Yo no tuve un comienzo como todas las tv, ahora que me pongo
a pensar que tal vez me hubiese gustado comenzar con que me atrajera la ropa
femenina y todo eso, pero como todas tenemos una vida diferente pues a mí me
toco vivirla de otra forma. Actualmente tengo 31 años y llevo una doble vida,
sigo siendo tv de closet en la intimidad y pues hombre para la sociedad, tal
vez el miedo de ser discriminada es lo que más temor me da y por lo tanto me es
difícil salir del closet, como vivo aún en una sociedad conservadora donde se
resisten al cambio pues hace aún más difícil las cosas y el simple hecho de
necesitar el trabajo pues da mucho temor que por ser discriminada pueda perder
el trabajo y por lo tanto no podría mantenerme o simplemente tendría que vender
mi cuerpo para poder sobre existir, algo que no me gustaría hacerlo para nada,
dar placer a un extraño por dinero, yo solo he dado placer a personas que
conocía mucho o creía conocer y lo he hecho porque deseaba hacerlo o la mujer
que llevo dentro de mí deseaba hacerlo. Bueno nos les voy aburrir con mis
problemas existenciales, les relataré mi historia de cómo dejé salir a la mujer
que llevo dentro.
Como les comenté en el párrafo anterior, yo nunca tuve el
gusto por la ropa femenina, es mas no me atraía para nada, jugaba con mis
amigos al fútbol u otra actividad de hombres, tenía más amigos que amigas y a
esa edad pues me comenzaron a llamar la atención las chicas, pero toda esas
ideas comenzaron a cambiar de la noche a la mañana por algo que me sucedió.
Estábamos
en verano, mi amigo del barrio con el que siempre andábamos de arriba para
abajo pues nos invitó a mí y a otros dos amigos más a pasar un fin de semana en
su casa de campo, como sus padres tenía asuntos que atender en la capital pues
no podían ir ese fin de semana y su hermana pues tampoco deseaba ir ya que
tenía una fiesta, así que Juan Carlos, les preguntó a sus padres si podía ir a
la casa del campo con unos amigos, ellos no vieron ningún inconveniente así que
aceptaron, cuando Juan Carlos me lo dijo pues yo le dije que no había problema,
es más me ayudo a convencer a mis padres para que me dieran permiso, para no ir
los dos solos también les dijo a Enrique y Manuel, así que entre todos
empezamos a pedir permiso a los padres respectivos, todos aceptaron sin mucho
problema felizmente, así que quedó decidido que iríamos el viernes después del
colegio a la casa de campo que quedaba a unas 2 horas de nuestras casas.
Me acuerdo
que el jueves en la noche arreglé mis cosas para que cuando llegara del colegio
el día viernes pues me cambiara, cogiera mis cosas y me fuera a la casa de Juan
Carlos donde sería el punto de reunión, llego el día viernes y todos nos
encontramos a la hora acordada en la casa de Juan Carlos, fuimos a comprar un
poco de bocaditos y algo de comida, por supuesto que íbamos a comprar cerveza
pero Juan Carlos nos dijo que allá la compráramos puesto que en la tienda cerca
de su casa de campo pues se la vendían a él ya que lo conocían y también para
no cargar peso. Todos contentos pues metimos los alimentos en las mochilas y
salimos rumbo a la casa de campo, el viaje fue normal sin mayores problemas,
llegamos aún cuando había sol, cuando entramos pues nos quedamos maravillados
por el tamaño de su casa de campo, era realmente enorme, tenía piscina, cancha
de tenis, cancha de mini fútbol, una cancha de vóley y la casa que estaba al
medio de todo pues era grande, cuando entramos a la casa pues era bien bonita,
la sala con varios sillones, el comedor con una mesa como para 10 personas,
había un bar donde vimos que estaba bien surtido pero que no podíamos tocar ya
que el padre de Juan Carlos se daría cuenta, la cocina era grande, dentro de la
casa había un pequeño patio que justo tenía una puerta que daba al exterior
donde estaba la piscina, en dicho patio había dos camerinos, uno para damas y
el otro para hombres, y por último, cerca de la cocina había un cuarto que solo
tenía una cama y una cómoda, era el cuarto para la empleada.
