domingo, 5 de mayo de 2019

La primera vez de Maria Parte 1


 
AUTORA: Maria


Soy un chico de 35 años que me llamo..... bueno esto no tiene importancia, vivo en Barcelona ,España Desde hace muchos años que tengo la afición y la necesidad de vestirme, de convertirme en mujer y de vivir como mujer , siempre que puedo.



Tengo la suerte de tener un trabajo que me permite realizarlo en una parte importante desde mi casa, lo que unido a que vivo sola me permite vivir mi papel femenino muchas horas al día y de la noche. Cuando me transformo en mujer mi nombre es Maria.



Desde hace unos 5 años salgo a la calle transformada de mujer, no muchas veces, pero al menos un par de veces al mes, para hacer mis compras femeninas, como ropa, zapatos etc. También voy a casa de algunas amigas o al cine y a tomar algunas copa con ellas, vamos como un grupo de mujeres para pasarlo bien



Hace mas o menos un mes fui invitada por mi amiga Marta a una pequeña fiesta que daba en su casa, allí me presentó a Ricardo, un chico de mas o menos mi edad, debe de medir mas de 185 cm, fuerte, moreno y muy guapo. Estuvimos hablando largo rato, yo le expliqué mi condición de travesti enseguida, pues no me gusta que después se queden cortados, lo que según me dijo no le importaba en absoluto.



Me pidió el teléfono para quedar otro día y nos despedimos. Me llamó al cabo de unos días invitándome a pasar con el un fin de semana en la costa, en una casa que tiene de Tossa de Mar, cerca de la playa a unos 80 km de Barcelona, acepté encantada. Antes me hizo prometer que seria Maria durante todas las horas del fin de semana. Fantástico. Quedamos que me pasaría a buscar el viernes a las 19 horas.




Durante los 3 o 4 días anteriores estuve preparando todo lo necesario para el fin de semana, ropa, lencería, zapatos, maquillaje, etc, al final llene 3 maletas.



El viernes Ricardo llego puntualmente a buscarme. Yo estaba radiante con un vestido rojo hasta la rodilla, medias negras y botas de puntera fina de unos 10 cm de tacón. Ricardo alabó mi aspecto de una forma muy amable y cariñosa, subí al coche de la forma mas femenina posible, con las rodillas juntas y nos fuimos hacia Tossa.



Llegamos antes de las 21 h., primero me enseñó la casa, grande y bonita con vista al mar y al final me enseñó un gran dormitorio con una cama enorme haciendo notar que " esta es nuestra habitación". Luego me dijo "Maria, ponte bien guapa que vamos a ir al pueblo a cenar a una marisquería".



Así lo hice, me puse un vestido ceñido de color negro hasta un poco por encima de la rodilla, medias negras y zapatos del mismo color de afilado tacón de mas de 10 cm.



El restaurante era de lujo, la cena estupenda. Ricardo me trató como si yo fuera su esposa, como a una mujer, salimos del restaurante cogidos de la mano, al llegar al coche nos besamos de una forma apasionada, su boca era cálida, su lengua penetraba dentro de mi, parecía ser un presagio de la que estaba por llegar.



Al llegar a la casa , Ricardo me cedió elegantemente el paso y solo cerrar la puerta nos fundimos en otro intenso beso, sus manos recorrían mis nalgas, mis pechos ( llevo unas prótesis de silicona del tipo medico, de las que usan las mujeres operadas, dentro de mi sostén ). Yo repuse estas caricias rozando la parte anterior de su pantalón, se notaba que su herramienta era enorme. Le dije " Voy a la habitación a cambiarme, ahora vuelvo"



Me cambié completamente, me puse un conjunto de encaje de braguita y sostén ( la braguita era muy ajustada, lo que hacia que mi " horrible " pene quedara escondido entre mis piernas ), medias y zapatos también negros. Me miré al espejo, estaba espléndida ( me depilo desde hace muchos años), encima me puse un camisón de seda también negro semitransparente, un poco de perfume Chanel nº 5 y ya estaba lista.



Ricardo entró en la habitación y con una agradable sonrisa dijo " Estas preciosa cariño".



