sábado, 29 de junio de 2019

Viaje de encontrarme conmigo misma Parte 2

 
AUTORA: Tatiana



SEGUNDO DÍA (SÁBADO) (Primera Parte)

Volviendo al relato anterior, aquella noche dormí como una piedra después del orgasmo que tuve oliendo mi trusa con el olor a semen de Juan Carlos, al día siguiente cuando desperté pues me asaltaron varias dudas que había tenido el día anterior, me quede un rato sentada en mi cama pensando en todo lo que me había pasado, sabía muy dentro de mí que algo estaba mal pero era tanto el placer que sentía cuando lo hacía o el simple hecho de ser Tatiana me hacía sentir tan bien. Estuve pensando un rato hasta que me dije a mi misma que la única forma de comprobar mi sexualidad sería seguir siendo Tatiana todo el fin de semana como me lo habían ordenado y pues si me gustaba entonces sabría que debería ser Tatiana, no le di más vueltas al asunto y me levanté de la cama, fui hasta donde había dejado la ropa que había usado el día anterior, cogí mi trusa y grande fue mi sorpresa cuando sentí que estaba bien dura, el semen se había secado y dicha parte estaba bien dura, sin importarme este hecho pues la olí y grande fue mi sorpresa que aún conservaba el olor del semen, automáticamente me excite de solo pensar lo que había pasado el día de ayer, este olor hizo que me olvidara de que algo estaba mal y dejé salir a la chica que vivía dentro de mí. Separé la trusa y la demás ropa la puse en un tacho que me imaginaba que era para ropa sucia, tenía que lavar toda la ropa que usara para que la hermana de Juan Carlos no diga nada, pero eso lo haría el día domingo.


Me quería dar un baño, pero tenía que buscar que ponerme primero, me gustaba el buzo que traía puesto pero el problema era que mi pene se notaba sobre todo cuando estaba excitada por lo tanto se darían cuenta que me gustaba y eso era lo que yo no quería que se dieran cuenta. Decidí buscar algo mas provocativo que el día anterior pero tampoco que pareciera una puta, simplemente quería que dejara ver algo pero al mismo tiempo nada, una faldita y un polito pegado serían suficiente, me quedaría con la ropa interior que tenía ya que me gustaba mucho, escogí una faldita suelta de color rosada con flores blancas y rojas (hacía juego con la ropa interior que traía puesta), un top color rojo sin mangas y corto que me quedaba hasta antes de mi ombligo, puse todo encima de la cama y me gustó mucho la combinación (aún que no había visto el largo de la faldita aún), me fui a bañar, cuando terminé me puse la toalla como si fuera una chica a la altura de mis pechos, recogí la ropa del baño y me fui a mi habitación, al parecer aún nadie se levantaba por el silencio que había en la casa, cerré con llave mi cuarto y me quité la toalla, me puse el brasier con un par de medias de relleno como lo estuve haciendo, me puse la tanga que se me metía un poco entre mis nalgas, me puse el top que me cubría hasta cerca del cuello pero dejaba ver mi ombligo, me puse la faldita que me quedaba dos manos sobre la rodilla y por último me puse un par de medias tobilleras, me calcé mis zapatillas (las zapatillas de la hermana de Juan Carlos no me quedaban), me miré al espejo para ver que no se viera mi ropa interior y para ver si me quedaba bien la faldita, comprobé que todo estaba bien y me fui al primer piso tratando de no hacer mucho ruido.

Al entrar a la cocina pues me encuentro con Juan Carlos, él estaba con una bermuda y un polo, se estaba preparando un sándwich de jamón con queso, no sabía si entrar o no puesto que todo lo que había pasado el día de ayer con él me hizo dudar mucho, me armé de valor y entré haciendo ruido, él al verme pues se quedo con la boca abierta y tan solo atino a decirme lo guapa que me veía, yo tan solo le agradecí y le dije buenos días, Juan Carlos se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, de ahí me pregunto si deseaba tomar desayuno a lo que respondí que sí, me preparó un sándwich y me sirvió un vaso de gaseosa, terminamos de tomar desayuno parados sin decirnos una palabra mientras comíamos, se le notaba a Juan Carlos un tanto nervioso como que queriendo decirme algo pero no sabía cómo hacerlo y pues la verdad que yo también me sentía aún avergonzada, terminamos de comer y pues Juan Carlos me preguntó si ya se habían levantado Enrique o Manuel, a lo que yo le respondí que no sabía pero asumía que no por lo mismo que no escuché nada de ruido desde que me levanté, hubo unos minutos de silencio hasta que Juan Carlos se armó de valor y me preguntó si me acordaba de lo que había pasado el día anterior (por lo mismo que estábamos con tragos encima), yo le dije que si me acuerdo de todo, él tan solo se puso rojo de vergüenza y mirando el piso pues me pregunto si me había gustado lo que había pasado, yo le respondí que si me había gustado todo, Juan Carlos levantó su mirada con una sonrisa y dijo que a él también le había gustado mucho hacerlo de esa forma, me preguntó si estaría dispuesta hacerlo de nuevo, yo dudé unos segundos ya que me había encantado y me moría de ganas por hacerlo de nuevo pero salió mi lado coqueta, con una sonrisa cómplice le dije que si lo podríamos hacer de nuevo pero tendría que ser como castigo, por supuesto que Juan Carlos también sonrió y me dijo que no había problema, me preguntó si deseaba jugar en ese momento los dos solos, yo le pregunté cómo hacerlo a lo que él respondió que igual que ayer, si yo perdía en una mano de póquer pues me dejaba hacer lo que él quisiera y si yo ganaba pues él aceptaba el castigo que yo quisiera, no dudé en aceptarle la apuesta.

