viernes, 31 de mayo de 2019

Viaje de encontrarme conmigo misma Parte 1


 
AUTORA: Tatiana


Yo no tuve un comienzo como todas las tv, ahora que me pongo a pensar que tal vez me hubiese gustado comenzar con que me atrajera la ropa femenina y todo eso, pero como todas tenemos una vida diferente pues a mí me toco vivirla de otra forma. Actualmente tengo 31 años y llevo una doble vida, sigo siendo tv de closet en la intimidad y pues hombre para la sociedad, tal vez el miedo de ser discriminada es lo que más temor me da y por lo tanto me es difícil salir del closet, como vivo aún en una sociedad conservadora donde se resisten al cambio pues hace aún más difícil las cosas y el simple hecho de necesitar el trabajo pues da mucho temor que por ser discriminada pueda perder el trabajo y por lo tanto no podría mantenerme o simplemente tendría que vender mi cuerpo para poder sobre existir, algo que no me gustaría hacerlo para nada, dar placer a un extraño por dinero, yo solo he dado placer a personas que conocía mucho o creía conocer y lo he hecho porque deseaba hacerlo o la mujer que llevo dentro de mí deseaba hacerlo. Bueno nos les voy aburrir con mis problemas existenciales, les relataré mi historia de cómo dejé salir a la mujer que llevo dentro.


Como les comenté en el párrafo anterior, yo nunca tuve el gusto por la ropa femenina, es mas no me atraía para nada, jugaba con mis amigos al fútbol u otra actividad de hombres, tenía más amigos que amigas y a esa edad pues me comenzaron a llamar la atención las chicas, pero toda esas ideas comenzaron a cambiar de la noche a la mañana por algo que me sucedió.

Estábamos en verano, mi amigo del barrio con el que siempre andábamos de arriba para abajo pues nos invitó a mí y a otros dos amigos más a pasar un fin de semana en su casa de campo, como sus padres tenía asuntos que atender en la capital pues no podían ir ese fin de semana y su hermana pues tampoco deseaba ir ya que tenía una fiesta, así que Juan Carlos, les preguntó a sus padres si podía ir a la casa del campo con unos amigos, ellos no vieron ningún inconveniente así que aceptaron, cuando Juan Carlos me lo dijo pues yo le dije que no había problema, es más me ayudo a convencer a mis padres para que me dieran permiso, para no ir los dos solos también les dijo a Enrique y Manuel, así que entre todos empezamos a pedir permiso a los padres respectivos, todos aceptaron sin mucho problema felizmente, así que quedó decidido que iríamos el viernes después del colegio a la casa de campo que quedaba a unas 2 horas de nuestras casas.

Me acuerdo que el jueves en la noche arreglé mis cosas para que cuando llegara del colegio el día viernes pues me cambiara, cogiera mis cosas y me fuera a la casa de Juan Carlos donde sería el punto de reunión, llego el día viernes y todos nos encontramos a la hora acordada en la casa de Juan Carlos, fuimos a comprar un poco de bocaditos y algo de comida, por supuesto que íbamos a comprar cerveza pero Juan Carlos nos dijo que allá la compráramos puesto que en la tienda cerca de su casa de campo pues se la vendían a él ya que lo conocían y también para no cargar peso. Todos contentos pues metimos los alimentos en las mochilas y salimos rumbo a la casa de campo, el viaje fue normal sin mayores problemas, llegamos aún cuando había sol, cuando entramos pues nos quedamos maravillados por el tamaño de su casa de campo, era realmente enorme, tenía piscina, cancha de tenis, cancha de mini fútbol, una cancha de vóley y la casa que estaba al medio de todo pues era grande, cuando entramos a la casa pues era bien bonita, la sala con varios sillones, el comedor con una mesa como para 10 personas, había un bar donde vimos que estaba bien surtido pero que no podíamos tocar ya que el padre de Juan Carlos se daría cuenta, la cocina era grande, dentro de la casa había un pequeño patio que justo tenía una puerta que daba al exterior donde estaba la piscina, en dicho patio había dos camerinos, uno para damas y el otro para hombres, y por último, cerca de la cocina había un cuarto que solo tenía una cama y una cómoda, era el cuarto para la empleada.

