martes, 11 de abril de 2023

Inicio del camino de una mariquita Sissy 5

AUTORA: Nati



Sábado, once de la mañana. Te levantas perezosa, pero quieres desayunar y tienes que hacer labores de la casa,, te rascas el culo metiendo la mano en tu tanga blanco. Si, te miras con atención, y sí, has dormido por segundo día con un tanga, el aparato de castidad sigue ahí, inalterable.. Lo miras, pero de pasada sin interés, forma parte de ti, tiene momentos de incomodidad pero te sientes orgullosa de llevarlo. Te vas al baño y te das una ducha, mientras lo haces miras el champú y te tocas tu ya algo crecido cabello, necesitas uno que cuide un poco más las raíces, anotas mentalmente que debes comprar uno y ah un gel de olor a coco. Te miras en el espejo del baño y te fijas si tienes vello corporal, una vez observado, te miras las cejas con aire de concentración y tomas del armarito del baño unas pinzas con la que te quitas unos pelillos algo rebeldes de las cejas. Sales en bragas y te diriges a la cocina a hacerte un desayuno y dices: ah, ¡el teléfono!. Cruzas el comedor y pasas de largo delante de tu viejo teléfono, está apagado, lo miras unos segundos y lo recoges, para a continuación meterlo en un cajón del mueble del comedor donde tienes celo trapos prospectos y manuales de televisor vídeo etc., lo tiras sin mucho interés y cierras el cajón, a continuación, andas algo más rápida a tu habitación y lo ves encima de la mesilla de noche y respiras aliviada pero vuelves rápida a la cocina... la tostada se quema. 

 

 

Te pones el desayuno en el comedor y te sientas en el sofá con las piernas encima del cojín del mismo,. Repasas tus menajes... hay varios, todos de tu hombre, te ha mandado un par de fotos de su enorme polla erecta y dura y tu aprietas el labio inferior de hambre, también hay mensajes tuyos en los que relatas lo golfa que eres y lo hembra que eres. Le has mandado fotos y un vídeo metiéndote los dedos en tu ano, en ese instante te paras y piensas un momento al mirar y te ríes. Ayer fue un día en el que descubriste que hay que limpiarse muy bien sólo para meter los deditos y te estremeció pensar lo que se ensuciaría todo si se mete esa enrome polla... mmmmmm su polla te dices con aire soñador. ¡Ting!. Recibes un mensaje en tu telegram, es tu hombre y dice: vamos putita dedéate para mí, no estoy solo y no se creen que tenga hembra. Te detienes un momento, piensas y le mandas un mensaje, ¿no estás solo?. Tarda en escribir y recibes un mensaje de voz: vamos ya te ha visto un bar entero que más te da, se una marica buena para tu macho, si lo haces te regalaré algo. Respondes con un tono de voz fino y de falsete: ¿y si no lo hago? Y añades una risilla y el dice con fingido enfado. No te daré polla, que se que te gusta y te alimenta, ¿verdad?. De pronto tu mente se queda en blanco no tienes hambre, sólo el deseo de darle a él todo lo que te pida, todo porque es únicamente para él, triste maricona... , aún no entiende... . Te abres de piernas y te apartas el tanga blanco pero no consigues ponerte cómoda, así que apartas el desayuno y colocas el móvil apoyado sobre unos libros y ahora si te abres abres de piernas y te dedeas para tu macho y te da placer que el te diga así puta así... como me gusta que te comportes como una golfa, métete otro dedo venga otro.... y tu extasiada de placer y te metes un dedo. 

 

En tu interior aún escuchas a ese chico frustrado respirar entre jadeos diciéndote que debes parar, pero a ti ese chico ya no te interesa y lo apartas de tu mente. Y gimes, gimes mejor que esa maricas frustradas de los vídeos de Internet te dices orgullosa. Y tu macho te dice así puta, quiero que te muestres así para mis amigos que te están viendo, pero tu ya no escuchas, estás entregada al placer... al tuyo crees, pero lo que te da placer es darle gusto a él. Al cabo de unos minutos tu hombre te manda un mensaje de voz y dice, con la otra mano... pellízcate los pezones para tu macho y sus amigos, vamos, obedece. Tu sumisa y ya entregada a él te tocas los pezones, es algo que no habías hecho antes y te da muchísimo placer y gimes.... y de pronto escuchas a tu macho decir jajaja que poco hombres son que poco aguante, sigue putita demuéstrales lo hembra que eres jajaja. Sigues deseándote hasta que pasados 10 o 15 minutos tienes jadeos y espasmos, te estás corriendo flácida a través de tu aparato de castidad. 