Ambos nos fuimos a la sala donde aún estaban las botellas vacías de ron, Juan Carlos cogió las cartas, se sentó y empezó a barajarlas, yo le dije que mejor lo hiciéramos en otro lado puesto que si bajaba Manuel o Enrique pues nos verían jugando y podría haber malos entendidos, Juan Carlos aceptó y me pregunto si me parecía bien la cocina, yo acepté ir a jugar allá ya que me parecía más seguro que estar jugando en la sala, entramos a la cocina y nos apoyamos sobre la barra donde habíamos tomado desayuno hace unos minutos, Juan Carlos empezó a barajar las cartas, la primera mano la gané yo, así que le pedí que se desnudara, al desnudarse pues se notaba que Juan Carlos estaba bien excitado, su verga estaba totalmente erecta, no pude apartar los ojos de su verga, ahora si la miré con más detalle, era grande y gruesa, se le notaba la vena y su cabecita estaba bien formada, fueron detalles que el día anterior pues no los pude ver ya que me daba vergüenza pero ahora que estábamos solos pues no había problema en eso, pasaron unos segundos y Juan Carlos me dijo para seguir, ahí recién alcé mi mirada y le dije que repartiera, esta vez perdí yo, con una sonrisa en la cara de Juan Carlos pues me dice que me ponga como el día anterior contra la pared pero esta vez que abra las piernas, yo hago lo que me pide (pose pollito tomando agua) pero abro un poco las piernas, Juan Carlos no pierde tiempo y se pone detrás de mí, al igual que ayer mete sus manos por debajo de mi faldita y manoseándome unos segundos empieza a levantar mi faldita, cuando mi falda estaba totalmente levantada pues Juan Carlos me dice que me veo mucho más rica que ayer con esa tanguita, yo solo le di las gracias, cuando iba a venir lo que más me gustaba pues escuchamos ruidos arriba, nos separamos al instante mientras Juan Carlos se ponía su ropa pues yo me erguía del todo y me ponía a lado de la barra, felizmente Juan Carlos pudo ponerse su ropa rápido y simulo que estaba en la refrigeradora sacando algo para comer, a los pocos segundos entra Manuel dándonos los buenos días y pues al verme decirme lo hermosa que estaba.

Estuvimos un rato comiendo el segundo sándwich hasta que llegó Enrique, dentro de mí estaba dando gracias que no nos descubrieran, al entrar a la cocina pues nos saludos a todos y a mí me dijo que estaba preciosa (igual que Manuel y Juan Carlos), cuando terminé mi segundo sándwich pues dije que tenía que ir un rato al baño así que salí de la cocina, cuando estaba por subir las escaleras para irme al segundo piso pues veo que sale Juan Carlos de la cocina también, me da el alcance en las escaleras, ya que yo estaba ya subiendo, y sin vergüenza alguna pues me empieza a manosear por debajo de mi falda, yo le saqué la mano y le increpé que podrían vernos, Juan Carlos me dice que no me preocupara puesto que ellos están tomando desayuno además aún le debo el castigo puesto que nos interrumpieron, yo le dije que no hay problema pero que el castigo lo hacemos más tarde ya que ahora nos podrían descubrir, Juan Carlos no me dice nada hasta que llegamos al segundo piso, ahí nuevamente me empieza a manosear a su antojo diciéndome en voz baja que tenía un culito muy rico y que no aguantaba las ganas, yo lo dejé manosearme ya que era difícil que nos vieran desde el primer piso y no puedo negar que me excitaba mucho que me manoseara y ser tan deseada, yo le dije que donde podíamos hacerlo rápido, Juan Carlos se quedo pensando unos segundos mientras no paraba de manosearme y me dijo que lo podíamos hacer en los sofás que estaban a unos pasos de donde estábamos y pues escucharíamos cuando abrieran la puerta para subir, la verdad que me entro la duda por lo mismo que no quería ser descubierta pero la mano de Juan Carlos hacía que no pensara en las cosas y me dejara llevar por el placer, así que yo acepté pero le dije que sea rápido.

Juan Carlos me hizo arrodillarme en el sofá poniendo mis codos en el respaldar y abriendo un poco mis piernas, me levantó la falda lo más rápido que pudo, se bajo el pantalón y pego su verga a mi culito empezando a moverse de arriba para abajo, era algo muy delicioso lo que sentía, yo estaba muy nerviosa y al mismo tiempo muy excitada ya que estaba en la gloria, quería gemir pero me mordía los labios para no hacerlo ya que nos podían escuchar, Juan Carlos no paraba de susurrar que estaba disfrutando mucho de mi culito mientras sus manos me agarraban mis nalgas y al mismo tiempo las separaba, creo que estuvimos unos minutos hasta que me pareció escuchar unos ruidos abajo, le dije a Juan Carlos que ya estaban subiendo a lo que él me respondió que no me preocupara ya que no estaban subiendo mientras no paraba de moverse, me entró el pánico y le dije que por favor se detuviera ya que nos agarrarían, Juan Carlos insistió que no me preocupara pero el pánico era tan grande que le rogué que se detuviera sino seríamos descubiertos, Juan Carlos me dijo que se detenía con dos condiciones, la primera que lo pajeara (masturbarlo) para que se venga y la segunda que me dejará hacer lo que él quiera más tarde para terminar el castigo, yo estaba tan nerviosa que acepté hacerlo así fuera injusta la propuesta, Juan Carlos dejó de moverse y se despego de mí, yo me acomodé la faldita, me senté en el sofá mientras Juan Carlos se subió su bermuda y se sentó a mi lado, esperamos unos minutos en silencio y pues realmente no estaban subiendo, Juan Carlos se pega un poco más a mí y susurrándome al oído me dice que no tenía de que preocuparme al final de cuentas ya que nadie está subiendo pero era hora que acabara lo que había ocasionado, me agarra mi mano y la lleva sobre su verga, yo tan solo me quedé helada ya que era la primera vez que cogía una verga (hasta ahora solo había cogido la mía) y estaba enorme, lo miré con cara de asombro a Juan Carlos como diciendo la siento más grande de lo que la había visto, mientras movía un poco mi mano de arriba abajo para empezar a masturbarlo por encima de su bermuda, Juan Carlos me susurra que su verga está de ese tamaño porque estoy bien rica y con solo pensar en mi culito se le paraba, en eso sin decirme nada se levanta del sofá, se para delante de mí y se baja la bermuda dejando su verga totalmente erecta a unos centímetros de mi cara, yo me quedé con la boca abierta al ver su verga tan cerca de mi cara, se veía tan grande y gruesa, Juan Carlos me dijo que comenzara con mi primera tarea, así que lo primero que hice fue acariciarla con mis dedos, al primer contacto pues me hizo que me pasara una electricidad por todo el cuerpo, estaba bien caliente su verga y por la puntita brotaba unas gotitas de líquido pre-seminal, estuve unos segundos contemplando aquella deliciosa verga mientras mi mano no dejaba de acariciarla, levanté la mirada y Juan Carlos estaba con una sonrisa de oreja a oreja, cerré mi mano alrededor de su verga que era un más grande que mi mano y sin decirle nada empecé a masturbarlo lentamente mientras veía la cara de placer de Juan Carlos, poco a poco empecé hacerlo más rápido sin dejar de mirar la cara de placer de Juan Carlos, podía sentir como mi mano se empezaba a mojar por los líquidos pre-seminales de Juan Carlos mientras Juan Carlos no paraba de gemir en voz baja y decirme lo rico que lo hacía, estuve un par de minutos masturbándolo hasta que Juan Carlos me pidió que lo hiciera más rápido, apuré mis movimientos de arriba abajo como me lo pidió Juan Carlos hasta que sin previo aviso Juan Carlos suelta un gemido y empieza a correrse, su primer chorro me cayó en mi pelo y frente, yo me asusté un poco pero no me dio asco así que no paré de masturbarlo pero alejé un poco mi cara, el segundo y tercer chorro fueron a parar en mi top, los demás chorros me cayeron en mi pierna y las últimas gotas fueron a parar en mi mano que lo estaba masturbando.

