A la mañana siguiente me desperté y el camisón que llevaba
me recordó todo lo que había vivido. Me acordé de la sensación de fuego intenso
que noté cuando la polla de mi tío Carlos estaba dentro de mi culito. Me notaba
el culito aún un poquito abierto, pero gracias a la maravillosa crema que me
puso mi tía apenas me escocía. Incluso ese pequeño picor que sentía me hacía
recordar todo lo vivido y mi polla se me empalmó de nuevo.
Me levanté y quedaba graciosa mi polla erecta abultando el
camisón. Me di la vuelta y me levanté el camisón y bajé un poco el tanga
poniendo el culito hacia afuera para tratar de ver, reflejado en el
espejo, como había quedado el agujero
del culito. Yo mismo estaba asombrado al ver en el espejo el reflejo de una
mujercita.
Me metí en internet y empecé a buscar cosas sobre
transexualidad. Me di cuenta que había mucha información y muchísimas fotos
excitantes. Cuando me quise dar cuenta llevaba un buen rato mirando ropa, moda
femenina y todo tipo de lencería. De manera inconsciente me estaba comportando
como una chica, y pensaba en como me quedaría un vestidito, o qué tipo de jeans
me sentaría mejor, incluso me imaginaba yo misma teniendo un poquito de pecho
para que los vestidos entallados tan bonitos que estaba viendo me quedasen
mejor.
También me fijé en la ropa masculina de la web de moda que
estaba mirando, pero era porque los modelos eran guapísimos. Todos muy
musculosos. Y acabé viendo trajes de baño porque a los chicos se les veía todo
el pecho y estaban divinos. Sin duda me estaba dando cuenta de que un poco gay
sí que era.
Poco a poco fui dejando atrás los prejuicios y empecé a
buscar páginas bisex y gay. Había de todo, dos chicos muy masculinos juntos,
chicos con travestis, transexuales, o incluso trios entre dos chicos y una
chica, como habíamos estado ayer mis tíos y yo. Había una enorme variedad y me
sentía confundido, no sabía que videos elegir. Me atraían mucho los videos de
dos chicos en que uno era grande y muy masculino y otro era más bien menudo,
delgadito y en algunos casos un poco femenino. Me recordaba a cuando mi tío me
abrazaba con fuerza y me hacía sentir como si yo fuera una chica.
También me fijaba en los chicos que tenían un pene muy
grande, me di cuenta que me excitaba verlos duros y tiesos. Me acordaba del
pene de mi tío que me había desvirgado la tarde anterior. Recordaba su dureza,
lo caliente que estaba cuando mis labios lo probaron, lo que disfruté
teniéndolo en la boca y finalmente como me abrió el culito y entró
completamente. Noté que deseaba de nuevo tocar una polla. Quería tocar la polla
de mi tío, pero también las que veía en internet. Me levanté de asiento y
delante del espejo puse una postura femenina como queriendo seducir al macho
que en ese momento estaba saliendo en el video con toda su enorme polla tiesa.
En ese momento entró mi tío sin llamar a la puerta. - Hola
cielo, entré a ver que tal estabas antes de irme a trabajar. Pensé q estarías
dormidita, pero ya veo que estás coqueteando delante del espejo - dijo mi tío
con una sonrisa.
- No tío, solo estaba mirando que la tía anoche me echó una
cremita - traté de disimular y fue lo primero que se me ocurrió, aunque me di
cuenta de que mi tío había visto perfectamente la pantalla del ordenador antes
de que pudiera apagarla.
- Sí, ya veo. A ver, dejame ver como tienes el culito - me
dijo mi tío mientras me agarraba con fuerza y me tumbaba boca abajo en la cama.
Lo hacía con tanta naturalidad que ni siquiera me opuse. Mi
tío me bajó completamente el tanga y separó mis nalgas para abrir mi culito.
Mientras lo hacía me acariciaba suavemente los gluteos y los muslos e
introducía un poquito dos dedos en la entrada de mi agujerito con lo que no
pude evitar soltar un pequeño quejido.
-Lo tienes aún muy dilatadito Dani, y está lleno de cremita.
Te duele?.
- No tio, apenas noto un pequeño escozor.
- Muy bien, y por lo que veo sigues excitadita, verdad? - me
preguntó mientras tocaba mi pollita y se daba cuenta de que estaba empalmada -
te gusta acordarte de lo de anoche?
No sabía que responder, sólo giré la cabeza para mirarle y
en ese momento me dio un beso agarrándome con fuerza. Estuvo mucho tiempo
besando mi boca con pasión y tocando mi culito. Cuando dejó de besarme apoyé la
cabeza en la cama y le respondí.
-Tío, esto es muy extraño, no sé que pasa - y antes de
terminar la frase solté un grito.
Mi tío, aprovechando que mi culito estaba totalmente
lubricado con la cremita, me metió su polla, que ya estaba durísima, de un
golpe. Me dolió más q el día anterior y de la impresión dado que no me lo
esperaba en absoluto, me quedé sin respiración.
Mi tío, lejos de parar, empezó a penetrarme con fuerza
viendo que su polla ya completamente dura, habia entrado del todo.
- Ummm que culo más delicioso, no lo puedo evitar cada vez
que lo veo - decía mi tío mientras me la metía fuerte, casi con brusquedad - te
gusta zorrita?, quieres que pare? Venga responde, no te quedes parada.
- Uff tío, me pica, pero no pares, sigue sigue tío. Me está
gustando mas que ayer.
Mi tio me agarraba fuerte por las caderas y me la metía con
bruscos empujones que hacían que su polla se hundiera completamente en mi
culito. A veces, con su fuerza y mi reducido tamaño a su lado, me sostenía casi
en el aire con sus fuertes manos sin parar de culearme con fuerza. Yo tenía
apoyadas las manos sobre la cama, pero a veces soltaba una mano para acariciar
mi polla que estaba super dura y empapada. No paraban de salirme gotitas de
líquido preseminal, me sentía como si fuera una mujer empapada por la
excitación. Sería verdad lo que decían mis tíos de que yo tenía un lado
femenino?.
Todos esos pensamientos bullían en mi cabeza mientras mi tío
me follaba cada vez más fuerte haciendo q yo soltara grititos de placer.
- Que cachondo me están poniendo tus grititos de putita,
Daniela - dijo mi tío justo antes de pegar un grito y correrse abundantemente
dentro de mi.
Era la segunda vez que me llenaba el culo de su abundante y
caliente leche, y creo que cada vez me gustaba más.
Mi tío se incorpó con su polla aún durísima y saliéndole las
últimas gotas de semen por lo que cuando yo me di la vuelta aún de rodillas,
las piernas me temblaban y no me sujetaban, me rozó con su polla empapada en mi
mejilla e instantaneamente abrí los labios metiéndome todo el glande en mi
boca. Fue algo instintivo. No sé porqué lo hice pero en ese momento deseaba
besar y chupar esa rica polla que me había reventado mi culito y dado tanto
placer.
Le chupé la polla con deseo, notando las últimas gotitas de
semen que salían muy calientes pero mi tío tenía que irse a trabajar así que la
sacó de mi boca y me dijo adiós dándome un beso con lengua a pesar de que yo
tenía mi boca llena de su semen. El también era muy morboso.
Me quedé tumbado en la cama notando como salía todo el semen
que me había echado en mi culito y oí como mi tío se duchaba y salía hacia el
trabajo. En mi mente estaba fija la imagen de mi tío desnudo con esa preciosa
polla tiesa, y pensé en lo maravilloso que sería tener a un macho así todas las
noches a tu lado. Envidiaba a mi tía, y envidiaba a todas las mujeres bonitas
por poder disfrutar de un macho a su lado. Yo quería tener un cuerpo de mujer
para disfrutar de una polla todas las noches, cada vez lo tenía más claro.
Estaba tumbado, con una mancha de semen enorme en la cama
por todo lo que me había escurrido y acariciando mi polla que la tenía durísima
cuando entró de repente mi tía y con toda naturalidad me dio los buenos días y
me besó dulcemente.
me encantaron los relatos muy buenos
ResponderEliminarme encantaron los relatos muy buenos
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