 

Tu sigues, tu quieres leche así que te levantas rápida de esa posición y te pones con tu minipolla apuntando al suelo... ves como cae lento sin fuerza y casi sin semen y como una perra a cuatro patas y sin manos empiezas a lamer el semen del suelo con la cámara del móvil grabando para tu macho al que le oyes decir: ufff que puta eres como me gusta eso, te veo luego putita y corta la llamada. Pero tu en realidad si estas muy caliente y sigues lamiendo hasta dejar seco el suelo de semen. Triste mariquita afeminada, no entiende que tras el sometimiento y la feminización viene el emputecimiento.

 

Durante el resto del día se depila las piernas para dejarlas lisas del todo y se pone una falda y una de esas blusas con transparencias, si, ahora se ve sexy como su hombre quiere. Después de comer vuelve a mirar el teléfono, no le ha dejado ningún mensaje, pero ella le manda uno para preguntarle por el regalo, no hay respuesta. Así que se cambia de ropa un momento, vuelve a ser el chico frustrado y se mira, no se reconoce, no sabe quien es el del espejo y sinceramente siente cierta repulsa. Su cabeza dice, recuerda quien eres, pero la dicotomía ha muerto y el macho ha sometido a la marica. Pero tiene que salir, no se atreve a salir sola como una mujer, aún. Te vas del barrio y entras en un bazar chino, allí vas la zona de cosméticos y te compras esmaltes de uñas y barras de labios, y te dices; ey en Internet si que hice algo mas que pajearme jijiji. Vuelves a casa rápidamente y en el comedor con mucho cuidado empiezas a pintarte las uñas de los pies y de las manos, salen con un éxito relativo, pero les das tu aprobación. Mientras estas sentada y en bragas otra vez suena tu teléfono y lees, en diez minutos estoy ahí, ábreme en cuanto me escuches en el portal. 

 

Te levantas con celeridad y te vas a tu habitación entras en tu cómoda y coges el tanga negro, es casi un hilo y te encanta, a continuación usas la blusa de transparencias y una minifalda plisada, te ves radiante. Entonces escuchas los pasos en el portal, sabes que es él, diez minutos exactos, no cabe duda que siempre cumple con estas cosas, te dices nerviosa. Abres la puerta y el te mira con ese aire de macho dominante que te ha sometido, destella virilidad por todas partes según tu lo percibes. Hola putita... dejame pasar. En el comedor, se sienta sin pedir permiso y tu esperas de pie delante de é, trae varias bolsas. A ver nenita, quiero que sepas que esta es la última vez que te traigo cosas aquí, la próxima vez te llevare a comprártelas en la calle... de pronto te quedas paralizada, todos tus miedos y tu inseguridad hacen acto de presencia momentáneamente. No me mires así putita, en algún momento sabes que tenía que pasar, tu dejate llevar. De pronto pregunta, ¿tienes el móvil ahí?, se lo enseñas y dice de pronto: a que ya no tienes preocupaciones desde que sólo tienes que atender a un solo hombre... si es que deberías entender que yo siempre voy a tener razón tontita. ¿Y el otro? Lo guardé apagado como tu me dijiste. Anda dámelo yo te lo guardo, no queremos que se pierda, algo descolocada le das tu viejo teléfono y con él, toda tu vida anterior empieza a ser historia, eso te desequilibra y vuelven los miedos y las dudas. Y dice aquí tienes mira. Le pasa una bolsa y ve que hay más bragas sujetadores, más minifaldas y hasta un vestidito ceñido de minifalda y escote palabra de honor de color negro, y de pronto te olvidas de lo del tu teléfono, sólo dices: waooo que bonito y te lo mides encima. Él te mira satisfecho y dice: sabía que te gustaría; ves medias y dos ligueros, al ver como los examinas te dice, eso quiero que te lo pongas hoy, es uno de los regalos. Lo miras asombrada y dices avergonzada, no se ponérmelo.. Él se ríe y dice ven yo te lo pongo y aprendes, quítate ese tanga tengo uno aquí mejor ya verás se queda sin bragas y sin la falda y le pone las ligas y le dice ahora súbete esas medias...aaasí y aquí la enganchas en el corchete mira y dice que cachondo me pones, todo lo demás son zapatos y botas, para que tengas mas vestuario. Y aquí otro regalo, ves que saca una cajita de joyería y la abres es un collar de cuero, que lleva escrito: soy una propiedad, tu lo miras y te excitas, la verdad es que te excitas y mucho. 