Cuando nos
llevo al segundo piso nos quedamos aún mas asombrados, había una sala de estar
donde había televisor, por supuesto que no era muy grande pero tenía un sillón
como para 3 personas de ahí había dos pasillos, uno llevaba a la recámara
principal y el otro a tres cuartos, estos tres cuartos compartían un solo baño
y la recámara principal tenía su propio baño. Juan Carlos nos dijo que después
escogiéramos cada uno un cuarto pero que aprovecháramos lo que quedaba del día
ya que no era mucho, todos aceptamos y nos fuimos a poner ropa de baño.
Nos metimos
primero a la piscina, después nos fuimos a jugar fútbol un rato, nos volvimos a
meter a la piscina, de ahí cogimos las raquetas de tenis y empezamos a jugar,
creo que solo Juan Carlos sabía cómo jugar tenis pero a los demás no nos
importaba, lo importante era pasarla bien, cuando terminamos de jugar pues aún
había sol y más o menos nos quedaba tiempo, así que para hacer más entretenido
lo que quedaba del día pues hicimos una apuesta, haríamos diferentes deportes,
patear penales, jugar tenis y natación, la persona que perdiera pues tendría un
castigo y él que ganara en la mayoría de deportes pues le daría el castigo,
todos aceptamos de buenas ganas ya que nos parecía interesante.
Comenzamos
a patear penales, yo no era la mejor pero tampoco la peor, así que quedé
tercera de cuatro, Juan Carlos quedo primero, Enrique segundo y Manuel último,
de ahí nos fuimos a jugar tenis por supuesto que Juan Carlos terminó ganándonos
a todos, Manuel quedo segundo, Enrique tercero y yo última, el último deporte
sería la natación, Enrique terminó ganándole a Juan Carlos, Manuel llego
tercero y yo última, sacando el puntaje pues yo terminé siendo última y Juan
Carlos terminó ganando, como ya se estaba acabando el día pues Juan Carlos me
dice que pensará en mi castigo y más tarde me lo dará, yo solo acepté con la
cabeza y de ahí todos nos fuimos a bañar por última vez en la piscina y de ahí
cada uno se fue a cambiar al baño.
Cuando salimos
pues nos quedamos viendo televisión en la sala del segundo piso cuando Juan
Carlos sale de la habitación principal y nos dice cuales serán nuestros
cuartos, a Enrique le dio el último, a Manuel le dio el que estaba al frente y
a mí me dio el primero que estaba frente al baño prácticamente, cuando entré
pues el cuarto era grande, tenía un ropero bien grande empotrado a la pared,
había posters de cantantes y un espejo bien grande pegado en la puerta del
clóset, asumí que era el cuarto de la hermana de Juan Carlos que era de la
misma edad que yo, tan solo dejé mis cosas y salí al instante para ir a ver
televisión a la sala de abajo. Estábamos viendo una película cómica, en donde
el chico se vestía de chica para poder ir a los cuartos de las chicas y robarles
sus ropas interiores, todos nos reíamos por las ocurrencias que pasaban, cuando
terminó la película pues Juan Carlos dijo que ya tenía mi castigo, yo tan solo
le pregunté cuál sería, él me respondió que me tendría que vestir de chica todo
el tiempo que estuviéramos en su casa, por supuesto que yo me reí ya que
pensaba que era broma a lo que Juan Carlos me dijo que no era broma sino ese
era mi castigo, yo me negué a cumplirlo puesto que me parecía humillante, pero
la insistencia y también que lo tomara por el lado cómico así como la película
pues terminé aceptando pero les dije que no había ropa de mujer, Juan Carlos
nos llevó arriba a mi cuarto y abrió el closet, había bastantes vestidos
playeros cortos colgados y también había dentro del closet dos muebles con 4
cajones cada mueble, me dijo que escogiera lo que quisiera y me lo pusiera
puesto que su hermana tiene casi toda la ropa de verano en dicho closet, yo me
quedé boca abierta pero como lo tomé a la broma pues le dije que salieran para
cambiarme, ellos salieron del cuarto y se fueron a la sala del segundo piso a
esperarme.