Juan Carlos me pidió que parara pero no le soltara su verga, hice lo que me pidió y pude sentir como latía su verga, me pareció fascinante sentir como latía con mi mano alrededor, estuve unos segundos con mi mano en su verga hasta que se cayó un poco del semen acumulado entre mi mano y la verga de Juan Carlos sobre mi pierna, ahí recién se la solté y vi mi mano que estaba llena de semen, sin que me lo pidiera Juan Carlos, con mi otra mano le sobé la verga para quitarle todo el semen que tenía, de ahí alcé mi mirada y le dije a Juan Carlos que tenía que ir a limpiarme puesto que estaba con semen por todas partes, Juan Carlos se disculpo diciéndome que no aguanto las ganas de correrse por lo bien que lo pajeaba, yo le dije que no se preocupara por eso ya que podía limpiarme sin mayor problema. Me paré mientras Juan Carlos se subía su bermuda, le pedí que me abriera la puerta del baño puesto que mis manos estaban llenas de semen y no deseaba ensuciar la manija, él muy gentilmente lo hizo, cuando yo estaba entrando pues él me dio una palmada en mi culito diciéndome que más tarde gozaba de mi culito, yo no dije nada, una vez que ingresé totalmente al baño pues Juan Carlos me prendió la luz del baño y de ahí cerró la puerta, yo me apoyé en la puerta del baño pensando en lo que acababa de ocurrir, me gustaba mucho ser Tatiana y pues para ser sincera mi ego estaba bien crecido después de saber que todos me deseaban, estuve unos segundos pensando mientras sonreía por lo que acaba de pasar, me miré las manos y aún el semen estaba fresco, comencé a olerlo y su olor era mucho mejor que el de mi trusa el día anterior, sin pensarlo dos veces empecé a lamer mis manos saboreando ahora si el semen, tenía un sabor aún mucho más fuerte pero me pareció más rico aún que el día anterior, una vez que limpié una mano pues continué con la otra, recogí lo mas que pude del semen que me había caído en mi pierna puesto que se había escurrido hasta mi media, de ahí me lo llevé a la boca también, hice lo mismo con el semen que había caído en mi top, era todo un manjar para mí, llegué al espejo y me di cuenta que aún tenía semen en la frente y en mi pelo, el de mi frente lo recogí con mi mano y me lo llevé a la boca pero el del pelo lo vi un poco difícil, así que me fui hasta la puerta y cerré con llave, me desnudé y me metí a dar otro baño, en la ducha no pude evitar masturbarme pensando en la verga de Juan Carlos y que al final me daba de tomar su semen, tuve un orgasmo maravilloso.

Como no tenía ropa a la mano pues me puse el brasier y la tanga, revisé la falda y no tenía rastros de semen así que me la puse, el top lamentablemente tenía semen así que me puse la toalla por encima de mi pecho y salí hacía mi cuarto, felizmente nadie me vio así que entré a mi cuarto y cerré con llave la puerta, deje el top en la cesta de ropa sucia y me puse a buscar otro top, encontré un top rosado con cuello redondo y manga corta, al igual que el otro se dejaba ver mi ombligo, me miré al espejo y me veía divina, sin quererlo me estaba gustando mas ser Tatiana.

Salí de mi cuarto para ver qué es lo que estaban haciendo los chicos, los escuché jugando en la piscina así que me fui a darles el encuentro, efectivamente estaban en la piscina jugando, cuando me vieron pues todos empezaron a silbarme y decirme toda clase de piropos, yo tan solo llegué al borde de la piscina cerca de donde estaban ellos y los saludé con la mano, ellos se acercaron hasta el borde donde yo estaba parada y me empezaron a decir que me metiera pero yo les dije que no tenía ropa de baño y pues la ropa que llevaba puesta no era mía por lo tanto no podía mojarla, Juan Carlos me dijo que su hermana tenía una ropa de baño en el armario, yo le dije que si la había visto pero no me gustaba, la verdad era que se notaría mi miembro masculino a lo que no quería que ellos vieran y pues tampoco tenía senos así que se vería horrible, por lo tanto opté por decir esa excusa, ellos trataron de animarme a que me cambiara y me metiera pero yo por mis razones que ellos no podían saber pues les decía que no quería.

Como no podía meterme a la piscina pues tan solo les dije que me iría a dar una vuelta, así que me di media vuelta y antes de comenzar a caminar escuché que empezaban a decir: "Tatiana, se te ve bien rica esa tanguita metida en tu culito", sin darme cuenta ellos estaban viendo mi ropa interior por lo mismo que estaba con faldita y ellos dentro de la piscina, me tapé como pude mientras me puse roja y empecé a caminar lo más rápido posible hasta donde ellos no me pudieran ver para que se me fuera la vergüenza. Estuve un rato paseando y pensando sobre lo bien que me sentía ser Tatiana, sin quererlo empecé a ver a los chicos con otros ojos, empecé acordarme cuando estaban desnudos y me hice la pregunta si sentiría lo mismo que otro chico haga lo que me hacía Juan Carlos, estuve paseando más o menos durante media hora hasta que me cansé de dar vueltas así que entré a la casa para ir a ver televisión.