 

Tengo un último regalo pero ese te lo enseñare luego si te portas bien, Te pones ñoña y hasta algo golosa pidiendo pero el dice que no y se ríe, y ella que en el fondo es esclava de su macho y de su deseo se arrodilla con ese liguero y le saca la polla en silencio. Él la mira satisfecho y afirma aprobando su iniciativa, le baja el pantalón y le saca la polla, y sin decir ni una palabra más se la mete en la boca y empieza a mamar. No te das cuenta de que tu camino pierde cada vez más esa vuelta atrás, ya al empezar a hacer esa mamada,, al hjacerla en tu casa, el penúltimo refugio de tu ya casi desaparecida masculinidad se pierde, convirtiéndolo a él en tu macho en todos los lugares, con poder de dominio sobre ti, pero tu sólo ves que quieres complacerle a él, como la hembra que definitivamente ya empiezas a ser. Tu hombre dice: ohhh si.... así es como se trata a un hombre así, esto es lo que tu y yo comentábamos aquella noche, ¿recuerdas putita? Levantas la mirada y afirmas con un gesto mientras tienes su pollón en la boca., él te toma la cabeza como otras veces y te marca el ritmo, en tanto que tú sumisa y satisfecha como la mujer inferior que eres le sigues ese ritmo. Mientras te acaricia el pelo te dice; me gustaría que te tiñeras el pelo de rubio, tu sonríes pero estás ocupada y excitada con su pollón, tu mano acaricia sus huevos y el disfruta, y tu a través de él. Tu voluntad y tus deseos personales ya no te son necesarios ya no los quieres si él no quiere. Hoy no te graba, te parece raro pero no te importa tienes lo que deseabas desde hace ya horas, tu mente ya no es capaz de pensar más que en dos cosas: tu macho y su pollón.

 

Unas horas después, se abre la puerta de tu casa y salen un hombre muy velludo, alto de porte viril, masculino y una chica con una faldita muy muy corta una blusa con transparencias donde se le ve todo debajo y unas medias sujetas a un liguero con unos zapatos abiertos de tacón medio y su media melena cogida a un coletero con una cola de caballo. Como siempre, es uno de los dos momentos que te dan un pánico cerval, el otro es la vuelta. Ahí está la vecina del tercero una divorciada amargada de edad madura que te mira con desprecio y un desdén absolutos... y como no, con la muy amiga del 5ºB, siempre se cuentan todo, entre ambas reúnen mas información del barrio que todo un servicio de inteligencia, a estas alturas ya sabrán todo a pesar de tu inútil discreción. Él en cambio sonríe con descaro y te agarra el culo mientras pasa al lado de tus vecinos, y tu re preguntas siempre, por qué no salimos y entramos en el ascensor... ay ingenua mariquita, sigues sin entender... . 

 

Cuando entras en el coche a la vista de todos y arrancas, respiras tranquila y al cabo de unos cinco o diez minuto dices: ¡mierda!. Él te mira y te pregunta: ¿qué te pasa? Y tu respondes: como no llevo pantalones no llevo cartera y dinero, voy sin nada cari. Te mira y se ríe con cierta malignidad, cuando le miras te preguntas como se puede ser tan seductor con esa mirada que te derrite, él responde de pronto: una hembra como tú no necesita dinero, para eso llevas un macho, para que te pague lo que necesites, tienes que aprender ya a dejarte apoyar por tu hombre dice en tono razonable, sugestivo. Tu cabeza, el moribundo chico que aún trata de sobrevivir dentro de ti te recuerda desesperado que esa dependencia te hará débil y que tus decisiones serán sólo sus decisiones... lejos de alarmarte, hasta te excita esa situación e instintivamente pones tu mano en su pollón de macho, te muerdes el labio inferior pensando en lo viril que es y lo bueno que está. El te mira un momento y su sonrisa aparentemente afable no esconde ya su carácter hacia ella: él la ha corrompido, la dominado hasta someterla. Al mirar el aparato de castidad, ve su feminización casi completa, pero y sonríe más abiertamente sin que ella adivine por qué... ella únicamente tiene ciega adoración y deseo además de ya, una sumisión casi total.