Cuando
salieron pues lo primero que hice fue ver que me podía poner, en la película el
chico solo usaba faldas o vestidos, así que opté por buscar eso mismo, solo
encontré puros vestidos cortos con falda ancha o vestidos que se pegaban al
cuerpo y con mini falda, al abrir los cajones de un mueble encontré shorts,
pantalones, buzos y falditas, en el otro mueble encontré tops, bivirís, polos y
un cajón lleno de ropas interiores de todos los colores, también encontré
medias cortas. Estaba en un gran dilema puesto que no sabía ni que ponerme, así
que lo dejé a la suerte, cerré los ojos y el primer vestido que cogiera pues
ese me pondría, cogí uno celeste con flores blancas que era pegado la parte de
arriba y una falda con pliegues ancha pero corta (la mitad de mi muslo más o
menos), no me parecía feo pero tampoco me parecía bonito, simplemente lo tomé
como en broma, así que me quite mi polo y mi short, me puse el vestido y listo,
me fui a darles el encuentro en la sala del segundo piso, ni bien me vieron
comenzaron a silbarme, pero Juan Carlos se paró y me preguntó si llevaba puesta
mi ropa interior, yo le respondí que sí, Juan Carlos me dice que el castigo era
completo por lo tanto tenía que vestirme totalmente de mujer y eso incluía la
ropa interior, así que tenía que ir a cambiarme de nuevo, cuando me estaba
volteando para ir a cambiarme pues Juan Carlos me dijo que usará también un
sostén (brasier) y lo rellenara de medias si fuera posible para aparentar
senos, solo asentí con mi cabeza y de ahí me fui a terminar de cambiarme.
Llegué al
cuarto y me puse a buscar en los cajones de ropas interiores, vi cualquier
cantidad de sostenes con sus respectivas trusas, también encontré bóxers, un par
de hilos dentales, etc. Me quedé impresionada de la cantidad de modelos en ropa
interior femenina, tan solo quería ponerme algo que no me violara y hiciera
juego con el vestido celeste que traía puesto, felizmente encontré una trusa
con su sostén de color turquesa (era el que más se parecía al celeste) ambos de
encajes, lo saqué del cajón y me lo puse por encima de la ropa, realmente me
veía ridícula así que me reí, me desnudé por completo y empecé poniéndome la
trusa, me entro sin mayores problemas en ese momento pero después de caminar me
di cuenta que se me metía todo en mi culito y tenía que estar sacándomela para
que no me incomode, de ahí me puse el sostén metiendo un par de medias como me
pidió Juan Carlos, me miré al espejo y aún me seguía viendo graciosa para mí,
así que de ahí me puse el vestido, pero a diferencia de la primera vez este se
adaptaba a mi supuesto busto y dejaba entallada mi cintura, busqué un par de
medias tobilleras blancas y listo, cuando salí ahora sí que todos comenzaron a silbarme
diciéndome que estaba bien rica, que era una mamacita, estás para comerte, etc.
Yo solo me reí ya que me pareció graciosa la situación y pues aún tomaba todo
como una broma, les dije para ir a ver televisión abajo, a lo que Juan Carlos
me respondió que también tenía que hablar como chica ya que ese era el castigo,
acepté hacerlo pensando que era un juego, les dije con mi voz lo mas femenina
que pude en ese momento que si deseaban ir abajo a ver televisión, todos
aceptaron.