Estuve un rato viendo televisión hasta que llegaron los chicos preguntándome qué estaba viendo, yo les dije que estaba viendo un programa pero que no le estaba dando mucha importancia que digamos, Enrique me pregunto si podían ver un video, a lo que yo les respondí que no había problema, pusieron un video pornográfico que no era el mismo de ayer, yo me quede viendo el video junto con ellos puesto que necesitaba aparentar ser chico vestida de chica pero la verdad es que me fijaba más en los actores que en las actrices como antes, todos los actores tenían una verga enorme, yo la verdad que me quede muda de ver semejante tamaños de vergas, me quedaba pensando en que sentirán las actrices al ser penetradas, lo mucho que me gustaría usar la ropa que usan ellas, ya que esas tangas se veían tan finas y sexys, se les notaba que gozaban mucho cuando lo hacían, hubo una escena que la actriz lo hacía con dos hombres, la verdad que dentro de mí estaba diciendo que me gustaría ser la actriz en ese momento. Cada cierto momento veía de re ojo a los chicos y pues veía como se cogían sus vergas por encima de la ropa de baño, claro que trataba de no hacerlo mucho ya que tenía miedo que se dieran cuenta.

Terminó la película, por supuesto que los chicos estaban más que excitados y pues no puedo negar que yo también estaba excitada, me acuerdo que estaban haciendo comentarios obscenos de la película y las actrices, yo solo escuchaba lo que decían hasta que comenzaron a discutir sobre quién de los tres la tenía más grande, estuvieron discutiendo un pequeño rato hasta que Enrique dijo "Pero si la chinita (en referencia a mí) puede decir quién la tiene más grande", yo me quedé helada cuando escuché eso, por supuesto que volteé a mirarlos y les dije que no contaran conmigo para eso, los tres se acercaron a mí y comenzaron a insistir diciendo que como era chica pues podría decidir mejor, después que insistieron mucho pues no puedo negar que deseaba verles las vergas a los tres, así que acepté pero les dije con una condición, ellos preguntaron casi al mismo tiempo qué condición, yo les dije que debían permanecer desnudos durante el resto del día, los tres se vieron un rato y aceptaron la condición.

Yo me senté y ellos se pusieron en fila delante de mí, casi al mismo tiempo se bajaron la ropa de baño y sus vergas estaban totalmente paradas a un metro de donde estaba sentada, yo por supuesto que empecé a mirarlas una a una, Juan Carlos me pregunto cuál era más grande, yo respondí que a simple vista pues todas parecían del mismo tamaño, no les convenció mi respuesta así que me pidieron que las midiera, yo les dije que no tenía regla para hacerlo, Juan Carlos sugirió que se las agarre y midiera con mi mano, yo por supuesto que me negué hacerlo así sea algo que yo deseara, nuevamente volvieron a insistir alegando que yo había aceptado decirles cuál era la más grande, dejé que me insistieran un rato hasta que acepté hacerlo pero en privado a cada uno, los tres aceptaron sin pensarlo mucho que digamos, les dije que tenían que decidir el orden mientras yo me paraba y me iba a la cocina muy emocionada por dentro.

Entre a la cocina y pregunté quién era el primero en venir, el primero fue Manuel, cuando entró a la cocina pues lo noté bien nervioso, le pedí que se acercara sin miedo, cuando estuvo cerca de mí pues me arrodillé al costado de él y empecé a medirle su verga con mi mano, al agarrarle la verga pues pude sentirla bien caliente y un poco húmeda por sus líquidos pre seminales, por lo visto estaba bien excitado y la sensación de agarrarle la verga era la misma que cuando se la agarré a Juan Carlos. Le medí la verga a Manuel, medía 7 dedos y mi mano podía cerrarse alrededor de su verga, le solté la verga pero en su cara se veía una felicidad enorme por habérsela cogido, le pedí que llamara al siguiente cuando saliera, el siguiente en entrar fue Enrique, al igual que Manuel pues también estaba nervioso, hice lo mismo que le hice a Manuel, su verga medía 7 dedos y mi mano le faltaba un poco para poder cerrarse del todo, tenía la misma cara de felicidad que Manuel, para mí la sensación fue la misma por no decir la excitación que tenía yo por agarrarles las vergas, el último en venir fue Juan Carlos, él no estaba nervioso para nada tanto así que se acerco a mí y me agarró el trasero por encima de mi faldita diciéndome que tenía ganas de hacer eso desde hace rato, yo le dije que tuviera cuidado ya que ellos podrían escucharnos, a lo que Juan Carlos me dijo que no me preocupara puesto que estaban viendo la película pornográfica de ayer donde salía una chica con rasgos orientales así como yo y pues están viendo el video imaginándose que era yo la actriz, yo solo me sonrojé y me arrodillé para medirle la verga a Juan Carlos, su verga medía 8 dedos y mi mano se cerraba a las justas, Juan Carlos me pidió que lo pajeara pero yo le dije que no ya que podían entrar en cualquier momento y además no podíamos demorarnos mucho, él no dijo nada, pero antes de salir me volvió agarrar el trasero diciéndome que más tarde gozaría de mi delicioso culito, yo no dije nada y salimos los dos de la cocina.

Al llegar a la sala pues estaban Enrique y Manuel con sus vergas totalmente erectas viendo la escena donde salía la chica oriental, al verme pues pararon el video y me preguntaron quién la tenía más grande, yo dije que Juan Carlos la tenía más grande que todos, por supuesto que me pidieron que las volviera a medir pero yo ya no quería y les dije que ya había hecho lo que me habían pedido, por supuesto que insistieron pero ahora si me mantuve fuerte en mi decisión, todos aceptaron al final mi decisión y pues nos sentamos a ver televisión un rato, estuvimos viendo televisión hasta que me di cuenta que ya era hora de almorzar, les pregunté qué almorzaríamos a lo que Manuel dijo que no habíamos llevado comida pues sería ir a comprar algo de comer a un restaurante, como yo no pensaba salir vestida de chica pues dije que yo no podría ir así que lo único que podríamos hacer sería comprar comida y traerla a la casa, Juan Carlos dijo que se sentía muy cansado por haber estado en la piscina desde temprano, así que Enrique y Manuel se ofrecieron a ir a comprar solo que Juan Carlos tendría que indicarles como llegar, los tres se pusieron sus ropas de baño y salieron, Juan Carlos los acompañaría a la puerta y les indicaría como llegar, mientras yo me quedé sentada en el sofá mirando televisión.

Estaba mirando televisión cuando Juan Carlos entró a la sala diciendo que ya les había dicho donde quedaba el restaurante, yo cuando volteé a mirarlo pues grande fue mi sorpresa que ya estaba desnudo de nuevo y con su verga totalmente erecta, él se acerca a mí y me dice "Tati, chinita linda, tenemos cerca de 40 minutos hasta que vuelvan, tenemos que aprovechar que no hay nadie para que puedas cumplir tu castigo", yo me quedé helada por lo que había escuchado, solo lo seguí con la mirada a Juan Carlos hasta que se paró delante de mí y me dijo, te parece bien si vamos arriba a un lugar más privado, yo solo asentí con la cabeza, Juan Carlos me ayudó a ponerme de pie, cuando estábamos yendo hacia la escalera pues Juan Carlos no pierde tiempo y empieza a manosearme, yo estaba muy nerviosa pero al mismo tiempo emocionada así que lo dejé manosearme.