 

Como siempre desde ya más de dos meses y medio, salís de la autopista y os metéis en la vieja comarcal, es una carretera ya poco transitada salvo por los que conocen y saben donde hay que ir. Tu respiración se acelera y tu excitación hace acto de presencia, aún no es en exceso, pero sabes que vas a lucir con tu macho ante todos, como la putita sumisa que ya eres. Cuando ves la discoteca te fijas que no se detiene sigue y pasa de largo, entonces pillada por sorpresa, preguntas: ¿a dónde vamos cari?. Él te sonríe con cierta malevolencia y dice: te dije que tenía un regalo para ti si te portabas bien... y viendo como recibes a tu macho ya en tu casa, te voy a enseñar algo, pero tienes que obedecerme y no ponente histérica, ya sabes que me prometiste y sabes que podría hacer si me decepcionas. Sabes que ye prometí ser totalmente obediente a ti cari. Él te mira satisfecho y responde: eso esperaba escuchar, así es como debe comportarse una hembra para con su hombre, recuérdame, ¿quién soy para ti?. Yu sonríes como una ingenua y respondes con convicción: mi macho. Lo dices con tanta seguridad que interiormente escuchas ya la respiración asistida de tu ya perdida hombría, el camino que iniciaste, tranquilamente y sin pausa sigue hacia tu destino, la duda será si sabrás adaptarte.

 

Aproximadamente a unos dos kilómetros, tuerce a su derecha por un camino vecinal de campo, pedregoso, pasados unos metros se para delante de una casa vieja de planta baja, se la ve recién encalada. ¿Qué hacemos aquí? Preguntas sin comprender. Te mira largamente con una sonrisa de macho que se sabe dominante y responde: este es mi otro regalo. No entiendo dices sin entender. Siempre que salimos, recita como si fuera un discurso bien ensayado, te quejas de que te ven tus vecinos la gente del barrio, del miedo que tienes a que sepan que eres, así que te traigo aquí para que vivas aquí de cuando en cuando, no te verá nadie, aun...(dice en un tono casi inaudible). 

 

Pero... pero... cari, yo tengo mi casa en la ciudad y tengo mi ropa el trabajo... . Te interrumpe diciendo: estás de vacaciones, no tiene que ser para siempre, putita, añade astutamente, además no estarás sola, tienes mi teléfono para todo y siempre voy a venir a verte. ¿Y mi ropa?. Mañana vamos y recoges todo lo que te he regalado, solo eso es lo que necesitas... sólo eso... y esto... y se agarra su pollón y tu miras entre lujuria y miedo, vuelves a estar en una situación que no controlas, sin saber que decir sólo se te ocurre: y quien paga una vivienda aquí. Él te mira, pillado por sorpresa y dice: es un regalo, ¿lo cuestionas golfa?. No, no no cari perdona.... dices ya totalmente desprovista de tu dignidad y tu voluntad. Sólo es que.... . ¿Sólo es que, qué?, más que pregunta parece una bofetada de autoridad sobre ti. Estaré sola cari, no se si eso sería bueno. Ay tontita se relaja... es lo mejor, créeme,unicamente tendrás que atenderme a mi, tu macho, lo demás no va a cambiar, de hecho estaremos mas cerca de nuestra discoteca. Cuando terminen tus vacaciones si no te gusta vuelves a tu piso de hombre fracasado de polla enana e inservible, dice en tono muy macho y muy despectivo y sentencia con la pregunta:¿que dices, si verdad?. Tu derrotada, humillada y sometida lo único que aciertas a decir es: ¿Mejor traer la ropa antes no?. Él sonríe y añade: ahora mismo vamos si quieres. Triste infeliz... entras en una jaula como la que tienes entre tus piernas y aún no entiendes.