Nos pusimos
a ver televisión un rato sentados todos en la sala del primer piso, hablando de
todo un poco, a lo que justo hablando con Enrique (yo con mi voz de chica) pues
Enrique me preguntó mi nombre a lo que yo le respondí mi nombre de varón,
Enrique me dice que ese no es un nombre adecuado para una chica, así que
llamando a Manuel y Juan Carlos pues comenzaron a discutir que nombre tendría,
como no llegaron a un acuerdo pues me darían nombres y yo escogería el que más
me gustaría, me comenzaron a decir varios nombres, Úrsula, Karina, María,
Carolina, Verónica, Rosario, Mariana (así se llama la hermana de Juan Carlos),
Yesica, Kimberly, Mónica, Viviana, etc. Pensé por un rato y pues les dije que
me gustaba más el nombre de Tatiana, todos asintieron en que desde ahora me
llamaría Tatiana y pues durante estos días me llamarían como Tatiana.
Estuvimos
un rato mas hasta que Manuel pregunta si iremos a comprar, todos aceptamos tan
solo yo que dije que iría a cambiarme para ir con ellos, a lo que Enrique me
dice que no puedo cambiarme y si deseo ir con ellos pues tendría que ser tal
como estoy vestida, a lo que yo me negué rotundamente, como no podía cambiarme
pues ni loca hubiera salido vestida de chica a la calle, así que preferí
quedarme media enojada por lo mismo que el juego ya se estaba saliendo de
control y pues no me parecía justo que me quedara en la casa sola esperándolos.
Felizmente
no se tardaron mucho ya que me estaba comenzando aburrir de ver televisión,
habían traído dos botellas de ron y dos botellas de coca cola, era suficiente
como para dos días puesto que éramos tan solo cuatro, la verdad que no me
importó mucho así que comenzamos a tomar cada uno con su vaso, estuvimos
tomando hasta que pusieron una película pornográfica, no era la primera vez que
veía una ya que antes nos habíamos juntado para verlas pero no puedo negar que
me excitaba mucho ver las chicas y todo eso, todos estábamos excitados hasta
que apareció una chica con rasgos orientales y dos chicos, cómo yo también
tengo rasgos orientales (descendiente de china) pues los chicos empezaron a
molestarme diciendo "miren ahí está Tatiana", "Tatiana te ves
más rica sin mucha ropa", "Tatiana que rico culo tienes",
"Tatiana no sabíamos que te gustaba tanto la verga", etc, así continuaron
hasta que terminó la escena cuando los hombres llegaban en la boca y cara de la
chica, después de eso pues siguieron molestándome por un rato mas diciendo
cosas como lo que habían dicho antes, yo solo sonreía puesto que me comenzaba a
incomodar estar como chica pero igual no les dije nada.
Ya nos
habíamos acabado una botella de ron, estábamos comenzando a tomar la segunda
cuando se nos ocurrió jugar póquer, cuando pregunté que sería la apuesta pues
él que sugirió el juego dijo que serían las prendas, yo por supuesto que me
negué ya que no pensaba desnudarme delante de ellos, después de insistir mucho
mas el estar con tragos encima pues acepté pero dije que no me quitaría ni una
prenda y por lo tanto pues sería mejor que pensaran en otro castigo para mí,
todos aceptaron que no me quitara ninguna prenda pero que tenía que hacer el
castigo que ellos decidieran, yo acepté gracias al alcohol que había ingerido,
así que comenzamos a jugar, como estaba aún haciendo calor pues ellos estaban
vestidos con un short, un polo y sus ropas interiores, yo tan solo traía puesto
el vestido, mi sostén, mi trusa y un par de medias, el primero en perder fue
Manuel que se sacó el polo, perdió nuevamente Manuel así que se quedo solo en
ropa interior, de ahí perdió Juan Carlos que se sacó el polo, yo perdí la siguiente
y como no se ponía de acuerdo en mi castigo pues jugaron ellos una mano y el