Llegamos al segundo piso, yo me dejaba llevar por Juan Carlos ya que me estaba guiando con su mano en mi trasero, nos dirigimos al cuarto principal donde él estaba durmiendo, entramos al cuarto y pues miré con asombro el tamaño del cuarto, era el doble de tamaño del cuarto donde yo estaba durmiendo, tenía una cama enorme, un closet más grande que el que estaba en mi cuarto, un televisor enorme y baño, Juan Carlos me guío hasta la cama donde me dijo que me echara boca abajo y abriera mis piernas, yo hice lo que me pidió sabiendo que vendría lo que me encantaba, me eche con bastante emoción como me lo pidió Juan Carlos, mi corazón estaba a mil por hora ya que estaba bien excitada, Juan Carlos se arrodillo entre mi piernas, empezó a subir sus manos por mis muslos hasta llegar a mi trasero, me subió mi faldita hasta mi cintura dejando descubierto mi culito con la tanga, me dijo que tenía un culito muy rico y esa tanga lo excitaba mucho, yo estaba tan nerviosa y excitada que no pude decir nada, me manoseó un rato y me preguntó si ya estaba lista, yo le respondí con un sí, comienzo a sentir como pone sus manos a mi costado y empieza a bajar, siento como su verga empieza a tocar mi culito por encima de mi tanga mientras yo me muerdo los labios para no gemir, siento todo el peso de Juan Carlos encima de mí y siento su verga en mi culito, Juan Carlos me dice que le gusta más estar así que parados y empieza a moverse mientras me pregunta si me gusta, yo respondo que si me gusta mucho y sin quererlo suelto un gemido por el placer, Juan Carlos me dice que también le gusta mucho a él y que tengo un culito muy rico, él se mueve de arriba abajo un par de veces más hasta que empieza a morderme suavemente el cuello, yo ya no puedo resistir mas y empiezo a gemir sin preocupación, con cada subida o bajada gimo sin preocuparme que me escuchen, Juan Carlos me pregunta si lo estoy disfrutando a lo que yo le respondo que lo disfruto mucho, me pregunta si me gusta su verga a lo que yo le respondo que me encanta su verga, estuvimos un rato así mientras ambos gemíamos de placer, hasta que no pude aguantarme, le pedí a Juan Carlos que por favor no parara, a las pocas arremetidas exploto con un orgasmo que me pareció exquisito, si ayer tuve un buen orgasmo masturbándome pues este era incomparable y me hizo temblar totalmente durante unos segundos, Juan Carlos me hizo caso y no paro, cuando dejé de temblar pero aún sentía mucho placer pues Juan Carlos me preguntó que me había pasado, yo le dije que había tenido un orgasmo muy bueno, me preguntó si me había gustado a lo que yo le respondí que me había encantado tener ese orgasmo con su verga en mi culito mientras no paraba de moverse y gemir, sin quererlo volví a excitarme con su verga ya que me estaba dando tanto placer que estaba empezando a comprender a las actrices porno por lo bien que lo disfrutan, así que empecé a gemir de placer de nuevo, Juan Carlos se dio cuenta de eso empezó a bajar y subir con más fuerza haciéndome sentir su verga aún mas, eso me hizo aún gemir mas fuerte por el placer, estuvo haciéndome eso un rato hasta que empezó hacerlo más rápido y a gemir más fuerte, con un fuerte gemido siento como se empieza a mojar con algo caliente mi tanga, mientras Juan Carlos no paraba de moverse pero ahora más lento y corto, sabía que se había corrido encima de mi culito, cuando paró de moverse podía sentir el latido de su verga en mi culito y eso hacía que me excitara más todavía.

Estuvo un pequeño rato encima de mí mientras me decía lo rico que se había corrido en mi culito y que así era mucho más rico todavía, hasta que se dio la vuelta en la cama y cayo boca arriba a lado mío, yo me quedé echada boca abajo y le pregunté si le había gustado, a lo que él me respondió que mucho, yo sentía mi tanga totalmente mojada por delante y por detrás, pero aún estaba excitada así que me eche de costado mirando a Juan Carlos, sin quererlo baje mi vista, vi su verga que tenía un poco de semen, al igual que en la mañana pues con mi mano la limpié y me llevé el semen a mi boca, Juan Carlos se dio cuenta de eso y me preguntó si me gustaba su lechada (semen), yo le respondí que si me gustaba mucho el sabor, me dijo si se la podía lamer para quitarle la lechada que tenía alrededor, yo como estaba bien excitada quería aún que sea sentir el sabor del semen así que me arrodillé cerca de su verga, la agarré con mi mano y la empecé a lamer, la primera lamida me hizo sentir una electricidad así como sentí la primera vez que sentí su verga en mi culito, me pareció más excitante todavía así que continué lamiéndola hasta dejarla supuestamente limpia, grande fue mi sorpresa que cuando estaba por terminar empieza a levantarse de nuevo, yo lo miro a Juan Carlos con cara de asombro, él solo me sonríe y me dice lo que causa mi lengua, me pide que se la chupe así como en las películas porno, sabía que me pediría eso pero había visto a las actrices chupar las vergas de los actores con tal placer que la verdad es que cuando pasé la lengua por su verga se sentía tan bien que le dije que no había problema pero que no sabía cómo hacerlo, Juan Carlos me dice que lo haga como las películas que hemos visto, yo acepto pero con la condición de que ahí me pase su verga por mi culito de nuevo a lo que Juan Carlos acepta mi pedido.