 

Trás una ida y vuelta de unas tres horas, te abre la puerta de esa casa, que huele a cerrado con solamente dos bolsas deportivas, con tu ropa de mariquita recién comprada y algo de comida que has acertado a recoger de tu casa, más los efectos de higiene. El portátil no te ha dejado que te lo lleves, así que tu única comunicación con el mundo es el teléfono que te ha regalado, definitivamente ya no tienes nada ni a nadie, salvo él y tu castidad. Miras la vivienda y ves que tiene un saloncito en la entrada con un sencillo sofá y un sillón con una mesa baja, una cocina americana incorporada a modo concepto abierto, pero humilde. Dos habitaciones al fondo, en una d ellas encuentras una habitación, la única, con una antigua cama de matrimonio que tiene muchos años un tocador y un armario, la puerta de al lado es un sencillo servicio con taza del wc y una de esas bañeras con cortinilla que se usaban tanto en los años 60'. Tu macho mira impacientemente su reloj y dice,¿nos vamos? ya tendrás tiempo de gacer una ruta turística, dice en tono sarcástico.

 

Llegas a bar, al cabo de cinco minutos en coche y entráis al bar donde los de siempre miran con atención y le saludan a él, que esta en su momento contigo. Te acercas a la barra mientras el hace comentarios jocosos mirando y señalándote a ti. Ya es de noche, ves al barman y dices: Juan lo de siempre, el Barman te mira divertido y responde: si reina. Te sientes avergonzada pero te da un subidón morboso. Por alguna razón en ese lugar tu te sientes cómoda, sin miedos, eres como tu realmente eres te dices a ti misma, tu yo anterior, ese chico frustrado está en respiración asistida pidiéndote rogándote que recapacites, pero ese momento ya pasó, te aceptas como eres y sabes que nadie te juzga como si hacen en tu portal. A lo mejor no es tan mala idea quedarme esa casa temporalmente, nadie me mirara raro ni mal, triste mariquita tontorrona, aún no entiendes lo que está pasando, lo que pasa es que ya te ha feminizado y sometido, si atendieras a tu sentido común, sabrías exactamente que viene a continuación, lo has leído miles de veces en internet y visto en esos vídeos porno con los que te masturbabas, porque ya ni siquiera te masturbas y tu aparato de castidad que lo ves como un signo de tu feminidad en realidad es el símbolo de tu fracaso como hombre. 

 

Él te hace una seña y te llama y entonces te agarra del culo y te presenta, te llama Sabina. Sin darte cuenta te acaba de bautizar oficialmente como hembra en público y al tenerte agarrada del culo, te presenta como su hembra, que al leerse bien, el collar de cuero además dejas patente que eres: su propiedad. Te dan besos te soban disimuladamente con la excusa de acercarse a presentarse, conoces bien esa treta, ese chico frustrado que eras la empleaba a menudo sin ningún éxito.. Ellos hablan entre si mientras la copa a tu macho. Le dan palmadas de complicidad y aprobación, y el se riere a ti siempre como mi hembra, mi putita o mi marica. Y para constatarlo te pide: Nena, enseñales el símbolo de lo mierda que en realidad eras, vamos no ses tímida. Tu ya totalmente sometida y feliz, levantas la minifalda plisada y enseñas tu castidad... y te tocan ahí con la complicidad e tu macho, y te dices: ya no puedo caer más bajo, pero sonríes feliz de estar dominada hasta ese punto. Ingenua y marica, el camino para ti ya no se detiene y aún tienes que ir más lejos para ver el final, si es que lo hay. Al cabo de media hora, te comenta de vuelta a vuestro lugar habitual en la barra, lo tontos que son y lo orgulloso que se siente de que seas la puta que en realidad mereces ser y tu dices atontada y excitada como nunca: cari, soy lo que en realidad debía sr, como tu me enseñaste a ver y me hiciste comprender. Te estampa un beso en la boca que tu crees que es de amor y te hace comerle la lengua ante todos como ha ido haciendo estos dos meses y medio y mete la mano en tus bragas y tu te calientas como una tea, sin poder evitarlo gimes y tu mano va a su enorme pollo. Pero guardas su dignidad y lo acaricias por fuera haciendo que miren como lo acaricias, quieres que vean que es tu macho, TU MACHO. Te calientas tanto que ya no aguantas y dices quiero comértela aquí mismo cari. El te mira sonriendo, muy macho, con esa cara de cabrón que seduce porque sabe quien manda. Te mira y dice: con una condición. ¿condición? ¿que condición?. Se levanta y te dice, ven conmigo. Llama al Barman y le dice: ¡Juan entro con ella en el servicio de señoras!. Juan mira y dice, vale pero nada dentro de ese sitio, ¿entendido?. Os metéis en el servicio mientras todos miran curiosos y degenerados.. Una vez dentro te dice quitate las bragas, tu obedeces. Se saca algo del bolsillo es una especie de bola acabada en punta con un tope en forma de gema. 