que ganaba decidía mi castigo, perdí ante Enrique, me dijo que mi castigo sería
hacer un baile para él, yo sin saber cómo hacerlo pues con un poco de música y
alcohol, salió un baile medio extraño donde supuestamente trataba de ser sexy
pero creo que nunca lo logré. Seguimos jugando, el siguiente en perder fue
Enrique así que se sacó el polo, de ahí perdió Enrique de nuevo sacándose el
short, de ahí perdí yo y jugaron otra mano como la anterior vez que perdí, esta
vez Manuel ganó, su castigo fue que bailará delante de él pero que moviera
bastante mis caderas, me paré delante de él y empecé a mover mis caderas, la
verdad que dentro de mí pensé que estaba haciendo el ridículo, el siguiente en
perder fue Enrique, cuando se quito su ropa interior no pudo ocultar que tenía
una erección, todos nos reímos y yo no le di mucha importancia, así que de ahí
perdió Juan Carlos, se quito el short, de ahí perdió Manuel y se quito su ropa
interior, él si no tenía una erección como Enrique, así que seguimos jugando,
el siguiente en perder fui yo, pero esta vez fue Juan Carlos que ganó mi
castigo, mi castigo era que bailara dándole la espalda delante de él pero tenía
que agacharme sin doblar las rodillas, de ahí que me sentara encima de él y
moviera mis caderas un poco, no pensé nada malo así que hice lo que me pidió,
no puedo negar que hasta el baile pues me pareció normal pero de ahí cuando me
senté pude sentir su verga en mi culito, fue una sensación nueva, sin querer me
gustó esa sensación pero no me excité o traté de aparentar que no sentí nada,
me moví como me lo pidió por supuesto y justo cuando me estaba parando Juan
Carlos me agarra de mis caderas y me hace sentarme en su verga, eso si me hizo
sentir su verga en todo mi culito, eso si me excitó en ese momento, yo le
increpé con mi voz de chica que era lo que estaba haciendo, él tan solo se
disculpo mientras yo me paraba pero no pudo escapársele una sonrisa.
Seguimos
jugando, el siguiente en perder fue Enrique así que como ya estaba desnudo pues
jugamos para ver quien le daba el castigo, Manuel le dio el castigo de
masturbarse por 20 segundos delante de nosotros, lo cual Enrique lo hizo sin
problemas, el siguiente en perder fui yo nuevamente, Juan Carlos me daría el
castigo, me pidió que después me lo daría ya que no se le ocurría nada, yo
acepté sin mayores problemas, justo el siguiente en perder fue Juan Carlos,
solo le quedaba su ropa interior, así que volteó hacía mí y me dijo: "Tatiana,
tu castigo es que tú te arrodilles delante de mí y me quites mi ropa
interior", Juan Carlos se paró, yo me arrodillé delante de él y con mi
manos le bajé su ropa interior, cuando bajé su ropa interior saltó su verga
totalmente erecto delante de mi cara, eso me asustó un poco y también me
sorprendió ya que nunca había visto una verga tan cerca, tan solo me quedé
mirándolo unos segundos de ahí me paré y me senté mientras ellos se reían, la
siguiente en perder fui yo nuevamente, pero esta vez le toco a Manuel darme el
castigo, su castigo fue dejarme levantar mi falda por él y que me dejara ver mi
ropa interior un rato, yo dije que eso no era justo puesto que dije que no me
quitaría ninguna prenda, pero ellos alegaron que no me la estaba quitando, yo
acepté pero con la condición de hacerlo a solas puesto que me daba vergüenza
hacerlo delante de todos, Manuel acepto y nos fuimos a la cocina, me levanto la
falda y se quedó mirando mi ropa interior mientras me decía que tenía un
hermoso culito y me veía bien sexy con esa ropa interior, yo tan solo le
agradecí y él me soltó la falda, cuando volteó me doy cuenta que se había
excitado, la verdad que no le di importancia así que nos fuimos al comedor a
seguir jugando.
Cuando
llegamos pues Juan Carlos y Enrique estaban esperando, vieron a Manuel y lo
vieron excitado así que le preguntaron qué tal le había ido, él solo sonrió y
dijo que estuvo muy bonita la vista, Juan Carlos y Enrique empezaron a silbar
diciendo que también querían ver, yo solo me sonrojé y les pregunté si mejor
nos íbamos a la sala a seguir jugando ya que los sillones eran mucho más
cómodos, todos aceptaron así que nos fuimos a la sala a seguir jugando. Todos
nos acomodamos moviendo los sillones para estar todos cada uno a un lado de la
pequeña mesa donde habíamos puesto el trago, seguimos jugando y yo perdí de
nuevo, nuevamente fue Manuel el que gano mi castigo, me pidió hacer lo mismo
que hicimos hace un rato, yo le dije que no había problema así que nos fuimos
de nuevo a la cocina y una vez que me volteé pues él me levanto la falda, me
dijo de nuevo que tenía un culito bien rico y sin decirme nada me empezó a
manosear mi trasero, yo al sentir esto di un salto y me alejé de él, le increpé
que eso no era parte del castigo, él se disculpo diciéndome que no aguantó las
ganas de meterme la mano ya que tenía un culito bien rico y pues quería sentir
lo que era tocarle el culo a un chica, yo lo disculpé pero no puedo negar que
mas salté por la electricidad que sentí cuando me tocó mi culito, de ahí nos
fuimos donde estaban los demás, seguimos jugando y perdí yo de nuevo, pero esta
vez fue Juan Carlos el que me daría el castigo, me dijo que mi castigo sería
dejarme puntear (que dejará que él pegará su verga a mi culito mientras él
simulaba que me estaba penetrando, todo con ropa por si acaso) por él, sabía
que diría lo que diría pues encontrarían una excusa, así que dije que no valía
eso y pues ellos argumentaron que era un castigo, tuve que aceptarlo pero al
igual que Manuel le dije que lo hiciéramos en la cocina, cuando llegamos a la
cocina, Juan Carlos me pide que volteé mirando lo pared, agache un poco el
cuerpo sin doblar las rodillas y ponga mis manos en la pared (pose pollito
tomando agua), yo lo hice como me lo pidió, en eso siento que me levanta la
falda y apoya toda su verga en mi culito, eso si no puedo negar que me gustó
mucho ya que fue una sensación tan deliciosa y su verga estaba bien caliente,
soltó mi falda y me agarró de mis caderas empezando a moverse de arriba abajo
diciéndome que estaba bien rica y que tenía un hermoso culo mientras no paraba
de moverse, yo la verdad que no pude evitar excitarme, me gustaba sentir su
verga por mi culito haciéndome delirar de mucho placer, primera vez que sentía una
verga en mi culito y me estaba haciendo derretirme de placer, pero una parte de
mí decía que estaba mal y esta parte le dijo a Juan Carlos que el tiempo del
castigo ya se había terminado (fue menos de 15 segundos), Juan Carlos se movió
un par de veces más y de ahí se alejó de mí, yo me acomodé la trusa y sentí que
estaba mojada, en eso Juan Carlos me preguntó si me había gustado, a lo que sin
darme cuenta le respondí que sí, él solo sonrió y me dijo que a él también le
había gustado mucho ya que nunca había llegado tan lejos con una chica, yo solo
pude sonrojarme.