Antes de comenzar a chupársela, por si acaso le pregunto el tiempo, Juan Carlos me dice que no me preocupe puesto que recién vamos 10 minutos, sabiendo eso pues comencé mi tarea de chuparle la verga a Juan Carlos, no sabía por dónde comenzar ya que había visto muchas películas pero es muy diferente cuando lo tienes que hacer tú misma, así que lo primero que hice fue agarrarle nuevamente su verga y empezar a lamerla, recorría toda su verga totalmente erecta con mi lengua, mientras escuchaba como gemía de placer, lo masturbé un par de veces y sin pensarlo mucho me lo metí a la boca, solo entraba hasta casi la mitad, una vez dentro de mi boca lo primero era no morderlo así que tuve que abrir mi boca como para que mis dientes no rozaran la verga de Juan Carlos, de ahí comencé a usar mi lengua alrededor de la cabecita de la verga, tenía un sabor salado, sabía que tenía que sacarla pero no sabía cómo hacerlo así que la saqué tal como la metí (sin cerrar mi boca ya que tenía miedo de hacer daño con mis dientes), Juan Carlos me dice que debo cerrar mi boca pero yo le digo que tengo miedo de hacerle daño con mis dientes a lo que él me responde que no me preocupe por eso, así que nuevamente intento, abro mi boca y me meto su verga en mi boca, una vez que estaba dentro cierro mis labios pero trato de no morder, sorpresa para mí, mis labios encajaban perfecto a la verga de Juan Carlos y pues tan solo tenía que tener cuidado con mis dientes mientras mi lengua juega alrededor de la cabecita de Juan Carlos, empiezo a sacar su verga de mi boca tratando de hacer presión en mis labios contra su verga, eso sí le gusto a Juan Carlos ya que me dijo que así estaba bien rico mientras gemía, la saqué hasta que mis labios estuvieran en la mitad de la cabecita y de ahí haciendo presión nuevamente me la volví a meter a mi boca, empecé a meterla y sacarla lentamente tratando de no tocarla con mis dientes, Juan Carlos realmente estaba disfrutando la chupada ya que no paraba de decirme que no me detenga y que tengo una boca deliciosa, yo continuaba metiéndola hasta donde llegara y de ahí sacarla hasta la mitad de la cabecita, Juan Carlos no paraba de decirme lo bien que lo hacía, podía sentir algo salado pero de ahí no sentía ningún otro sabor pero escuchar como gemía de placer Juan Carlos pues hacía que me excitara mucho.

Estuve un rato chupándosela hasta que me la saqué de la boca y le dije a Juan Carlos que yo también quería sentir de nuevo su verga en mi culito, Juan Carlos me dice que quiere correrse en mi boca ya que le encanta como se la estoy chupando, yo le hice recordar que él me había prometido que me haría lo mismo que hizo hace un rato, él acepta pero me pone como condición que más tarde me deje que él se corra en mi boca, yo acepto ya que me moría de ganas por sentir su verga de nuevo en mi culito porque chupársela era rico pero más placentero era sentir su verga en mi culito, me dice que me ponga como estaba hace un rato, yo me echo boca abajo y me abro de piernas a lado de él, Juan Carlos se vuelve arrodillar entre mis piernas pero al momento de comenzar a manosearme me dice que mi tanga está totalmente mojada, yo le digo que es su semen de la última corrida, él no dice nada y me sube mi faldita hasta mi cintura, se echa encima de mí poniendo su verga nuevamente en mi culito, ni bien toco mi culito empecé a gemir de placer nuevamente, Juan Carlos empezó a subir y bajar como lo había hecho hace un rato, yo estaba en la luna por el placer, sin decirme nada a las pocas subidas y bajas pues Juan Carlos para, sin salirse de mi encima me dice que le gusta mi culito pero no siente tanto placer con mi tanga mojada como cuando estaba seca, yo le digo que puedo hacer para que él también sienta tanto placer como yo, Juan Carlos me dice si probamos quitándome la tanga, yo la verdad que estaba tan excitada que le respondí que sí ya que quería que continuara moviéndose.

Juan Carlos se salió de encima de mí, me hizo cerrar las piernas y me empezó a quitar mi tanga, mi corazón ahora estaba más acelerado que antes ya que lo haría sin la tanga, Juan Carlos me terminó de quitar la tanga, la dejo cerca de donde estábamos y me pidió que de nuevo abriera mis piernas, yo hice lo que me pidió, Juan Carlos se vuelve a echar encima de mí, cuando su verga toco mi culito sin la protección de la tanga sí que me hizo ver estrellas y soltar un gemido de mucho placer, estaba tan caliente su verga y sentía como que pasaba electricidad por todo mi cuerpo, ahora si estaba totalmente excitada, Juan Carlos terminó de echarse sobre mí y empezó a subir bajar como lo hacía, me decía que ahora si se sentía bien rico mientras yo gemía por tanto placer, pero de pronto paró de nuevo, me dijo que estaba bien rico pero que más rico sería penetrarme así como en las películas porno, yo estaba tan excitada que le dije que probáramos, Juan Carlos se acomodó mejor, llevó su mano a su verga y la empezó a guiar, mi corazón estaba a mil ya que sentiría lo que sienten las actrices porno y también sentiría todo el placer que sienten ellas, Juan Carlos trataba de acomodarla mientras me preguntaba sí ahí era mi entrada, intentó un par de veces hasta que por fin dio con la entrada de mi culito, sin sacar su mano empezó a empujar, yo sentía que algo muy caliente estaba abriendo poco a poco mi culito, empezó a dolerme mucho y se lo decía a Juan Carlos, él me decía que como era mi primera vez pues me dolería un poco pero que por favor aguante ya que sentiré mucho placer además que solo me metería la cabecita, yo acepté su respuesta y aguantaba, empujó un poco mas y el dolor era más fuerte, le pedí que se detenga por favor, Juan Carlos me hizo caso y se detuvo, me empezó a decir que así era la primera vez y que era normal que me doliera pero que me relaje ya que de ahí sentiré mucho placer, yo le dije que me dolía mucho y no soportaba, Juan Carlos me pidió que me relajara que pronto me haría su chica cuando me terminara de penetrar, yo me emocioné mucho cuando escuché eso ya que no pensaba que podría ser la chica de alguien, le dije que aguantaría pero que no siga por favor, Juan Carlos en lugar de parar empujó un poco mas y yo no pude aguantar el grito de dolor, le rogué que me la sacara gritando pero él no me hizo caso y empujó un poco más, sentía como entraba milímetro por milímetro aquella verga dentro de mí, cada milímetro que avanzaba me hacía doler aún más, yo estaba gritando de dolor mientras Juan Carlos siguió empujando hasta que sentí que algo enorme abría mi culito y de ahí algo más delgado, era como si algo hubiera hecho ceder a mi culito pero igual me dolía mucho, Juan Carlos dejo de agarrarse la verga y se echo totalmente encima de mí, yo le seguía rogando porque me la sacara mientras Juan Carlos me decía que ya había entrado la cabecita y que se sentía muy delicioso penetrarme, era lo más rico que había probado hasta ahora y estaba tan ajustado dentro de mi culito que le encantaba, yo seguía pidiendo que me la sacara pero Juan Carlos empezó a empujar aún más y yo sentía como su verga se abría paso por mi interior, fueron segundos pero por el dolor parecían horas hasta que Juan Carlos paró y me dijo "Tatiana tienes un culito muy apretadito, te acabo de romper tu culito con mi verga, ahora eres mi primera chica, mi verga está totalmente dentro", yo comencé a llorar de dolor ya que no podía hacer nada para que se me pasara, le rogué a Juan Carlos que no se moviera por favor ya que me dolía mucho, él se apiadó de mí y me dijo que no se movería en un rato.