 

Quiero que te metas esto en el culo. Pero me va as doler. Solo al principio marica pero tengo algo para que entre bien. Pero pero... te defiendes inútilmente y el dice si no lo haces no hay polla zorra, vamos decide o mejor, decido yo. Ponte en pompa y respira. Notas algo humrdfo metiéndose en tu culo son sus dedos impregnados de algo, te dice notas el fresco... lo se, es vaselina. Y te empieza a meter el plug, un dilatador para dejar tu ano sellado, te duele, no chillas pero te salen unos lagrimones... entra con dificultad y cuando entra todo notas un ¡plop! Y se queda encajado, notas apretura dentro, pero no incomodidad fuera, pero aun te notas dolorida de la entrada de algo tan grueso. Oye y su quiero... y miras la taza del wc. Te mira y dice, tranquila, esto solo será en la calle, para que todos entienda que tu culo me pertenece, y para que tu entiendas esa verdad. Eso te tranquiliza, sigues sin entender....

 

Salis del servicio , tu sin bragas y el te vuelve a sobar el culo y te dice levanta ese trasero que todos vean lo marica que eres, vamos... . Obediente, sonriendo y totalmente entregada a él, Sabina se levanta la falda y el culo y todos ven el plug, con esa gema de mentira brillante que dice claramente que su agujero esta cerrado. Y dice venga vamonos. Sales con él que te tiene agarrada firmemente del culo desnudo bajo la falda. Cuando llegáis al coche te preparas y dice... montate. Estupefacta pero obediente, montas en el coche, es de noche cerrada, no hay luna y entráis por el caminito hasta la casa. Y entras con el justo detrás., cierra la puerta y se pone cómodo y dice... ahora putita... ahora... . Tu entregada y tan caliente que vas a correrte con sólo mirarle te arrimas como un alma sedienta de agua, le sacas su polla y se la comes, se la comes con un hambre atroz, te olvidas de la molestia en el culo y de todo, lo único que tienes en tu cabeza es su polla, polla polla te dices loca de deseo, desenfrenada de lujuria. Estás tan caliente que te sacas el plug a pesar del dolor y te empiezas a dedear de rodillas mientras se la comes a él sentado en el sofá. Estás excitadísima, y te sientes muy puta, mucho,. Por dentro la respiración del chico que eras ya es tan débil que apenas se le escucha decir nada, salvo resignación... se muere... y con una expresión alegre en tu cara, tonta te va diciendo con lo poco que le queda. 

 

De pronto tu gimes fuerte pero gimes... es fino femenino mientras no paras de notarte mojada al meterte los dedos en el ano y tienes su enorme pollón en la boca. Él te está mirando y ahora sí, desde hace un rato te está grabando con su teléfono móvil, pero ya no te importa, es más te excita aún mas y la comes con tantas ganas que de pronto a él le escuchas su gruñido animal, gutural, propio de un macho como tu nunca lo fuiste, y te agarra la cabeza con las dos manos y te hace atragantarte con su polla, con su leche, que tragas para no ahogarte y porque en realidad te has vuelto adicta al semen, es tu chute cada vez que él te lo permite. Te deja salir de su polla y como otras veces se levanta y se sube el pantalón, te mira como el macho dominante que es y tu como ya como la hembra y marica que siempre fuiste, totalmente entregada a él. Te mira intensamente y te dice: bien hecho putita, mañana nos vemos, vendre aquí a verte, te llamaré. Tu afirmas silenciosa dichosa y feliz, de que te controlen hasta este punto. Cierra la puerta y echa la llave, escuchas el coche marcharse. Ay Sabina... no te has dado cuenta, la jaula si, ahora se ha cerrado definitivamente en torno a ti con mas firmeza que tu aparato de castidad.

 

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