Ambos
regresamos de nuevo a la sala donde estaban los demás, no había pasado ni
siquiera un minuto pero yo sentí como si hubiera pasado bastante tiempo, ni
bien me senté pues repartieron las cartas, para variar pues perdí yo contra
Juan Carlos, me pidió hacer lo mismo que hicimos hace un rato (dejarme
puntear), yo le dije que no había problema pero en la cocina, así que fuimos a
la cocina, me pidió igual que la vez anterior así que yo hice lo que me pidió,
solo que esta vez hizo algo diferente, mete sus manos por debajo de mi falda
manoseando mi culito antes de levantarme toda mi falda dejando mi culito al
descubierto, por supuesto que yo me excite de sentir sus manos tocando mis
nalgas, me dice que tengo un culito bien rico, bien paradito y que sin falda se
ve bien delicioso como para meterle mano sin cansarse, yo solo me sonrojé y le
di las gracias, de ahí tan solo pude sentir nuevamente su verga por todo mi
culito, si la primera vez me excite pues ahora me excité mucho mas ya que en
esta ocasión Juan Carlos me manoseó previamente, en eso siento que Juan Carlos
me agarra mis nalgas con sus manos y las separa mientras no para de moverse, yo
tan solo pude soltar un pequeño gemido de placer ya que lo estaba disfrutando
mucho, mientras Juan Carlos no paraba de decirme entre gemidos: "Tatiana
que rico culito tienes, eres una diosa", mi corazón estaba a mil por hora
con todas las nuevas sensaciones tan ricas que estaba teniendo, era algo que no
podría explicar pero me encantaba sin contar de que yo ya estaba bien excitada
y por lo tanto el tiempo fue lo que menos me preocupó en ese momento, en eso
después de un rato en esa posición, Juan Carlos me dice que me quede así en esa
posición un rato, él se separa un poco y empieza a gemir más rápido, en pocos
segundos da un gemido largo y siento algo caliente cayendo sobre mi culito
mientras Juan Carlos no paraba de gemir de placer, yo me quede totalmente
quieta sin saber qué hacer, sabía que Juan Carlos se había corrido pero no
sabía cómo reaccionar, tan solo sentí un enorme placer al sentir el semen
caliente caer sobre la parte descubierta de mi nalga, sentí tres chorros mas
caer sobre mi trusa o mi nalga y de ahí sentí que Juan Carlos ponía su verga
encima de mi culito para terminar de correrse encima de mi culito, mientras
Juan Carlos no paraba de alabar mi culito y decirme lo mucho que le había
gustado hacerlo de esa forma y correrse encima de mí culito, yo solo podía
sentir como latía la verga de Juan Carlos encima de mi culito mientras
terminaba de votar todo el semen, la dejo un rato encima de mi culito hasta que
dejo de latir, se terminó de limpiar en mi trusa mientras yo empezaba a sentir
como se comenzaba a chorrear el semen que había caído en mis nalgas por mis
muslos, Juan Carlos se separó mientras yo con mi mano recogía el semen que se
estaba chorreando sin darle mucha importancia, una vez que sentí que ya no
chorreaba mas semen pues me erguí totalmente, mi faldita volvió a cubrir mi
culito lleno de semen, yo sentía mojada mi trusa pero me llevé una gran
sorpresa cuando la agarré para acomodármela, ya que estaba totalmente empapada
de semen, acomodé como pude y de ahí sin quererlo empecé a oler mi mano, no
puedo negar que tenía un olor bien fuerte, en ese momento no pude decir que
olor tenía puesto que era la primera vez que olía el semen pero era un olor
bien particular y que me gustaba mucho, le dije a Juan Carlos que me había
mojado toda mi trusa a lo que él me pidió disculpas diciéndome que no pudo aguantarse
ya que estaba tan rico mi culito que no aguanto correrse, yo le dije que no
había problema que me había gustado también a mí pero tenía que ir a cambiarme
puesto que estaba empapada mi trusa y no podría seguir jugando estando así,
Juan Carlos tan solo me dijo que a él también le había gustado mucho y le
gustaría repetirlo, yo le dije que después lo podríamos repetir pero que no se
lo cuente a nadie, Juan Carlos solo sonrió y asintió con la cabeza.