Le agradecí el cumplido me tumbé en la cama recostada sobre un lado, dando unos pequeños golpes con la palma de la mano en la cama le indique a Ricardo que se uniera a mi. Se tumbó a mi lado, ahora me daba cuenta de lo alto y fuerte que era, en este momento me sentí totalmente sumisa y con ganas de darle placer a mi hombre, le animé a tocarme, a besarme a recorrer mi cuerpo, me besaba por todos los sitios. No podría esperar mucho mas.



Mi atrapado pene era incapaz de tener ninguna erección, lo apretado que estaba dentro de mi braguita se lo impedía, pero yo notaba como algunos fluidos se escapaban, sintiendo escalofríos por todo mi cuerpo, realmente perecía que tuviera un multiorgasmo femenino



Mis braguitas se estaban mojando. Estaba muy exitada y solo de sentir que Ricardo se ponía entre mis piernas las abrí completamente. Dándome un preservativo me dijo sonriendo " Pónmelo putita juguetona, no quiero dejarte embarazada". Se tumbó de espaladas en la cama y yo quedé maravillada de la enorme erección de Ricardo, la punta de su arma ya estaba lubricada por sus fluidos, le puse el condón suave y cariñosamente en su terrible mango



Viendo mi estado de agitación, me pregunto " Cariño ¿ Lo has hecho alguna vez con alguna arma de este tamaño ¿) . Y yo le contesté " No lo he hecho nunca. Aún soy virgen. Tu eres mi primer hombre ".



Mientras, yo acariciaba su miembro erecto y empecé a besarle el pecho , para seguir bajando por su estomago hacia su pene.



De forma deliberada empecé por besarle, lamerle y chuparle los testículos. Oía sus suspiros, sus jadeos, me di cuenta que estaba haciendo gozar a un hombre.



Noté por mis braguitas que yo también estaba mojada. Nunca antes había gozado de un placer multiorgasmico como ahora.



Ricardo no podría soportar el tormento mucho mas, me cogía la cabeza y dirigió mi boca hacia la punta de su erección. Le sonreí perversamente y después empecé a lamer y besar todo el tronco de su inmenso miembro, al mismo tiempo le acariciaba y presionaba suavemente sus testículos.



Conseguí que estuviera en un estado de exitación casi a punto de estallar, abrí mis labios de color rojo intenso y poco a poco pero sin pausa me fui comiendo la totalidad de su hermosa arma ( 25 cm de larga por 6 de diámetro).



Yo me sentía completamente femenina y tuve una agradable sorpresa cuando percibí que sus dedos jugueteaban en mi ano. Noté como estaba poniendo vaselina en mi agujero aún virgen y después noté en dolor pero también el placer de sus dedos entrando en mi orificio. Yo estaba en el extasis solo de pensar que dentro de un rato dejaría de ser virgen.



Ricardo levanto mis labios de su pene y me puso de tumbada de espaldas a la cama, me colocó un cojín en la zona lumbar, que hizo que mi ano quedara un poco levantado, se colocó entre mis piernas y al darse cuenta de mis miedos me dijo " Tranquila cielo, todo ira bien, iré despacio para que no te duela".



Me levanto el camisón, me acarició mis pechos. Ahora el que tenia todo el control de la situación era el y yo le rogaba que me tomara, que me penetrara.



Se puso de rodillas entre mis piernas y suavemente las colocó en sus hombros, quedando la parte posterior de mis rodillas apoyadas en sus hombros



Mi ano quedo así levantado a punto de ser penetrado. Para evitar algún grito de dolor por mi parte, puso su boca encima de la mía dándome un apasionado beso, inundando mi boca con su lengua, Su respiración se aceleró, puso la punta de su miembro en la entrada de mi lubricado agujero. Quise chillar, era un dolor intenso, me hacia mucho daño y eso que solo había introducido unos 5 cm de su descomunal arma, no podía chillar , estaba amordazada por su besos en la boca, pero el notó que me estaba haciendo daño.