Cuando nos llevo al segundo piso nos quedamos aún mas asombrados, había una sala de estar donde había televisor, por supuesto que no era muy grande pero tenía un sillón como para 3 personas de ahí había dos pasillos, uno llevaba a la recámara principal y el otro a tres cuartos, estos tres cuartos compartían un solo baño y la recámara principal tenía su propio baño. Juan Carlos nos dijo que después escogiéramos cada uno un cuarto pero que aprovecháramos lo que quedaba del día ya que no era mucho, todos aceptamos y nos fuimos a poner ropa de baño.

Nos metimos primero a la piscina, después nos fuimos a jugar fútbol un rato, nos volvimos a meter a la piscina, de ahí cogimos las raquetas de tenis y empezamos a jugar, creo que solo Juan Carlos sabía cómo jugar tenis pero a los demás no nos importaba, lo importante era pasarla bien, cuando terminamos de jugar pues aún había sol y más o menos nos quedaba tiempo, así que para hacer más entretenido lo que quedaba del día pues hicimos una apuesta, haríamos diferentes deportes, patear penales, jugar tenis y natación, la persona que perdiera pues tendría un castigo y él que ganara en la mayoría de deportes pues le daría el castigo, todos aceptamos de buenas ganas ya que nos parecía interesante.

Comenzamos a patear penales, yo no era la mejor pero tampoco la peor, así que quedé tercera de cuatro, Juan Carlos quedo primero, Enrique segundo y Manuel último, de ahí nos fuimos a jugar tenis por supuesto que Juan Carlos terminó ganándonos a todos, Manuel quedo segundo, Enrique tercero y yo última, el último deporte sería la natación, Enrique terminó ganándole a Juan Carlos, Manuel llego tercero y yo última, sacando el puntaje pues yo terminé siendo última y Juan Carlos terminó ganando, como ya se estaba acabando el día pues Juan Carlos me dice que pensará en mi castigo y más tarde me lo dará, yo solo acepté con la cabeza y de ahí todos nos fuimos a bañar por última vez en la piscina y de ahí cada uno se fue a cambiar al baño.

Cuando salimos pues nos quedamos viendo televisión en la sala del segundo piso cuando Juan Carlos sale de la habitación principal y nos dice cuales serán nuestros cuartos, a Enrique le dio el último, a Manuel le dio el que estaba al frente y a mí me dio el primero que estaba frente al baño prácticamente, cuando entré pues el cuarto era grande, tenía un ropero bien grande empotrado a la pared, había posters de cantantes y un espejo bien grande pegado en la puerta del clóset, asumí que era el cuarto de la hermana de Juan Carlos que era de la misma edad que yo, tan solo dejé mis cosas y salí al instante para ir a ver televisión a la sala de abajo. Estábamos viendo una película cómica, en donde el chico se vestía de chica para poder ir a los cuartos de las chicas y robarles sus ropas interiores, todos nos reíamos por las ocurrencias que pasaban, cuando terminó la película pues Juan Carlos dijo que ya tenía mi castigo, yo tan solo le pregunté cuál sería, él me respondió que me tendría que vestir de chica todo el tiempo que estuviéramos en su casa, por supuesto que yo me reí ya que pensaba que era broma a lo que Juan Carlos me dijo que no era broma sino ese era mi castigo, yo me negué a cumplirlo puesto que me parecía humillante, pero la insistencia y también que lo tomara por el lado cómico así como la película pues terminé aceptando pero les dije que no había ropa de mujer, Juan Carlos nos llevó arriba a mi cuarto y abrió el closet, había bastantes vestidos playeros cortos colgados y también había dentro del closet dos muebles con 4 cajones cada mueble, me dijo que escogiera lo que quisiera y me lo pusiera puesto que su hermana tiene casi toda la ropa de verano en dicho closet, yo me quedé boca abierta pero como lo tomé a la broma pues le dije que salieran para cambiarme, ellos salieron del cuarto y se fueron a la sala del segundo piso a esperarme.

Cuando salieron pues lo primero que hice fue ver que me podía poner, en la película el chico solo usaba faldas o vestidos, así que opté por buscar eso mismo, solo encontré puros vestidos cortos con falda ancha o vestidos que se pegaban al cuerpo y con mini falda, al abrir los cajones de un mueble encontré shorts, pantalones, buzos y falditas, en el otro mueble encontré tops, bivirís, polos y un cajón lleno de ropas interiores de todos los colores, también encontré medias cortas. Estaba en un gran dilema puesto que no sabía ni que ponerme, así que lo dejé a la suerte, cerré los ojos y el primer vestido que cogiera pues ese me pondría, cogí uno celeste con flores blancas que era pegado la parte de arriba y una falda con pliegues ancha pero corta (la mitad de mi muslo más o menos), no me parecía feo pero tampoco me parecía bonito, simplemente lo tomé como en broma, así que me quite mi polo y mi short, me puse el vestido y listo, me fui a darles el encuentro en la sala del segundo piso, ni bien me vieron comenzaron a silbarme, pero Juan Carlos se paró y me preguntó si llevaba puesta mi ropa interior, yo le respondí que sí, Juan Carlos me dice que el castigo era completo por lo tanto tenía que vestirme totalmente de mujer y eso incluía la ropa interior, así que tenía que ir a cambiarme de nuevo, cuando me estaba volteando para ir a cambiarme pues Juan Carlos me dijo que usará también un sostén (brasier) y lo rellenara de medias si fuera posible para aparentar senos, solo asentí con mi cabeza y de ahí me fui a terminar de cambiarme.

Llegué al cuarto y me puse a buscar en los cajones de ropas interiores, vi cualquier cantidad de sostenes con sus respectivas trusas, también encontré bóxers, un par de hilos dentales, etc. Me quedé impresionada de la cantidad de modelos en ropa interior femenina, tan solo quería ponerme algo que no me violara y hiciera juego con el vestido celeste que traía puesto, felizmente encontré una trusa con su sostén de color turquesa (era el que más se parecía al celeste) ambos de encajes, lo saqué del cajón y me lo puse por encima de la ropa, realmente me veía ridícula así que me reí, me desnudé por completo y empecé poniéndome la trusa, me entro sin mayores problemas en ese momento pero después de caminar me di cuenta que se me metía todo en mi culito y tenía que estar sacándomela para que no me incomode, de ahí me puse el sostén metiendo un par de medias como me pidió Juan Carlos, me miré al espejo y aún me seguía viendo graciosa para mí, así que de ahí me puse el vestido, pero a diferencia de la primera vez este se adaptaba a mi supuesto busto y dejaba entallada mi cintura, busqué un par de medias tobilleras blancas y listo, cuando salí ahora sí que todos comenzaron a silbarme diciéndome que estaba bien rica, que era una mamacita, estás para comerte, etc. Yo solo me reí ya que me pareció graciosa la situación y pues aún tomaba todo como una broma, les dije para ir a ver televisión abajo, a lo que Juan Carlos me respondió que también tenía que hablar como chica ya que ese era el castigo, acepté hacerlo pensando que era un juego, les dije con mi voz lo mas femenina que pude en ese momento que si deseaban ir abajo a ver televisión, todos aceptaron.

Nos pusimos a ver televisión un rato sentados todos en la sala del primer piso, hablando de todo un poco, a lo que justo hablando con Enrique (yo con mi voz de chica) pues Enrique me preguntó mi nombre a lo que yo le respondí mi nombre de varón, Enrique me dice que ese no es un nombre adecuado para una chica, así que llamando a Manuel y Juan Carlos pues comenzaron a discutir que nombre tendría, como no llegaron a un acuerdo pues me darían nombres y yo escogería el que más me gustaría, me comenzaron a decir varios nombres, Úrsula, Karina, María, Carolina, Verónica, Rosario, Mariana (así se llama la hermana de Juan Carlos), Yesica, Kimberly, Mónica, Viviana, etc. Pensé por un rato y pues les dije que me gustaba más el nombre de Tatiana, todos asintieron en que desde ahora me llamaría Tatiana y pues durante estos días me llamarían como Tatiana.

Estuvimos un rato mas hasta que Manuel pregunta si iremos a comprar, todos aceptamos tan solo yo que dije que iría a cambiarme para ir con ellos, a lo que Enrique me dice que no puedo cambiarme y si deseo ir con ellos pues tendría que ser tal como estoy vestida, a lo que yo me negué rotundamente, como no podía cambiarme pues ni loca hubiera salido vestida de chica a la calle, así que preferí quedarme media enojada por lo mismo que el juego ya se estaba saliendo de control y pues no me parecía justo que me quedara en la casa sola esperándolos.

Felizmente no se tardaron mucho ya que me estaba comenzando aburrir de ver televisión, habían traído dos botellas de ron y dos botellas de coca cola, era suficiente como para dos días puesto que éramos tan solo cuatro, la verdad que no me importó mucho así que comenzamos a tomar cada uno con su vaso, estuvimos tomando hasta que pusieron una película pornográfica, no era la primera vez que veía una ya que antes nos habíamos juntado para verlas pero no puedo negar que me excitaba mucho ver las chicas y todo eso, todos estábamos excitados hasta que apareció una chica con rasgos orientales y dos chicos, cómo yo también tengo rasgos orientales (descendiente de china) pues los chicos empezaron a molestarme diciendo "miren ahí está Tatiana", "Tatiana te ves más rica sin mucha ropa", "Tatiana que rico culo tienes", "Tatiana no sabíamos que te gustaba tanto la verga", etc, así continuaron hasta que terminó la escena cuando los hombres llegaban en la boca y cara de la chica, después de eso pues siguieron molestándome por un rato mas diciendo cosas como lo que habían dicho antes, yo solo sonreía puesto que me comenzaba a incomodar estar como chica pero igual no les dije nada.

Ya nos habíamos acabado una botella de ron, estábamos comenzando a tomar la segunda cuando se nos ocurrió jugar póquer, cuando pregunté que sería la apuesta pues él que sugirió el juego dijo que serían las prendas, yo por supuesto que me negué ya que no pensaba desnudarme delante de ellos, después de insistir mucho mas el estar con tragos encima pues acepté pero dije que no me quitaría ni una prenda y por lo tanto pues sería mejor que pensaran en otro castigo para mí, todos aceptaron que no me quitara ninguna prenda pero que tenía que hacer el castigo que ellos decidieran, yo acepté gracias al alcohol que había ingerido, así que comenzamos a jugar, como estaba aún haciendo calor pues ellos estaban vestidos con un short, un polo y sus ropas interiores, yo tan solo traía puesto el vestido, mi sostén, mi trusa y un par de medias, el primero en perder fue Manuel que se sacó el polo, perdió nuevamente Manuel así que se quedo solo en ropa interior, de ahí perdió Juan Carlos que se sacó el polo, yo perdí la siguiente y como no se ponía de acuerdo en mi castigo pues jugaron ellos una mano y el que ganaba decidía mi castigo, perdí ante Enrique, me dijo que mi castigo sería hacer un baile para él, yo sin saber cómo hacerlo pues con un poco de música y alcohol, salió un baile medio extraño donde supuestamente trataba de ser sexy pero creo que nunca lo logré. Seguimos jugando, el siguiente en perder fue Enrique así que se sacó el polo, de ahí perdió Enrique de nuevo sacándose el short, de ahí perdí yo y jugaron otra mano como la anterior vez que perdí, esta vez Manuel ganó, su castigo fue que bailará delante de él pero que moviera bastante mis caderas, me paré delante de él y empecé a mover mis caderas, la verdad que dentro de mí pensé que estaba haciendo el ridículo, el siguiente en perder fue Enrique, cuando se quito su ropa interior no pudo ocultar que tenía una erección, todos nos reímos y yo no le di mucha importancia, así que de ahí perdió Juan Carlos, se quito el short, de ahí perdió Manuel y se quito su ropa interior, él si no tenía una erección como Enrique, así que seguimos jugando, el siguiente en perder fui yo, pero esta vez fue Juan Carlos que ganó mi castigo, mi castigo era que bailara dándole la espalda delante de él pero tenía que agacharme sin doblar las rodillas, de ahí que me sentara encima de él y moviera mis caderas un poco, no pensé nada malo así que hice lo que me pidió, no puedo negar que hasta el baile pues me pareció normal pero de ahí cuando me senté pude sentir su verga en mi culito, fue una sensación nueva, sin querer me gustó esa sensación pero no me excité o traté de aparentar que no sentí nada, me moví como me lo pidió por supuesto y justo cuando me estaba parando Juan Carlos me agarra de mis caderas y me hace sentarme en su verga, eso si me hizo sentir su verga en todo mi culito, eso si me excitó en ese momento, yo le increpé con mi voz de chica que era lo que estaba haciendo, él tan solo se disculpo mientras yo me paraba pero no pudo escapársele una sonrisa.

Seguimos jugando, el siguiente en perder fue Enrique así que como ya estaba desnudo pues jugamos para ver quien le daba el castigo, Manuel le dio el castigo de masturbarse por 20 segundos delante de nosotros, lo cual Enrique lo hizo sin problemas, el siguiente en perder fui yo nuevamente, Juan Carlos me daría el castigo, me pidió que después me lo daría ya que no se le ocurría nada, yo acepté sin mayores problemas, justo el siguiente en perder fue Juan Carlos, solo le quedaba su ropa interior, así que volteó hacía mí y me dijo: "Tatiana, tu castigo es que tú te arrodilles delante de mí y me quites mi ropa interior", Juan Carlos se paró, yo me arrodillé delante de él y con mi manos le bajé su ropa interior, cuando bajé su ropa interior saltó su verga totalmente erecto delante de mi cara, eso me asustó un poco y también me sorprendió ya que nunca había visto una verga tan cerca, tan solo me quedé mirándolo unos segundos de ahí me paré y me senté mientras ellos se reían, la siguiente en perder fui yo nuevamente, pero esta vez le toco a Manuel darme el castigo, su castigo fue dejarme levantar mi falda por él y que me dejara ver mi ropa interior un rato, yo dije que eso no era justo puesto que dije que no me quitaría ninguna prenda, pero ellos alegaron que no me la estaba quitando, yo acepté pero con la condición de hacerlo a solas puesto que me daba vergüenza hacerlo delante de todos, Manuel acepto y nos fuimos a la cocina, me levanto la falda y se quedó mirando mi ropa interior mientras me decía que tenía un hermoso culito y me veía bien sexy con esa ropa interior, yo tan solo le agradecí y él me soltó la falda, cuando volteó me doy cuenta que se había excitado, la verdad que no le di importancia así que nos fuimos al comedor a seguir jugando.

Cuando llegamos pues Juan Carlos y Enrique estaban esperando, vieron a Manuel y lo vieron excitado así que le preguntaron qué tal le había ido, él solo sonrió y dijo que estuvo muy bonita la vista, Juan Carlos y Enrique empezaron a silbar diciendo que también querían ver, yo solo me sonrojé y les pregunté si mejor nos íbamos a la sala a seguir jugando ya que los sillones eran mucho más cómodos, todos aceptaron así que nos fuimos a la sala a seguir jugando. Todos nos acomodamos moviendo los sillones para estar todos cada uno a un lado de la pequeña mesa donde habíamos puesto el trago, seguimos jugando y yo perdí de nuevo, nuevamente fue Manuel el que gano mi castigo, me pidió hacer lo mismo que hicimos hace un rato, yo le dije que no había problema así que nos fuimos de nuevo a la cocina y una vez que me volteé pues él me levanto la falda, me dijo de nuevo que tenía un culito bien rico y sin decirme nada me empezó a manosear mi trasero, yo al sentir esto di un salto y me alejé de él, le increpé que eso no era parte del castigo, él se disculpo diciéndome que no aguantó las ganas de meterme la mano ya que tenía un culito bien rico y pues quería sentir lo que era tocarle el culo a un chica, yo lo disculpé pero no puedo negar que mas salté por la electricidad que sentí cuando me tocó mi culito, de ahí nos fuimos donde estaban los demás, seguimos jugando y perdí yo de nuevo, pero esta vez fue Juan Carlos el que me daría el castigo, me dijo que mi castigo sería dejarme puntear (que dejará que él pegará su verga a mi culito mientras él simulaba que me estaba penetrando, todo con ropa por si acaso) por él, sabía que diría lo que diría pues encontrarían una excusa, así que dije que no valía eso y pues ellos argumentaron que era un castigo, tuve que aceptarlo pero al igual que Manuel le dije que lo hiciéramos en la cocina, cuando llegamos a la cocina, Juan Carlos me pide que volteé mirando lo pared, agache un poco el cuerpo sin doblar las rodillas y ponga mis manos en la pared (pose pollito tomando agua), yo lo hice como me lo pidió, en eso siento que me levanta la falda y apoya toda su verga en mi culito, eso si no puedo negar que me gustó mucho ya que fue una sensación tan deliciosa y su verga estaba bien caliente, soltó mi falda y me agarró de mis caderas empezando a moverse de arriba abajo diciéndome que estaba bien rica y que tenía un hermoso culo mientras no paraba de moverse, yo la verdad que no pude evitar excitarme, me gustaba sentir su verga por mi culito haciéndome delirar de mucho placer, primera vez que sentía una verga en mi culito y me estaba haciendo derretirme de placer, pero una parte de mí decía que estaba mal y esta parte le dijo a Juan Carlos que el tiempo del castigo ya se había terminado (fue menos de 15 segundos), Juan Carlos se movió un par de veces más y de ahí se alejó de mí, yo me acomodé la trusa y sentí que estaba mojada, en eso Juan Carlos me preguntó si me había gustado, a lo que sin darme cuenta le respondí que sí, él solo sonrió y me dijo que a él también le había gustado mucho ya que nunca había llegado tan lejos con una chica, yo solo pude sonrojarme.

Ambos regresamos de nuevo a la sala donde estaban los demás, no había pasado ni siquiera un minuto pero yo sentí como si hubiera pasado bastante tiempo, ni bien me senté pues repartieron las cartas, para variar pues perdí yo contra Juan Carlos, me pidió hacer lo mismo que hicimos hace un rato (dejarme puntear), yo le dije que no había problema pero en la cocina, así que fuimos a la cocina, me pidió igual que la vez anterior así que yo hice lo que me pidió, solo que esta vez hizo algo diferente, mete sus manos por debajo de mi falda manoseando mi culito antes de levantarme toda mi falda dejando mi culito al descubierto, por supuesto que yo me excite de sentir sus manos tocando mis nalgas, me dice que tengo un culito bien rico, bien paradito y que sin falda se ve bien delicioso como para meterle mano sin cansarse, yo solo me sonrojé y le di las gracias, de ahí tan solo pude sentir nuevamente su verga por todo mi culito, si la primera vez me excite pues ahora me excité mucho mas ya que en esta ocasión Juan Carlos me manoseó previamente, en eso siento que Juan Carlos me agarra mis nalgas con sus manos y las separa mientras no para de moverse, yo tan solo pude soltar un pequeño gemido de placer ya que lo estaba disfrutando mucho, mientras Juan Carlos no paraba de decirme entre gemidos: "Tatiana que rico culito tienes, eres una diosa", mi corazón estaba a mil por hora con todas las nuevas sensaciones tan ricas que estaba teniendo, era algo que no podría explicar pero me encantaba sin contar de que yo ya estaba bien excitada y por lo tanto el tiempo fue lo que menos me preocupó en ese momento, en eso después de un rato en esa posición, Juan Carlos me dice que me quede así en esa posición un rato, él se separa un poco y empieza a gemir más rápido, en pocos segundos da un gemido largo y siento algo caliente cayendo sobre mi culito mientras Juan Carlos no paraba de gemir de placer, yo me quede totalmente quieta sin saber qué hacer, sabía que Juan Carlos se había corrido pero no sabía cómo reaccionar, tan solo sentí un enorme placer al sentir el semen caliente caer sobre la parte descubierta de mi nalga, sentí tres chorros mas caer sobre mi trusa o mi nalga y de ahí sentí que Juan Carlos ponía su verga encima de mi culito para terminar de correrse encima de mi culito, mientras Juan Carlos no paraba de alabar mi culito y decirme lo mucho que le había gustado hacerlo de esa forma y correrse encima de mí culito, yo solo podía sentir como latía la verga de Juan Carlos encima de mi culito mientras terminaba de votar todo el semen, la dejo un rato encima de mi culito hasta que dejo de latir, se terminó de limpiar en mi trusa mientras yo empezaba a sentir como se comenzaba a chorrear el semen que había caído en mis nalgas por mis muslos, Juan Carlos se separó mientras yo con mi mano recogía el semen que se estaba chorreando sin darle mucha importancia, una vez que sentí que ya no chorreaba mas semen pues me erguí totalmente, mi faldita volvió a cubrir mi culito lleno de semen, yo sentía mojada mi trusa pero me llevé una gran sorpresa cuando la agarré para acomodármela, ya que estaba totalmente empapada de semen, acomodé como pude y de ahí sin quererlo empecé a oler mi mano, no puedo negar que tenía un olor bien fuerte, en ese momento no pude decir que olor tenía puesto que era la primera vez que olía el semen pero era un olor bien particular y que me gustaba mucho, le dije a Juan Carlos que me había mojado toda mi trusa a lo que él me pidió disculpas diciéndome que no pudo aguantarse ya que estaba tan rico mi culito que no aguanto correrse, yo le dije que no había problema que me había gustado también a mí pero tenía que ir a cambiarme puesto que estaba empapada mi trusa y no podría seguir jugando estando así, Juan Carlos tan solo me dijo que a él también le había gustado mucho y le gustaría repetirlo, yo le dije que después lo podríamos repetir pero que no se lo cuente a nadie, Juan Carlos solo sonrió y asintió con la cabeza.

Ahora venía el problema, tenía que ir a cambiarme y pues teníamos que pasar por donde estaban Enrique y Manuel, otro problemas mas era que nos habíamos quedado que otras veces, no sé cuánto tiempo exactamente pero sé que fueron cerca de 10 minutos, así que con Juan Carlos acordamos que él saliera primero diciendo que yo me fui al baño de la empleada que quedaba al finalizar la cocina y después de un rato pues salía yo, si preguntaban porque nos demoramos mucho pues Juan Carlos diría que estaba buscando algo de comer en la cocina y yo me fui al baño, hicimos eso y paso exactamente lo que habíamos dicho, pero mientras yo esperaba detrás de la puerta de la cocina pues escuchaba todo lo que preguntaban a Juan Carlos diciéndole que había pasado y todo eso, Juan Carlos no dijo nada solo que me punteo unos segundos y antes de salir pues yo me fui al baño y él estaba buscando algo de comer en la refrigeradora. Esperé dos minutos más o menos y salí de la cocina, cuando me estaba acercando donde ellos les dije que me sentía cansada y mejor me iba a descansar, por supuesto que todos empezaron a decir que no me vaya a dormir, pero la verdad después de la experiencia que tuve deseaba estar sola, después de que insistieran y al escuchar mi negativa pues todos dijeron que sería mejor ir a dormir también cosa que mañana la seguíamos, me despedí de todos con un beso en la mejilla y me fui a mi habitación.

Cuando llegué a mi habitación, lo primero que hice fue cerrar la puerta con llave, aún estaba fresca todas las sensaciones que tuve cuando Juan Carlos me manoseo, me hizo sentir su verga y se corrió encima de mi culito, tenía muchas ideas en la cabeza y al mismo tiempo tenía sentimientos encontrados, por un lado me había gustado todo lo que paso pero por otro lado pues pensaba que estaba mal lo que había pasado, estaba muy confundida sobre todo lo que había pasado en la noche desde que me vestí de chica, lo que comenzó como un juego terminó siendo algo muy serio para mí. Me fui hacía el ropero para sacar una trusa nueva ya que la que traía puesta aún estaba húmeda, encontré una trusa, un poco más atrevida (mas chica dejaba ver mas mis nalgas) que la anterior, de color blanca con corazones guindas y rojos, busqué un poco mas y encontré el brasier que hacía juego con la tanga, cerré el cajón de ropa interiores y abrí el de buzos, saqué un buzo plomo de lycra para irme a dormir, por último busqué un polo suelto de color blanco con una figura de osito. Me acerqué a la cama y dejé toda la ropa que me pondría como pijama, lo primero que hice fue sacarme la trusa que llevaba puesta, cuando me la terminé de quitar me vinieron todas esas sensaciones que tuve cuando estuve con Juan Carlos, sin querer empecé a oler la trusa con el semen de Juan Carlos, tenía un olor que me encantaba y al mismo tiempo sin darme cuenta me empecé a excitar, como me gustaba el olor pues me pregunté si me gustaría el sabor, como el semen que me había caído en mis nalgas pues ya estaba seco tan solo me quedaba la humedad de la trusa que estaba oliendo, sin si quiera pensarlo saqué solo la punta de mi lengua y la pasé por la trusa, tenía un sabor tan fuerte como el olor pero al mismo tiempo me gustaba dicho sabor, no lo pensé dos veces, saqué toda mi lengua y la pase por la trusa, el sabor se hizo mucho mas fuerte pero muy rico, es un sabor que aún ahora no podría explicarlo, todas mis confusiones se fueron a un lado y ahora solo pensaba que me había encantado mucho lo que había pasado, así que fui al baño, busqué papel, me eche en la cama y oliendo mi trusa con el semen de Juan Carlos me masturbe pensando que Juan Carlos me estaba haciendo todo lo que me hizo, tuve un orgasmo realmente asombroso, me había masturbado varias veces pero el placer que sentí cuando lo hice esta vez fue mucho mejor en todo sentido y más aún oliendo el semen de Juan Carlos, esperé un par de minutos para limpiar, me desnudé y me puse la pijama, solo que esta vez si me miré al espejo y fue la primera vez que veía que mi trasero era bien redondo y paradito, gracias a la lycra que se pegaba a mi trasero y piernas, me miré un rato mas al espejo diciéndome para mí misma que era toda una chica, apagué la luz y me fui a dormir.




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