martes, 11 de abril de 2023

Aventura en Cocoyoc 1

AUTORA: Sandra Lizaldi


 

Estaba en casa leyendo “Música de cañerías” de Bukowsky cuando recibí una llamada de mi amiga Paty; estaba decidida a que la acompañara a una fiesta el fin de semana, empezábamos el viernes y terminaríamos el domingo, era una fiesta en Cocoyoc en casa de uno de sus amigos/amantes y había pensado en mi para unirme a la fiesta. De momento le dije que no podía porque tenía unos pendientes para ese fin de semana y me era muy complicado mover un par de cosas así que lamentablemente me perdería de dicha fiesta sin embargo al día siguiente me cambiaron las reuniones del sábado para el viernes en la mañana lo que automáticamente liberaba mi fin de semana así que de inmediato le marqué a Paty para preguntarle si seguía en pie la invitación y acordamos que ella pasaría por mí el viernes por la noche, en ese momento no tenía ni la menor idea del fin de semana que íbamos a pasar mi querida amiga (y ahora hermana de leche) y yo en esa casa, fue el fin de semana más alocado y delicioso que jamás hubiera concebido ¿Quieres saber que pasó en esa fiesta? Bien, acomódate y sigue leyendo que estoy a punto de contártelo.


Paty pasó por mi como lo habíamos acordado y de ahí fuimos a su departamento a transformarnos y a esperar a que pasaran por nosotras, nos iríamos en la camioneta del amigo de Paty así que mientras esperábamos bebíamos un poco de vino y nos poníamos al tanto de lo que había sucedido desde que nos vimos en la fiesta anterior, le conté del fiasco que me llevé y ella a su vez me contó lo bien que la había pasado con su amante de turno, justamente era el chico que vendría por nosotras y dueño de la casa de Cocoyoc. He de confesar que me invadió la curiosidad por conocerlo en persona lo que me puso un poco inquieta, afortunadamente no tardó mucho en llegar y de inmediato nos pusimos en marcha.

Bajamos al estacionamiento y nos subimos a su camioneta, una Cayenne azul marino con interiores en rojo y negro y un quemacocos enorme. En la parte trasera iban una chica y un chico y al volante venía J, un chico bastante guapo de mandíbula cuadrada, ojos color miel, barba de un par de días y una sonrisa encantadora, además se veía que tenía el cuerpo trabajado por cómo le quedaba la ropa deportiva, Patty se sentó adelante como copiloto y yo me subí en la parte trasera, ni bien cerramos las puertas comenzó el protocolo de la presentación, Tú debes ser Sandy – me dijo J – ellos son A y L unos de mis mejores amigos, Patty me había hablado mucho de ti, ya tendremos tiempo de conocernos, me guiñó un ojo y arrancó, yo me limité a sonreír.

Durante el trayecto fuimos charlando de varias cosas, nada profundo ni memorable, básicamente la charla de siempre cuando las personas se conocen, A es una chica bastante linda de ojos azules y labios rosados, estudiante de veterinaria y tiene una tienda virtual de accesorios para animales y L, el novio de A, es un chico bastante lindo con cara aniñada con unos ojos muy bonitos, cabello oscuro rizado y muy hábil con las manos pero eso lo averiguaría más adelante, estudiaba arquitectura y para pagar sus estudios tatuaba los fines de semana.

Llegamos al fraccionamiento y antes de llegar a la casa ya se podía escuchar que la fiesta había empezado hacía rato y en la calle se veían varios automóviles de los invitados.

En la parte frontal la casa tiene un estacionamiento para cinco autos; una casa con varias recamaras además de estudio, sala de cine, gimnasio, sauna y en la parte trasera un jardín como del tamaño de media cancha de futbol con una alberca gigante en forma de guitarra y varios jacuzzis en derredor, una palapa con barra de bar y asador, jardineras con flores de todos tipos y colores, palmeras, manzanos, naranjos y jacarandas, al fondo había una cabaña y un cobertizo donde guardaban los enseres de jardinería y accesorios para limpiar la alberca. Era un lugar de ensoñación, porque la casa no solo era enorme y hermosa, estaba decorada con algunos espacios minimalista otros con bauhaus y algunos más modernistas, pero con un gusto exquisito; y los muebles eran una cosa espectacular.

En la fiesta había muchas personas, varios de ellos bailaban al ritmo de la música, unos más bebían metidos en algún jacuzzi y unos más jugaban en la alberca, también había gente charlando tirada en el pasto alrededor de una fogata y otros más estaban en la barra bebiendo y charlando.

Era un grupo de gente bastante homogéneo, un verdadero banquete porque casi todos estaban muy guapos y ellas muy lindas, esta vez no me enganché en platicar con ninguno, había aprendido de mi experiencia anterior así que esta vez la idea era conocer a los que me interesaran y ver que salía, iba como siempre dispuesta a todo y con ganas de divertirme.

Entré a uno de los vestidores a cambiarme, me quité los jeans y la playera y me puse un biquini de dos piezas plateado, como sabía que iría a una pool party me depilé por completo de la nariz hasta los tobillos para poder lucir mi traje de baño y sandalias Chanel y me maquillé con unas sombras de ojos azul celeste, un poco de violeta, los ojos delineados de azul marino y pestañas con destellos plateados, obvio todo a prueba de agua y lo suficiente ligero para lucir muy femenina y al mismo tiempo coqueta y dispuesta a pasarla bien, eso lo dejé muy claro con un labial rojo brillante.

Al salir del vestidor Paty bailaba con J mientras L charlaba con un grupo de gente y A estaba con otras personas, yo fui a la barra por una cerveza y me senté en una de las bancas cerca de la fo-gata, la temperatura estaba deliciosa y todo en general muy agradable, la iluminación que tenía el jardín lo hacía un lugar fantástico porque estaba dividida en áreas oscuras, otras a media luz y otras completamente iluminadas, lo que hacía que por todo el jardín hubiera islas de luz donde se congregaba la gente y áreas oscuras donde la gente también se congregaba, eso lo supe un poco más avanzada la noche pero ya llegaremos a eso. Mientras admiraba el jardín Paty se sentó a mi lado – ¡Salud! – me dijo, ¿Cómo estás Sandy qué haces? ¿Admirando el panorama? La miré, le sonreí y le dije – No, el panorama no, veía el bufete que tenemos enfrente amiga, hay muchos chicos que lucen deliciosos y muchas chicas muy lindas también. – Si, J tiene amigos muy lindos y estos a su vez tienen amigos lindos que conocen a amigas lindas y así se hace la cadena además muchos pagaron por estar aquí, J hace este tipo de fiestas y le dejan muy buen dinero, por aquí vas a encontrar literalmente de todo, por ahí hay varios famosos y no solo hay bebidas, también hay otro tipo de golosinas que puedes disfrutar solo hay que ir a los lugares adecuados, por cierto ¿Quieres un pase? Y me ofreció un poco de coca que traía en una cruz que colgaba en su cuello. – No amiga, gracias – le dije, al rato que me haga falta te busco para que me regales un poco o si no buscaré esos lugares secretos que dices donde se consiguen las golosinas. Y vaya que había golosinas en ese lugar, tanto de carne como químicos solo había que ir, como decía Paty, a los lugares indicados.

Después de beber unas cervezas y charlar con algunas personas un chico muy guapo me invitó a bailar, generalmente no lo hago porque en verdad no se hacerlo pero algo en ese chico me gustó y decidí levantarme a bailar con él una pieza, cuando me levanté empezaba “Ahora quién” de Marck Anthony versión salsa, era muy raro porque en verdad estaba disfrutando del baile, normalmente no es así pero la estaba pasando tan bien que no me importó si hacía el ridículo o no, después de esa bailamos un par de piezas más también de salsa y después fuimos por bebidas, yo me pedí una cerveza y él pidió una cuba libre y nos sentamos a charlar, como siempre hablamos de tonterías y cosas triviales, me contó que es amigo de J desde que iban en la secundaria y que desde entonces son muy cercanos, seguimos charlando y bebiendo unos minutos más y se fue al baño, cuando me quedé sola otro chico se acercó a mi con una cerveza en la mano y me la entrego – No me gusta que las chicas lindas se queden sin bebida, soy M. Le sonreí y acepté la botella, él se pidió un vodka en las rocas y sin decirme nada me invitó a dar un paseo por el jardín cosa que me pareció intrigante y tenía ganas de hacerlo así que sin pensármelo mucho acepté; me tomó por la cintura y comenzamos a caminar. Me contó que era cineasta y que generalmente estaba buscando talentos, supuse que era un argumento que utilizaba para enganchar a las chicas pero lo dejé continuar, caminamos algunos minutos hasta que nos metimos a una de esas islas a media luz; detrás de los arbustos había un grupo de gente pasándola realmente bien, una de ellas mamaba una enorme verga negra mientras una chica le comía el coño y esta a su vez era penetrada analmente por una chica tv misma que mamaba una verga no muy grande pero si se veía deliciosa y era penetrada por un chico de enorme verga. Tirados en el piso había dos chicos masturbándose y una pareja practicaba un sesenta y nueve, era una escena deliciosa que comenzó a hacerme cosquillas en la entrepierna y debajo de la nuca. Nos quedamos parados mirando por unos minutos, tiempo que M aprovechó para parase detrás de mí y restregar su verga entre mis nalgas mientras me besaba el cuello y me manoseaba el abdomen y el pecho, cuando llegó a mi caramelo comenzó a manosearlo mientras continuaba restregando su verga entre mis nalgas pero tuve que detenerlo, no quería tener un accidente así que di un paso adelante le tomé la mano y comencé a caminar hacia otro lado alejándonos de ahí – Así son la mayoría de las islas, me dijo M al oído, conforme va descendiendo la luz también aumenta la diversión ¿Quieres ir a una zona oscura? Yo me moría de ganas así que le respondí que si pero que antes necesitábamos pasar por más bebida – Ahí encontrarás la bebida que quieras, y quizás algo más para llevarte a la boca – me respondió mientras me agarraba las nalgas y las separaba repegando su caramelo con el mío para después darme un beso enorme en la boca que duró unos minutos. Seguimos caminando hasta llegar a una zona oscura sin embargo una vez te acostumbraras a la oscuridad se podía ver algo, ahí había varios chicos y chicas sentados en una banca acolchada masturbándose unos a otros, algunos otros mamando y algunos más follando rodeados de más gente, había dos chicas a las que estaban haciendo doble penetración mientras mamaban unas deliciosas vergas y otros más se masturbaban a su alrededor, en uno de los costados había una pequeña barra donde había bebidas y una charola con frasquitos de poppers, coca, pastillas de éxtasis, LSD y otras drogas que no supe identificar además de cigarros de mariguana, en verdad había de todo en esa fiesta.

M me pasó una cerveza mientras el destapaba otra y me ofreció un poco de coca misma que rechacé pero si cogí un frasco de poppers, jamás los había usado y me parecía una excelente oportunidad para hacerlo, bebimos un poco sin charlar, los dos mirábamos lo que alcanzaban a ver nuestros ojos, al llegar a la mitad de la cerveza lo tomé de la mano y lo llevé al centro del lugar, ahí le pedí que se recostara y le quité las bermudas que traía; de inmediato me saltó su delicioso caramelo con el tamaño ideal, me puse en cuatro y empecé a mamarlo, tenía un olor y un sabor delicioso y cabía a la perfección en mi boca, en eso sentí como alguien comenzaba a deslizarme el biquini y al dejarlo en las rodillas comenzó a la lamerme el culito y a meter suavemente su lengua, eso me volvía loca y lo demostraba con mi boca, cuando levanté la mirada había un grupo de varios chicos rodeándonos y masturbándose así que se me ocurrió una idea y sin pensármelo mucho me incorporé, me acomodé sobre M y antes de meterme su caramelo inhale profundamente del frasco por ambas fosas nasales; casi de inmediato un mareo muy rico me invadió y un cosquilleo delicioso recorrió mi culito; lentamente fui metiendo su caramelo hasta sentirlo bien adentro y un orgasmo me sorprendió, lo disfruté por unos segundos y comencé a moverme sintiendo como entraba y salía su delicioso caramelo de mi culito hambriento, comencé a llamar a los chicos jalándolos del caramelo y comencé a aproximarlos a mí, conforme se iban acercando los iba recibiendo con mi boca y con mis manos mamando y masturbando cada caramelo que se me aproximaba y así se reunieron en mi derredor aproximadamente nueve chicos, yo estaba frenética rodeada de tantos caramelos y ensartada por uno bastante rico. Así estuvimos algunos minutos y en el momento en que llegaba al clímax sentí unos chorros de leche tibia que caían en mi rostro mientras M bufaba y se corría dentro de mí y sus espasmos me contraían el culito. En ese momento otro chico se corrió en mi boca y otro más en mi rostro, uno a uno comenzó a correrse sobre mi hasta que me dejaron llena de leche por dentro y por fuera, porque algunos chicos se corrieron dentro de mi boca ya que en mi éxtasis recibía gustosa la leche de quien fuera y en donde fuera.

Conforme se iban corriendo se iban alejando, me incorporé cuando se fue el último y me tumbé a un lado de M con la cara y el culo llenos de leche de macho, permanecimos en silencio durante unos minutos recobrándonos de los orgasmos hasta que se levantó y unos instantes después me ofrecía una caja con toallitas húmedas misma que acepté y comencé a limpiarme cara, cuello y culo; también di un trago a la cerveza hice un buche y escupí el trago, hice eso un par de veces antes de pedirle un cigarrillo a M. ¿Cómo estás? – me preguntó al tiempo que me encendía el cigarrillo. ¡Genial! – le respondí lanzando una bocanada de humo – con ganas de seguir la fiesta, esos poppers me dejaron el culito bastante alborotado y hambriento. Eso me parece muy bien, dijo M mientras me daba un rico beso mismo que respondí mientras sentía como su caramelo comenzaba a endurecerse para mi deleite; con mi mano izquierda comencé a acariciarlo mientras continuábamos besándonos y el me sobaba las nalgas y jugaba con mi culito. Yo tenía ganas de mamársela nuevamente así que me arrodillé y me metí su delicioso caramelo en la boca, primero despacio, jugando con su glande y saboreándolo, luego recorrí el tronco con la lengua y seguí hasta llegar a sus huevos que colgaban y me invitaban a lamerlos y meterlos en la boca así que sin pensarlo comencé a mamarle los huevos mientras lo masturbaba con una mano; el gruñía y me pedía que no parara  de chuparlos mientras me tomaba de la cabeza, yo obedecía extasiada sin dejar de masturbarlo. De repente me levantó de un tirón, me dio media vuelta y me puso en cuatro sobre el pasto, me abrió las nalgas y comenzó a lamer mi culito haciendo círculos y metiendo poco a poco la lengua para dilatarlo antes de penetrarlo, mientras lo hacía yo me incliné y levantaba lo más que podía mi culito para facilitarle las cosas y al estirar los brazos me encontré el frasco así que lo tomé para tenerlo cerca en el momento oportuno mismo que no tardó en llegar porque comencé a sentir como su glande se abría paso por mi culito y como se iba dilatando para recibir a su apreciado huésped, en ese momento inhale nuevamente del frasquito y esa sensación de cosquilleo volvió a invadirme y mezclados con la fricción de la penetración me provocó un orgasmo casi de inmediato; M me follaba cada vez más intensamente y yo estaba en el cielo gimiendo como una poseída mientras su delicioso caramelo entraba y salía de mi culito y justo cuando comencé a correrme M dio la última estocada metiendo todo su caramelo y estrellando sus huevos con los míos, y nuevamente sentía como se corrió dentro de mí, yo estaba extasiada de sobre manera y  corrernos al mismo tiempo que yo fue una sensación indescriptible que de solo recordarla me pone un poco cachonda.

Nos desplomamos en el césped y así nos quedamos hasta que se puso flácido y solito se salió, me urgía ir al baño además de un buen trago de cerveza así que se lo dije y me respondió levantándose y ayudándome a incorporarme, ahí me jaló y me besó nuevamente. Vamos, yo también necesito ir al baño y por un buen trago, diciendo eso se dio media vuelta para coger su ropa y de paso la mía, me acerqué a él y nos vestimos aprisa, cuando terminó se levantó me tomó de la mano y me dijo – El baño está por aquí, vamos y me levanté para seguirlo, cuando me voltee para coger mi bolso pude ver como un par de chicos se subían los pantalones, se notaba que se habían masturbando viéndonos cosa que me encantó.
Caminamos abrazados con su mano en mi nalga y la mía en la suya hasta entrar al baño, ahí me aseé y me arreglé el maquillaje, tenía que salir radiante y así fue; en la puerta, mientras esperaba a M, un par de chicos entraron al baño y uno de ellos me sonrió y me guiñó el ojo antes de meterse y al segundo salió a decirme que si no quería hacer un trio con él y su amigo, le respondí que si pero no ahí en el baño que nos buscáramos más tarde por las zonas a media luz, en eso salió M y me dijo – ahora si vamos por los tragos – mientras me tomaba de la mano y me jalaba apresuradamente pero antes de irme le guiñe el ojo al chico indicando que lo veía más tarde.

M y yo fuimos a la barra, pedimos unos whiskeys y comenzamos a charlar de no se que cosa, en realidad no le estaba poniendo mucha atención porque yo lo que quería era seguir follando y mamando no platicando así que se me ocurrió la idea de decirle que buscaría a una amiga y lo buscaba más tarde, le di un beso en los labios y me fui hacia dentro de la casa. Ahí había poca gente pero la mayoría charlaba ruidosamente, yo buscaba a Paty y mientras lo hacía deambulaba por los cuartos y las áreas de estar descubriendo cosas muy interesantes, pero eso se los contaré en la segunda parte de esta historia, por lo pronto les dejo muchos besos y me leerán muy pronto, estén seguros de eso. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario