalmente hombre, a que le gusta llevar uniforme de criada, puede ser sexy o normal, a la cual le gusta servir a una mujer o hombre vestido así, puede hacer el trabajo domestico, o ser puramente humillado o objeto de sumisión.
 
La duración del juego esta pensado, para poder jugar durante semana aproximadamente, si se quiere mas tiempo solo se tiene que pactar.