Paró de empujar dejando su pene donde estaba durante unos 3 o 4 minutos hasta que mi esfínter anal se dilató y se acostumbró al invasor, el dolor se calmaba, luego empujo un poco mas. Continuamos así durante unos diez minutos hasta que consiguió que la mitad de su miembro estuviera dentro de mi, entonces empezó un lento y sueva movimiento hacia delante y hacia atrás. El dolor casi había desaparecido, me relaje y empecé a gozar de cada momento,



Mi ano-vagina se había agrandado y el empujaba hasta lo mas profundo dentro de mi, realmente la vaselina había echo bien su trabajo y mis miedos se habían transformado en una lujuriosa entrega. Deslicé mis piernas, aun enfundadas en las medias y con los zapatos de tacón, desde sus hombros hasta la cintura y lo enlace fuertemente con ellas, atrapando y apretando su cuerpo contra el mío, para que me penetrara mas profundo, le arañaba la espalda



Después abrí completamente las pierna para facilitarle la penetración, ahora ya sentía sus 25 cm dentro de mi, me sentía toda una mujer



Me sacó la braguita tipo tanga que aún llevaba sin sacar su miembro de dentro de mi, la braguita no había impido la penetración, al sacármela apareció mi pequeño pene totalmente mojado, Ricardo me susurró " Maria, tu hubieras de haber nacido mujer, nunca había visto un pene tan pequeño, mas parece un clítoris un poco grande ", esto me hizo feliz y le contesté " Tu me has hecho mujer Ricardo, te amo, te quiero, quiero que explotes dentro de mi, por favor, por favor, penétrame fuerte, has de mi una mujer de verdad"



Ricardo no necesitaba mis alientos, sus embestidas empezaron a ser mas fuertes y rugía de placer, después de unas embestidas bestiales explotó dentro de mi. Al mismo tiempo mi pequeño pene-clítoris también explotó, los dos a la vez en un orgasmo simultaneo.



En este momento no se como se sentía Ricardo, pero para mi fue la mejor sesión de sexo que había tenido hasta este momento en toda mi vida, después nos quedamos abrazados, besándonos y acariciándonos hasta que nos dormimos.



Cuando me desperté el Sábado por la mañana enseguida noté la respiración de mi "hombre" durmiendo a mi lado, deslicé mi mano hasta su entrepierna y después de unas caricias empecé a besar su flácido miembro, que reaccionó de inmediato empezando a crecer, pero esta es otra historia que ya os contaré, solo era Sábado por la mañana y aún quedaba un largo fin de semana por delante.





Al despertarme en la mañana de Sábado, lo primero que sentí fue la respiración rítmica de alguien a mi lado, era la respiración de Ricardo, mi hombre, fue una sensación muy agradable.



Me giré hacia el, despacio, lleve mis manos hasta su miembro que ahora estaba flácido, descansaba de la guerra que dio en la noche anterior, lentamente introduje su miembro en mi boca, sin dificultad, pues ahora debía de medir solo unos 10 cm, con mis caricias con la lengua y otras caricias con las manos en sus testículos, su pene despertó rápidamente, lo sentía crecer dentro de mi boca, al poco, ya estaba en forma, con sus esplendorosos 25 cm de largo, así ya no me cabía en la boca, empecé a lamer el glande, a besarla de arriba a bajo, pasar la lengua por todo la longitud del mástil, de la punta a la base.



Ricardo ya estaba despierto, pero continuaba en la posición de tumbado sobre sus espaldas en la cama, me dejaba hacer a mi, y yo continué con la espléndida mamada que le estaba haciendo a toda la extensión de su inmenso pene, la punta palpitaba y estaba muy lubricada por mi saliva y por sus propios fluidos preseminales.



Sin permitir que Ricardo cambiar de posición, me lubriqué a fondo mi ano con vaselina. Vaselina que tan bien había hecho su trabajo la noche anterior.



Con los pies planos encima de la cama, uno a cada lado de sus caderas, flexioné las rodillas y me fui sentando encima de Ricardo, hasta notar que la punta de su mástil rozaba mi sexo, entonces el me susurró " Cielo, ponme un preservativo antes de penetrarte". Pero, yo, que sabia que podía confiar en el, le respondí "No cariño, no es necesario, no creo que me dejes embarazada y además quiero que llenes mi culo con tu preciada leche".



En esta posición pronto me di cuenta de que era yo quien controlaba el ritmo de la situación. Muy despacio fui flexionando mas las rodillas. Noté como una parte de sus 25 cm iba entrando dentro de mi, me dolía pero también me daba placer, estuve unos pocos minutos con la mitad de su miembro emn mi interior, dando tiempo a que mi esfínter anal aceptara el diámetro del pene de Ricardo, después, de un solo golpe me deje caer encima de el, permitiendo que me ensartara de una sola vez hasta el final, note sus testículos junto a mi ano.



Dios , que dolor..., pero al cabo de unos 5 minutos el dolor fue disminuyendo, mi ano se había acostumbrado a estar atravesado por una herramienta de tan importante tamaño.



Entonces suavemente, lentamente, empecé a subir y a bajar mi cuerpo, para que su miembro gozara de un movimiento de entrada y salida, ahora ya no sentía dolor, solo sentía un inmenso placer, después las subidas y bajadas fueron ganando velocidad, mi cuerpo subía hasta solo dejar la punta de su glande dentro de mi y desde aquí me dejaba caer para me ensartara toda su herramienta de un solo golpe



Al cabo de unas cuantas de estas embestidas bestiales, note como el cuerpo de Ricardo se tensaba, anunciando un próximo orgasmo, en el mismo momento noté como de mi pequeño y casi flácido pene salían unos chorritos de leche, simultáneamente Ricardo tenia un orgasmo dentro de mi ano-vagina. Noté como sus chorros de caliente leche invadían mis intestinos de una forma salvaje, me sentí llena, fue fantástico, era el segundo orgasmo simultaneo que compartíamos en pocas horas. Este fue mejor que el anterior, pues al no haber usado preservativo, note mucho mejor su penetración y su eyaculación en mi interior,



Estuvimos un buen rato en esta posición, puesto que después de haber eyaculado, la erección de Ricardo no disminuye del todo, permitiendo quedarnos fundidos en un romántico abrazo y con mi culito aún penetrado.



Después nos ducharnos, teníamos que ir al pueblo, Ricardo me dijo que me esperaba en el coche mientras yo me vestía. Quería estar muy guapa. Me puse un body con ligueros de color blanco, medias de color marfil y zapatos de unos 4 cm de tacón de color blanco. Un vestido estampado de colores blanco y rojo muy primaveral y sobre todo muy femenino. Bien maquillada y bien peinada. El pelo es el mio natural, pues lo tengo bastante largo y solo lo he de peinar de forma femenina. Algunos anillos, pulseras, pendientes y con collar de perlas de 3 vueltas completaban mi vestuario



Salí de la casa en busca de Ricardo, al verme dijo " Cariño estas guapísima, vamos sube al coche que quiero comprarte unos regalos". Yo tambén quería comprarme un bañador, pues aunque aún es primavera, quería tomar un poco el sol en la piscina de "nuestra " casa.. Estuvimos paseando por el paseo marítimo cogidos de la mano como dos enamorados. Entramos en una boutique que tenían ropa de buenos diseñadores y complementos muy bonitos y de muy buenas marcas. Encontré un bañador blanco que me quedaba divino



Ricardo insistió en que me probara un par de vestidos que el escogió, uno era de gasa de color negro, de noche de DKNY y el otro era un vestido ajustado de color blanco y rojo de Armani. Insistió en regalármelos, también me regaló unos zapatos a juego para cada vestido. Me quedé con un par de color negro de raso de unos 12 cm de tacón para el vestido DKNY ( imposible andar con ellos sin ir de la mano de un hombre) y un par de mules de color rojo de unos 8 cm de tacón para el otro vestido



Volvimos a casa e inmediatamente que puse el bañador blanco y unas sandalias también blancas de 5 cm a juego. Con mis prótesis de silicona dentro del bañador y mis atributos masculinos bien sujetos por un mini , pero muy apretado tanga debajo del bañador estaba radiante y hermosa.





Estábamos tomado el sol en el césped que rodea la piscina y nos dirigimos hacia la casa, los dos llevábamos puesto el bañador, yo el de color blanco de una sola pieza atado en la nuca que me había comprado por la mañana, ya dentro de casa y en dirección a nuestra habitación yo iba delante seguida de Ricardo, un tanto descaradamente exageraba los movimientos de mis caderas y mi culo. Al entrar en la habitación noté como su cuerpo se pegaba a mi espalda, con las manos me tocaba, acariciaba y apretaba suavemente mis pechos. A través de mi bañador podría percibir perfectamente como su pene que ya estaba rampante pegado a mi trasero, me besaba en la nuca, en el cuello, los dos estábamos muy calientes.



Me di la vuelta para podernos fundir en un apasionado beso, las lenguas entraban y salían de nuestras bocas, buscando de una forma frenética enroscarse con la lengua de nuestro amante. De pie como estábamos fui descendiendo con mis besos por su amplio tórax, besando y mordisqueando sus pezones, al mismo tiempo con las manos le bajaba su bañador, para dejar salir su altivo miembro, que ya estaba apuntando al frente.



Yo, tenia esa maravillosa herramienta de 25 cm de largo delante de los ojos, empecé a lamerla como si de una golosina se tratara, primero el glande, después el tronco, luego los testículos, cuando ya había lamido todo el pene empecé por tragarme el glande, lo lamía, lo besaba, lo succionaba. Poco a poco iba tragándome mas y mas centímetros, notaba sus palpitaciones en mi boca, también notaba como mi pequeño pene estaba excitado, no erecto, pero si húmedo y mi orificio anal estaba empezando a palpitar de placer, pronto necesitaría algo dentro de mi para calmar estas sensaciones.



Ricardo, cariñosamente me ayudo a ponerme de pie, yo con mis manos continuaba el masaje a su pene y sus testículos, nos besamos, me deje llevar por mi macho, me indicó que pusiera un pie encima de la cama, que separara un poco de la cama el pie que tenia apoyado en el suelo y que inclinara el tronco hacia delante, quedando este paralelo al suelo. Me separó hacia un lado la fina tela del bañador, en esta posición mi orificio anal quedaba expuesto a la merced de Ricardo, el cual ya estaba detrás de mi untándose su miembro con vaselina, después con sus manos me iba separando las nalgas, primero note la humedad de la crema en mi ano, después como me acariciaba con un dedo la entrada de mi agujerito, este mismo dedo untado de crema empezó a entrar y salir de mi, yo estaba ya esperando su penetración, mi ano ya estaba abierto, ansioso, se empezaba a acostumbrar a tener relaciones sexuales cada pocas horas.



Noté como su glande se apoyaba en la entrada de mi agujero, poco a poco fue introduciendo la totalidad del glande, esta vez ya no me dolía nada, me tenia sujeta con sus manos en mis caderas. Estaba totalmente dilatada, con sus manos presionó ligeramente mis pechos y pellizcaba mis pezones, yo a pesar de mis prótesis de silicona insertadas en el bañador percibía perfectamente las caricias como si mis pechos fueran de verdad. De una sola, pero lenta estocada introdujo la totalidad de su gran miembro hasta el fondo, que placer, me temblaban las piernas, toda yo estaba vibrando, después empezó un movimiento lento pero rítmico de meter y sacar



Sacaba el pene casi hasta el final, para después de una suave embestida llegar hasta el fondo, yo notaba como sus testículos llegaban a chocar con mis nalgas. Se notaba que Ricardo era un experto, la posición en que me había puesto permitía una penetración muy profunda y muy placentera. Al mismo tiempo me besaba en la nuca, me mordisqueaba las orejas, hasta que me susurró al oído "Ahora, cariño, túmbate en la cama sobre un costado ". Dicho esto me desensartó despacio y me tumbé sobre mi costado derecho, Ricardo se instaló a mi espalda, yo le permitía que me indicara los movimientos que quería que yo hiciera. Tenia su brazo derecho por debajo de mi cuello y con la mano me acariciaba de forma alternativa mis pechos, con la mano izquierda me levantó mi pierna izquierda un poco flexionada.



Esto le daba una buena perspectiva a mi agujero anal, de un solo empujón, pues mi ano ya estaba totalmente relajado, me penetró hasta el final, empezando un constante movimiento de mete y saca, los dos empezamos a acelerar nuestra respiración, jadeábamos, estábamos a punto de tener un orgasmo simultaneo. Nuestros cuerpos se tensaron, noté como su miembro se tensaba hasta del máximo, entonces empecé a notar como chorros de liquido caliente se introducían en mis entrañas, en este momento me sentía la mujer mas feliz del mundo, al mismo instante, mi aprisionado y casi flácido pene tenia unos pequeños espasmos expulsando un poco de liquido seminal que quedo en el bañador,



Ricardo perdía la erección de forma muy lenta, lo que hacia aumentar mi sensación de placer, y así nos quedamos, con su miembro dentro de mi y su cuerpo pegado a mi espalda, nos dormimos en una bien merecida siesta hasta las 7 de la tarde, lo que pasó luego será motivo de otra parte de este relato que ya os contaré.

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