Estuvo sin moverse un rato mientras no paraba de decirme lo rico que era cacharme (penetrarme) y que no había sentido tanto placer en su vida, a mí aún me seguía doliendo mucho, lejos de que se acostumbrara mi culito a esa verga pues yo preferiría que estuviera afuera, traté de moverme un poco para sacarla pero el dolor fue más todavía así que decidí quedarme quieta mejor, Juan Carlos notó eso y me dijo que por favor no la sacara, sin decirme nada empezó a sacarla, yo pensé que por fin se apiadó de mi y la sacaría, pero grande fue mi dolor cuando la saco solo unos centímetros y me la volvió a meter, por supuesto que grité de dolor ya que me estaba partiendo el culo en dos, Juan Carlos me dijo que tratara de resistir por favor ya que cacharme era tan rico que no aguantaba más las ganas de correrse, yo le dije que no podía resistir mas y que por favor me la sacara, él sin hacerme caso empezó a sacarla nuevamente y de ahí me la volvía a meter despacio, mientras me decía que por favor resistiera que no iba a demorar mucho, yo no aguantaba y seguía rogando para que me la sacara, Juan Carlos seguía moviéndose lentamente mientras yo seguía rogando para que me la sacara, mientras él gemía de placer yo lloraba de dolor, estuvo así hasta que me dijo "Chinita tu culito es muy rico que ya no aguanto más, ahora con mi lechada te convertiré en todo una mujer, aguanta el dolor un poco mas por favor", terminó de decirme esto y aceleró el ritmo pero sin darse cuenta también la sacaba mucho mas y me penetraba con más fuerza, por supuesto que si no resistía el dolor cuando lo hacía despacio ahora mucho menos, me dolía mucho más todavía, lo hizo unas veces y con un gran gemido de placer total me penetró hasta el fondo y empezó a correrse, por supuesto que yo solté un alarido de dolor ya que la última casi sacó toda su verga y me hizo doler más todavía, pensé que pararía de moverse pero no paró y siguió moviéndose un par de veces más pero estas veces no la sacaba del todo, hasta que me penetro del todo y me dijo "Ufffff Tatiana, eres la mejor, tienes un culito bien rico y cacharte es muy rico, espero que seas mi chica para siempre" yo solo le dije que por favor me la sacara ya que me seguía doliendo mucho, Juan Carlos me dijo que me esperara por favor y no la sacara, mientras yo sentía como latía su verga dentro de mi culito, Juan Carlos estuvo quieto encima de mí mientras no paraba de alagar el momento, yo estaba quieta como una piedra, aún me seguía ardiendo de dolor mi culito pero cuando dejo de latir su verga empezó a perder tamaño, el ardor aún seguía pero el dolor disminuía considerablemente hasta que mi culito expulso la verga de Juan Carlos, ahí sin quererlo y sin el dolor pues sentí un poco de placer, pero el ardor aún era grande por lo tanto no fue tan placentero como yo quisiera.

Juan Carlos se salió de encima de mí echándose a lado de mí, yo aún estaba quieta como una piedra ya que aún me seguía ardiendo mi culito, Juan Carlos no paraba de decir lo bien que lo había pasado y lo mucho que le había gustado tener sexo conmigo, yo no decía nada ya que aún mi culito seguía resentido por tremenda cogida que me dio Juan Carlos. Estuve quieta durante unos segundos más hasta que me dieron ganas de ir al baño, le dije a Juan Carlos que iba al baño a lo que me dijo que usara el que estaba en ese cuarto, entre al baño y era mucho más grande del que nosotros íbamos, tenía una bañera grande en lugar de una ducha y pues estaba mucho mas arreglado, me senté a orinar (orinaba como las chicas lo hacen) y de ahí me pasé papel por mi culito para limpiarlo, al ver el papel pues había sangre con semen, claro que me asusté mucho, me metí a la bañera para lavarlo, cuando hizo contacto con el agua me ardió un poco pero no tanto como me ardía cuando me estaba cogiendo Juan Carlos, felizmente me salió solo un poco de sangre pero no puedo negar que me asusté un poco. Cuando salí del baño pues Juan Carlos aún estaba echado fumándose un cigarro, estaba con una cara de felicidad muy grande, le comenté que me había sangrado mi culito a lo que él me respondió que eso era porque era mi primera vez y pues le han dicho que cuando le quita la virginidad a una chica pues le sale sangre, pero eso solo sucede la primera vez, me convenció su respuesta puesto que yo no sabía mucho del tema.

Le pregunté qué hora era, Juan Carlos me contesto que Enrique y Manuel no tardaban en llegar con el almuerzo, agarré mi tanga y cuando me la iba a poner pues Juan Carlos me dice que ya no debería usar esa tanga puesto que era bien infantil y pues él ya me había convertido en toda una mujer, yo le dije que todas las tangas de su hermana pues eran parecida a la que tenía en la mano, Juan Carlos se levantó de la cama, abrió una puerta del closet, abrió un cajón y me dijo "Desde ahora puedes usar estas ropas interiores, se te verán mucho mejor en tu hermoso culo", yo me acerqué a mirar las ropas interiores y grande fue mi sorpresa al verlas, encontré tangas mucho más atrevidas de las que estaba usando ya que eran más chicas todavía y eran transparentes o de encaje, era las que usaban muchas actrices en las películas porno, estaba desbordando de alegría al ver todas esas tangas, lo miré a Juan Carlos y le pregunté si podía usar las que yo quisiera, a lo que él me respondió que desde ahora sería mejor que use esas ropas interiores, justo cuando iba a coger una ropa interior para verla pues tocaron el timbre de la puerta, más que seguro eran Manuel y Enrique, yo me exalté pero Juan Carlos me dijo que no me preocupara que él iría abrir la puerta y que yo con calma escoja la ropa interior que quisiera usar.