Ahora venía
el problema, tenía que ir a cambiarme y pues teníamos que pasar por donde
estaban Enrique y Manuel, otro problemas mas era que nos habíamos quedado que
otras veces, no sé cuánto tiempo exactamente pero sé que fueron cerca de 10
minutos, así que con Juan Carlos acordamos que él saliera primero diciendo que
yo me fui al baño de la empleada que quedaba al finalizar la cocina y después
de un rato pues salía yo, si preguntaban porque nos demoramos mucho pues Juan
Carlos diría que estaba buscando algo de comer en la cocina y yo me fui al
baño, hicimos eso y paso exactamente lo que habíamos dicho, pero mientras yo
esperaba detrás de la puerta de la cocina pues escuchaba todo lo que
preguntaban a Juan Carlos diciéndole que había pasado y todo eso, Juan Carlos
no dijo nada solo que me punteo unos segundos y antes de salir pues yo me fui
al baño y él estaba buscando algo de comer en la refrigeradora. Esperé dos
minutos más o menos y salí de la cocina, cuando me estaba acercando donde ellos
les dije que me sentía cansada y mejor me iba a descansar, por supuesto que
todos empezaron a decir que no me vaya a dormir, pero la verdad después de la
experiencia que tuve deseaba estar sola, después de que insistieran y al
escuchar mi negativa pues todos dijeron que sería mejor ir a dormir también
cosa que mañana la seguíamos, me despedí de todos con un beso en la mejilla y
me fui a mi habitación.
Cuando llegué a mi habitación, lo primero que hice fue
cerrar la puerta con llave, aún estaba fresca todas las sensaciones que tuve
cuando Juan Carlos me manoseo, me hizo sentir su verga y se corrió encima de mi
culito, tenía muchas ideas en la cabeza y al mismo tiempo tenía sentimientos
encontrados, por un lado me había gustado todo lo que paso pero por otro lado
pues pensaba que estaba mal lo que había pasado, estaba muy confundida sobre
todo lo que había pasado en la noche desde que me vestí de chica, lo que
comenzó como un juego terminó siendo algo muy serio para mí. Me fui hacía el
ropero para sacar una trusa nueva ya que la que traía puesta aún estaba húmeda,
encontré una trusa, un poco más atrevida (mas chica dejaba ver mas mis nalgas)
que la anterior, de color blanca con corazones guindas y rojos, busqué un poco
mas y encontré el brasier que hacía juego con la tanga, cerré el cajón de ropa
interiores y abrí el de buzos, saqué un buzo plomo de lycra para irme a dormir,
por último busqué un polo suelto de color blanco con una figura de osito. Me acerqué a la cama y dejé toda la
ropa que me pondría como pijama, lo primero que hice fue sacarme la trusa que
llevaba puesta, cuando me la terminé de quitar me vinieron todas esas
sensaciones que tuve cuando estuve con Juan Carlos, sin querer empecé a oler la
trusa con el semen de Juan Carlos, tenía un olor que me encantaba y al mismo
tiempo sin darme cuenta me empecé a excitar, como me gustaba el olor pues me
pregunté si me gustaría el sabor, como el semen que me había caído en mis
nalgas pues ya estaba seco tan solo me quedaba la humedad de la trusa que
estaba oliendo, sin si quiera pensarlo saqué solo la punta de mi lengua y la pasé
por la trusa, tenía un sabor tan fuerte como el olor pero al mismo tiempo me
gustaba dicho sabor, no lo pensé dos veces, saqué toda mi lengua y la pase por
la trusa, el sabor se hizo mucho mas fuerte pero muy rico, es un sabor que aún
ahora no podría explicarlo, todas mis confusiones se fueron a un lado y ahora
solo pensaba que me había encantado mucho lo que había pasado, así que fui al
baño, busqué papel, me eche en la cama y oliendo mi trusa con el semen de Juan
Carlos me masturbe pensando que Juan Carlos me estaba haciendo todo lo que me
hizo, tuve un orgasmo realmente asombroso, me había masturbado varias veces
pero el placer que sentí cuando lo hice esta vez fue mucho mejor en todo
sentido y más aún oliendo el semen de Juan Carlos, esperé un par de minutos
para limpiar, me desnudé y me puse la pijama, solo que esta vez si me miré al
espejo y fue la primera vez que veía que mi trasero era bien redondo y
paradito, gracias a la lycra que se pegaba a mi trasero y piernas, me miré un
rato mas al espejo diciéndome para mí misma que era toda una chica, apagué la
luz y me fui a dormir.
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