Después
de la última y dolorosa experiencia, Adela se dedicó a mantener su gusto por
travestirse en la intimidad de su casa. Se compro un par de pelucas, y ropa
interior femenina, incluidos unos ligeros negros, para vestirse en casa y
desnudarse ante la webcam delante de gente que conocía en el canal #travestis
del irc-hispano. Le gustaba ver lo calientes que los ponía, como sus pollas
iban creciendo con sus movimientos y palabras lascivas, y como terminaban
pajeandose y soltando leche como surtidores, y todo a la salud de Adelita.
También se compro un consolador rojo de unos 22 cm con los que disfrutaba en
sus sesiones de Messenger.
Cierto
día entabló conversación con un tal DieGozar. El chico resultó ser de la
misma ciudad, se llamaba Diego, y tenía 20 años. Le atraían los travestis que
son muy femeninos, y de internet se bajaba el material que podía, tanto en
videos, como fotos. Solo había estado con un travesti, y fue de pago, y le
gustó, aunque se sentía miedoso de que alguna vez se enteren sus amigos o
familia.
Adela
no le dijo que ella vivía en la misma ciudad, y le invito a su Messenger para
poder hacerle un striptease a cambio de ver la polla del chaval. Pero antes
de conectar la webcam, busco unas anchas gafas de sol por si Diego le conocía
de vista al vivir en la misma ciudad, para que fuese más difícil que le
reconociese. Y seguramente así hubiera sido, porque Diego resultó ser el hijo
de los vecinos del tercero. Allí estaba Diego, en lo que parecía ser su
habitación, con una camiseta roja de manga corta y unos pantalones verdes de chándal.
Diego no pareció reconocer a su vecino tras el maquillaje, la peluca lisa
pelirroja, y la blusa mostaza de botones.
-¡Que
guapa que eres Adela! Un verdadero bellezón. Anda, se buena y levántate y
date una vuelta para que te vea bien.
Adela
se levanto, aparto la silla y se alejó para que la webcam recogiera por
completo su esbelta figura, y sus muslos entre una minifalda azul y unas mini
medias blancas.
-Mmm,
que tipazo que tienes, nena. Me pongo caliente solo viéndote así. ¿Por qué no
te subes un poco la faldita? Quiero saber de color son tus braguitas, si las
llevas, jeje.
Adela
dio la espaldas a la cámara, y se agacho manteniendo las piernas rectas,
haciendo que la minifalda subiera y dejara al aire la parte inferior de sus
nalgas, entre un tanga negro. Cuando se dio la vuelta, Diego tenía ya el chándal
bajado y la polla en la mano, pajeandose tranquilamente. Era una polla gorda
de unos 18 cm y muy roja.
-¡Uy,
pero mira que tienes en la mano! Seguro que esta calentita. Me encantaría
poder tocarla y ponérmela entra los muslos para sentirla palpitar...
-Seguro
que sí. Ojala podría tenerte aquí a mi lado, te ibas a hinchar de polla si
quisieras.
-Podrías
tenerme a tu disposición si quisieras. Solo tienes que prometerme ser
discreto.
-¿Cómo?
¿Qué quieres decir?
-
Fíjate bien en mi cara, haz el favor. ¿No te suena? Soy *****, tu vecino del
cuarto.
Diego
se acercó a la pantalla y se quedó con cara de pasmado y sin saber que decir
al reconocer a su vecino travestido, y darse cuenta que estaba con la polla
en la mano delante de él. La erección el bajo de golpe.
-Escucha
Diego, supongo que tú no quieres que nadie sepa tu afición por los travestis,
yo tampoco deseo que se enteren de mis gustos, así que podemos ser discretos
el uno del otro. Y si quieres puedes subir a verme, y hacer lo que quieras
por solo 5 euros. Me encanta que me pagen por ser un puta.
Diego
ni contestó, se desconecto del Messenger, y a los dos minutos ya estaba
tocando a su timbre. Adela le abrió con una de sus mejores sonrisas en
su boquita pintada con carmín, miro al veinteañero de unos 70kg, 1'83cm y
ojos marrones, de arriba a abajo relamiéndose.
Diego
le mostro un billete de 5 euros arrugados en su temblorosa mano diciendo con
voz entrecortada:
-Toma,
5 euros, ¿puedo entrar?
Adela
se echo a un lado de la puerta, el chico entró, y cuando Adela cerró la
puerta noto las manos del joven agarrando con fuerza sus nalgas, y levantándole
la falda. Adela se dio la vuelta, lo empujo contra la pared, le bajo el pantalón
de chándal y saco fuera de los slips grises que llevaba, su tiesa polla.
-¿Quieres
que te la chupe, no? ¿Tiene prisa? Tú mandas, eres el cliente.
-Claro,
chúpamela, estoy deseándolo, ¿no lo ves?
Adela
se agacho, acaricio esos testículos que sabia iba a dejar vacios en unos
minutos, y empezó a chupar el glande de su vecino, lamiéndolo completamente,
lentamente y en círculos.
Entre
bufidos de placer, Diego acariciaba la peluca de Adela, invitándola a
tragarse su caliente mástil, y claro está, Adela aceptó gustosa agarrando las
nalgas del joven y engullendo de un golpe la polla hasta el fondo de su
garganta. Había estado últimamente practicando con el vibrador, pepinos, plátanos
y hasta calabacines pequeños, logrando introducirlos una barbaridad y
controlar las arcadas, aunque siempre babeaba manchando el suelo entre los
pies de Diego.
La
profunda mamada se acelero, entre los gemidos de placer de Diego, quien cada
vez embestía con más fuerza en la caliente boca de Adela, que de rodillas recibía
en la barbilla los golpes de los testículos de su vecino.
-Ahh!!
Si. Así, sigue, que bueno! Mmm venga, joder, como te gusta, eh? Trágatela
entera, si. Ahhh, joder....ayyyy! Que me voy a correr.. Para ya, joder, que
no quiero correrme tan pronto.
-Tranquilo,
cielo, que por los 5 euros tienes derecho a los asaltos que quieras... Jeje.
¿Donde quieres córrete, amorcito?
-Pues
en tu boca, guarra!! Vamos, cómemela otra vez, zorrita. Se ve que te gusta.
La
agarro la cabeza con las manos y la hizo restregar su cara contra su estomago
con su polla dentro de la boca de Adela. La empezó a mover rápidamente
mientras a Adela ya se le caía más baba por las comisuras de la boca, y cada
vez le costaba más respirar.
La
corrida del joven fue explosiva, lanzando chorros de espeso y caliente semen
con gran fuerza en la garganta de Adela. Esto ya no pudo soportarlo, y empezó
a tener arcadas y a convulsionarse, intentando no morder la polla del joven.
Este viéndolo, soltó la cabeza de Adela, la cual hecho la cabeza para atrás
mientras de su boca caía una mezcla de saliva y semen, y de la polla de Diego
salían los últimos chorrazos de semen que caían sobre la peluca y la frente
de Adela.
Tras
unos segundos en que los dos se calmaron, Diego pregunto con miedo:
-Escucha,
perdona, me excite... no debí cogerte la cabeza de esa manera... Yo... lo
siento. ¿No te enfadaras?
Adela,
aun de rodillas, le miro, con el dedo índice recogió parte del semen que tenía
en la frente, y con una sonrisa se lo metió en la boca, tragando.
-A
ti, ¿qué te parece? Lo importante es que te haya gustado a ti, que eres el
cliente, ¿no te parece? Espera un poco que me limpie. Al fondo está la
habitación, puedes desnudarte si te apetece el segundo plato - dijo mientras
se levantaba y se acariciaba una nalga insinuantemente. -Tiene un pollón
precioso Diego, y estás en forma, vaya disparos de lefa más potentes!!
Cuando
fue a la habitación, Diego estaba al lado de la cama, completamente desnudo,
esperando como un niño bueno. Delgado, con los abdominales ligeramente
marcado, pero con la polla relajada.
-Vaya,
nene!! ¿Es qué no te gusta los que ves?- exclamó dándose una vuelta coqueta
con la poca ropa que aún llevaba, un sujetador blanco, la minifalda azul, las
mini medias blancas, y un tanguita.
Se
acerco a Diego, le tumbo con suavidad en la cama y empezó a masajearle el
pecho suavemente con ambas manos, a besarle suavemente el cuello mientras el
chico se dejaba hacer. Bajo lamiéndole el pecho hasta centrarse en sus
pezones mientras le acariciaba el pelo y los hombros. Poco a poco siguió lamiéndole
el abdomen y a acariciarle los muslos. Le levanto las piernas y empezó a
chuparla la parte de atrás de las rodillas, y fue subiendo hasta las nalgas.
Le pidió que se pusiera a 4 patas sobre la cama, lo que acepto sin chistar.
Adela empezó a masajearle su durito culo sin apenas pelo, y a besuqueárselo.
Con la lengua se centró en la rajita, hasta llegar a su ano, que lamio con frenesí,
mientras le acariciaba los testículos y veía como la polla del muchacho se ponía
morcillona. Entonces se tumbo con la cabeza dentro las piernas de Sergio, le
lamio el capullo, y abrió la boca. Sergio lo pilló a la primera, y bajo la
cintura para meterle la polla en esa boca tan apetitosa. Era como follarse a
un coñito bien abierto y húmedo, y siguió penetrando la quieta cabeza de
Adela. Cuando Adela noto que la polla de Sergio estaba a tope, le dijo que si
quería visitar otro agujerito de su cuerpo.
Adela
se levanto, se quitó el tanga dejándose la minifalda y las mini medias. Se
puso de cuclillas sobre la cabeza de Sergio, quien empezó a acariciarle ese
culito, y a lamerle todo el ojete. Mientras, Adela, con las manos embadurnaba
con lubricante la caliente y dura polla de Sergio, que iba a ser el sexto tío
que la empalara por su culito.
Adela
colocó entonces el culo sobre la polla de Sergio, y este dirigió la bajada
para que el ano tocara su glande. Poco a poco Adela fue bajando el culo, y empezó
a meterse dentro, poco a poco la dura verga del vecino.
-Así,
Adela, muy bien, uff, que culazo tienes!! Me encanta, venga, sin miedo, baja más
esas nalgas, nena.
Sergio
intentaba subir la pelvis para entrar más en el recto de Adela, que aun con
las mini medias blancas y la minifalda, empezaba a respirar fuerte por la
excitación y la sensación de su culo abriéndose gracias a una caliente y dura
barra de carne. Cuando la mitad de la polla ya estaba metida, Adela empezó a
bajar y subir su culo, de cuclillas, mientras se apoyaba en el colchón con
manos y pies.
-Joder,
desde aquí, pareces totalmente una tía... y que tía!!! Un pedazo hija de puta
de pibon.
-Soy
una puta, si, no lo olvides, así que calla de una vez y jodeme bien.
-¿Quieres
que te joda bien, cabrona? Túmbate en la cama, que vas a ver.
Adela
se tumbo con el culo en el borde de la cama, y Sergio de un salto se levantó,
agarró los tobillos de Adela y le separó las piernas en alto mientras introducía
su polla por el dilatado ojete de Adela.
-Adela,
putita, parece que te gusta, que tienes la polla dura. Me encanta tu
minifalda y las medias. Pareces una adolescente calentorra. Seguro que te has
follado a todos tus profesores, sozorra! Que carita de puta tienes.
-Si
quieres la próxima vez jugamos a profesor y alumna, pero ahora dedícate a
joderme bien. Venga, clávamela hasta el fondo cielo, que quiero sentirla más
adentro. Me encanta su calor.
-¿Quieres
polla, puta? Toma cabrona, toma polla, toma puta, TOMA, TOMA, ZORRA, PUTA,
TOMA CABRONA, TOMA MI POLLON, JODETE, TE VOY A MATARRR A POLLAZOS!!! -grita
Sergio embistiendo cada vez más rápido y fuerte, clavando la polla hasta
golpear con sus huevos las nalgas de Adela. Esta, empalmada y viendo que
Sergio iba a tardar poco en correrse de nuevo, coge su propia polla entre gemidos
y empieza a cascársela a toda leche.
En
un minuto Adela siente que se va a correr, y se lo grita a Sergio, que
responde.
-JODER!!
PUTA, SIIII, CORRETE CONMIGO, AHHH, CABRONA!!!!!- saca la polla y empieza a
lanzar chorros de semen sobre la polla, el abdomen, y la falda subida de
Adela, quien le acompaña en sus eyaculaciones y gemidos de placer.
Tras
unos minutos tirados en la cama, se ducharon juntos, y al despedirse Adela le
prometió que tendrían otros encuentros si Sergio quería y pagaba. Este le respondió
que no lo dudara y le dio un beso en la boca. Adela sintió un vuelco en el
corazón. Le había encantado ese beso...
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