Juan Carlos salió del cuarto dejándome sola, comencé a ver que mas a parte de ropas interiores habían en dicho cajón, encontré también los brasieres que hacían juego con las tangas, estaba como en las nubes al ver dichos conjuntos, la verdad que me quería poner todas pero tenía que escoger solo una ya que no me podía poner todas al mismo tiempo, escogí una roja totalmente de encaje, me moría de ganas por probármela así que no aguanté mas y me la puse, el contacto con esa fina tanga pues hizo que me excitara mucho sin contar que toda la tanga se me metía entre mis nalgas, me levanté la faldita y me miré al espejo, me quedaba divina esa tanga, me sentía toda una reina mientras veía como mis nalgas se comían la tanga, me bajé la faldita, recogí la tanga que me había puesto, cogí el brasier y me fui a mi cuarto radiante de felicidad.

Cuando llegué a mi cuarto pues me quite el top y el brasier que tenía puesto, todo el relleno se calló al piso, me puse el brasier de encaje rojo y me puse relleno, abrí la puerta del closet y me miré al espejo nuevamente, me veía muy bien con ese brasier, me levanté la faldita y me veía aún mejor, estuve mirándome durante un par de minutos diciéndome para mí misma lo sexy que me veía y como se pondrían cuando me vieran con esta ropa interior. Con una enorme sonrisa pues salí del cuarto y bajé para darles el encuentro. Cuando llegué abajo pues yo me sentía ya como toda una mujer, solo cuando me senté me dolió un poco mi culito pero era mínimo el dolor así que no le di mucha importancia.

Creo que estábamos con hambre ya que almorzamos sin decirnos si quiera una palabra, cuando terminé de almorzar pues di las gracias por el almuerzo, levanté mi plato y me fui a la cocina, dejé mi plato en el lavadero justo cuando Juan Carlos estaba entrando a la cocina, se acerco a mi casi corriendo diciéndome que no aguantaba las ganas de ver que tal me quedaba la tanga, yo sonreí y le dije que si quería verla pues tenía que hacerlo por sus propios medios, sin decirme nada me volteó dándole la espalda y me levanto la faldita, se quedó con la boca abierta reaccionando unos segundos después diciéndome que me quedaba espectacular, me agarro una mano diciéndome siente como me has puesto con solo mirarte y la llevó a su verga, estaba totalmente erecta nuevamente, yo me volteé, le miré la verga y de ahí lo miré con cara de asombro ya que hace poco se corrió dos veces, le pregunté si aún seguía con ganas a lo que él me respondió con una sonrisa que tenía que aprovechar lo mas que pudiera mi culito durante ese fin de semana, escuché una silla que se movía afuera así que le solté la verga pensando que uno de los chicos entraría así que le dije a Juan Carlos que alguien venía, comencé a caminar hacia la puerta, cuando pasé a lado de Juan Carlos pues me dio una palmada en el trasero, yo no le dije nada y continué caminando, justo cuando estaba a un metro de la puerta pues se abre y entra Manuel, nos cruzamos sin decirnos nada.

Me fui a sentar a la sala, al rato los chicos se reunieron conmigo diciéndome para jugar algo, yo les pregunté qué jugaríamos, a lo que Manuel respondió que podríamos jugar tenis en parejas, yo me animé ya que era eso o quedarme viendo televisión, Juan Carlos me dijo que su hermana tenía un traje de tenis en mi cuarto y pues sería mejor que me pusiera ese traje, también me explico cómo era dicho traje de tenis al ver mi cara de no saber de lo que habla, yo le dije a Juan Carlos que lo iría a buscar pero que ellos tendrían que jugar desnudos así como habíamos acordado que se quedarían desnudos (ya estaban desnudos así que no había problema). Subí corriendo a cambiarme muy emocionada ya que tendría algo para distraerme así sea pésima jugando, felizmente la encontré rápido la faldita que era blanca con un cierre atrás, un botón para ajustarla y con pliegues, también encontré su blusa pero la verdad que no me gustaba mucho cuando la vi, preferí escoger un top blanco de los cajones, felizmente encontré un top sin mangas, cuello redondo y con una abertura al medio del cuello donde tenía dos botones, me quite la ropa que tenía puesta excepto el brasier y la tanga, me puse muy emocionada la ropa de tenis que había escogido, me miré al espejo y me di cuenta que la faldita me quedaba una mano sobre mi rodilla lo cual me parecía muy larga, traté de subirme un poco más la faldita pero me tapaba el ombligo para que llegué a la altura que yo quería, descarté esta idea ya que no me gustaba como me quedaba, tuve otra idea de ir doblando la vasta de la faldita pero se veía también bien feo ya que la faldita tenía pliegues, me quede pensando un rato mas hasta que se me ocurrió doblarla de arriba para abajo en lugar de hacerlo desde abajo para arriba, empecé a doblarla desde la cintura, felizmente el cierre no me trajo problemas y pude finalmente doblarla lo suficiente como para que me quede dos manos sobre mi rodilla, pensé un poquito más y doblé una vez más, me miré al espejo y me quedaba bien chiquita (dos manos y media más arriba de la rodilla), me pareció bien atrevida pero muy coqueta así que decidí dejármela a esa altura, el top me quedaba bien apretado y parecía que tenía bastante senos sin contar que el top era muy claro y dejaba ver mi brasier rojo, me pareció bien atrevido pero no lo pensé dos veces y salí corriendo hacía la cancha de tenis.

Llegué a la cancha de tenis cuando ellos ya estaban voleando, ni bien me miraron con dicha faldita pues todos empezaron a silbarme diciéndome muchos piropos, yo no dije nada y cogí una raqueta, antes que entrara a la cancha pues me dijeron para hacer los equipos, por supuesto que todos querían que yo fuera su pareja de juego, así que me dieron a elegir con quien quería jugar, yo lo elegí a Juan Carlos por lo mismo que él jugaba mejor que todos. Empezamos a jugar y perdimos por lo mismo que todas las pelotas me la tiraban a mí, jugamos la revancha pero el resultado fue el mismo, ya que yo era malísima jugando tenis. Todos nos sentamos en las bancas que había en la cancha de tenis, Enrique dijo para jugar otra cosa como patear penales pero yo dije que no podía puesto que al tapar tendría que tirarme y ensuciaría la ropa que traigo puesta, estuvimos viendo que podíamos hacer hasta que decidimos mejor hacer otra cosa por lo mismo que no podíamos hacer nada entre todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario