miércoles, 7 de junio de 2023

SW

 

AUTORA: Sandra Lizaldi

 

Después del chasco que me llevé con O tenía ganas de pasarla bomba, afortunadamente ese fin de semana iría con Paty a un Club que había descubierto de la mano de su último patrocinador. Se trataba de un lugar swinger al sur de la ciudad donde, por lo que contaba Paty, la noche se tornaba bastante caliente y divertida; solo que había un problema, teníamos que llegar ya arregladas por lo que tendríamos que instalarnos en un hotel cerca del lugar para poder transformarnos.


Esa semana había estado particularmente ocupada, la consultoría seguía en expansión lo que me mantuvo entre reuniones con clientes y socios, con uno en particular, pero eso es materia de otro relato.

Pues bien, había llegado el sábado y había quedado con Paty de vernos en el hotel así que cada quién tendría una habitación, cosa que podría sernos bastante útil esa noche.

Como es mi costumbre llegué al hotel con el tiempo suficiente para transformarme con calma. Esa noche tenía que lucir radiante así que me tomaría mi tiempo para producirme por lo que llegué relativamente temprano.

Me bañé y retiré cualquier vello de mi bello cuerpo para quedar lisita desde la nariz hasta los talones, afortunadamente soy muy lampiña lo que ayuda en demasía a esos menesteres. Terminé esa parte del ritual y salía a la habitación con la toalla enredada en la cabeza y completamente desnuda, caminé hasta la cama y acomodé delicadamente los dos atuendos que llevaba para esa noche, en realidad llevaba tres, pero había adquirido uno exclusivamente para cuando regresara.

 

 

Había elegido una minifalda blanca con tablones, muy parecida a las que utilizaban las tenistas y golfistas, una blusa blanca igualmente y un coordinado plateado con blanco con tobimedias blancas de seda. El otro era una minifalda negra de vinil bastante breve, un top rojo, tanga también roja, liguero negro con rojo y medias negras de red; ambos atuendos se veían fantásticos con las zapatillas de plataforma de charol rojas sin embargo con el blanco se veían mejor así que ese fue el primer atuendo de la noche.

Paty me avisó que iba un poco retrasada pero que ya estaba casi de salida lo que me daba más o menos una hora para cenar mirando una película así que ordené un club sándwich y una botella de vino a la habitación. Cuando terminó la película Paty llevaba quince minutos en la habitación de al lado, era momento de empezar con la tercera etapa de la transformación así que me deshice de la bata, me hice un par de colitas en el cabello y comencé a vestirme, después me maquillé y por último me peiné, en realidad solo acomodé bien las colitas. Estaba terminando de aplicarme el gloss cuando Paty tocó a la puerta dando golpes suaves pero repetitivos, muy repetitivos, por eso supe que era ella.

– ¿Ya estás lista cariño? – me dijo.
– Agarro mi bolsa, mi suéter y nos podemos ir, dije mientras daba media vuelta hasta la mesita de noche para tomar mis cosas, así que cogí mi bolso de mano, puse dentro mi iPhone, cigarros y encendedor, cogí el suéter del sillón y salí.
– ¡Amiga te ves radiante! le dije antes de darle un beso en los labios.
– Tu también te ves divina Sandy, y esa faldita tiene el vuelo suficiente me parece, sabes a lo que vienes. ¡Jajajaja!
– Amiga, O fue un fracaso, ya te contaré, así que esta noche tiene que ser mía.
– Pues a mi me fue increíble, ya te contaré, y esta noche quiero que nos divirtamos hasta que salga el sol o nos corran del club, lo que ocurra primero.
– Estoy de acuerdo contigo amiga, vayamos a por ellos

Ambas comenzamos a reír mientras caminábamos hacia el ascensor, Paty llevaba un vestido entallado azul turquesa con unas zapatillas a juego sin medias y se había peinado el cabello esponjado, y como sello distintivo, un labial rojo cereza con efecto húmedo lo que le resaltaba los labios haciéndolos sumamente atractivos. Bajamos hasta el estacionamiento y nos subimos a mi auto, un Beatle convertible negro con interiores en blanco con vivos rojos y salimos hacia el club, cabe mencionar que era la primera vez que Sandy conducía ese auto y la sensación fue fabulosa, sobre todo cuando descapoté el auto y subí el volumen al estéreo al mismo tiempo que Clapton deslizaba sus dedos por las cuerdas de su Stratocaster en “Alabama Woman Blues”

El lugar estaba relativamente cerca así que en cuestión de diez minutos estaba dejándole el sandymovil a un chico chaparrito y moreno con peinado de puerco espín.

– ¡Cuídalo mucho y serás bien recompensado! – le dije mientras depositaba mi llave en su mano enguantada.
– No se preocupe señorita, yo le cuido lo que sea necesario – me dijo sonriendo mientras me recorría de arriba abajo y se acomodaba el paquete.

Le sonreí y le guiñé el ojo antes de darme la vuelta y caminar hasta la entrada principal, ahí Paty entregó un sobre con los boletos y la invitación y después de checarlo nos dejaron entrar; estoy segura que durante todo el trayecto el chaparrito no dejó de mirarnos el culo a las dos.

Una vez dentro te sentías transportado a la década de los setenta, lo primero que te encontrabas era una recepción decorada con muebles de fibra de vidrio similares a los de “The Jetsons” tapizados en terciopelo rojo mientras las paredes con un tapiz de octágonos anaranjados, café y beige, una alfombra verde olivo y unas estatuas griegas sobre pilares de mármol representando a Eros y a Venus te daban la bienvenida; detrás había una cortina morada y una chica topless pero con pezoneras en forma de lengua nos colocó unas pulseras anaranjadas, supuestamente como invitadas especiales, realmente la pulsera servía para identificar a las chicas como nosotras del resto, y por cierto, no éramos las únicas.

Detrás de la cortina una chica nos guio hasta nuestra mesa. Las mesas estaban dispuestas en derredor de una pista en donde había una tarima, ahí había un potro del amor, una silla y un love seat. 

– Ahí es el show – me dijo Paty al oído, empieza después de media noche, aún falta ¿Quieres ir a dar una vuelta por el lugar ahorita que no hay mucha gente o prefieres al rato que esto esté lleno?
– Vamos de una vez, sirve que paso al baño a retocarme el labial

Pusimos el cartel de reservado y nos dirigimos al sanitario, era un espacio amplio muy iluminado con varios cubículos y la pared donde estaban los lavamanos tenía un espejo enorme de piso a techo, algo que me llamó la atención es que no estaban separados entre hombres y mujeres, era un mismo baño para todos los asistentes cosa que me pareció bastante interesante.

Subimos a la segunda planta y ahí había cuatro cuartos, amplios y con muy poca iluminación a excepción del último cuarto, el cuarto oscuro.

Regresamos a nuestra mesa y la misma chica que nos acompañó al llegar se acercó casi de inmediato.

– Hola de nuevo, mi nombre es L y seré su anfitriona ¿Les apetece algo de beber?
– A mi tráeme un “Cosmo” – respondí
– Yo quiero unas “Medias de seda” – dijo Paty
– Enseguida – nos respondió L y dio media vuelta, ahí me percaté que solo traía puesto un mandil atado a la cintura lo que permitía verle las nalgas, y vaya hermoso par de nalgas que tenía la chicuela.
– ¿Qué te parece el lugar? – Dijo Paty.
– Bastante coqueto, hasta ahorita va muy bien.

De reojo miré mi reloj de pulsera y apenas darían las once, teníamos tiempo para entrar en calor antes de entrar en acción.

Minutos después L regresó con una charola en la mano y dejó sobre la mesa el Martini, las medias y una copa con aceitunas negras en salsa de soya y especias.

– ¿A nombre de quién abro la cuenta? – dijo L.
– Sandra, Sandra Lizalde – me apresuré a responder.
– Bienvenidas, disfruten sus bebidas y si necesitan algo estaré muy cerca.
– Muchas gracias – respondimos al unísono y levantamos nuestras respectivas copas brindando, ¡Por que tengamos una noche llena de delicioso sexo! – dije – ¡Qué así sea! – respondió Paty – Dimos un trago y después de colocar las copas en la mesa comenzamos a reír mientras nos mirábamos.
– Detrás de ti hay un chico de barba bastante guapo y está mirando justo para acá – me dijo Paty.
– Si, lo vi desde que llegamos, pero prefiero esperar un poco, la última vez no salió muy bien que digamos – respondí y ambas comenzamos a reír.
– ¡Qué terrible amiga! Y tan golosa… y puta que eres.
– ¡Exclamó la virgen inmaculada!, mira que si hacemos cuentas en la cantidad de amantes me das la vuelta varias veces, y si, es envidia – respondí y nuevamente reímos a carcajadas mientras dábamos un segundo trago a nuestras copas.

La gente no cesaba de llegar y el lugar poco a poco fue llenándose no solo de humanidad, también de ruido ya que las charlas creaban un nebuloso sonido de barullo lo que provocaba que aumentaran el volumen de la música lo que hacía que la gente subiera el volumen y vuelta a empezar y hablando de la música, eso fue una mezcla de estilos, ritmos y ambientes bastante curiosa, porque la música que escuchabas en la planta de abajo no era la misma que escuchabas en los cuartos de arriba y dentro de cada cuarto se podía escuchar música diferente, pero en general era buena, muy comercial para mi gusto pero nada mala.

Paty y yo charlamos de cómo nos había ido en la semana, teníamos algunos negocios en común y era una buena oportunidad para ponernos al día en lo que bebíamos unos tragos y nos divertíamos, así se nos fue el tiempo hasta que dio comienzo el show, y realmente ahí comenzó la diversión.

¡Buenas noches hermandad SW! Bienvenidos una vez más a una noche de fiesta, una noche caliente, una noche erótica y llena de sexo y fluidos ¿Cómo están? – dijo una voz en off femenina bastante cachonda.

¡BIEN! – respondimos todos a coro.

Otra vez, a ver ¿Cómo están?

¡BIEENN! – respondimos nuevamente.

Me da mucho gusto escucharlos, para esta noche el chef hizo una selección muy especial. Para abrir apetito tendremos el baile sensual de Fox y Cat, seguido de un squirt con Eva, para continuar con una sesión de felatio con Chocolat y de platillo principal tendremos un gang bang de Fox, Cat, Eva y siete asistentes voluntarios, como postre tendremos baile sensual entre las mesas de Chocolat, Fox, Cat y Eva, esperamos que lo disfruten y recuerden, si gustan formar parte del performance solo tienen que levantarse, desnudarse y acercarse.

Unas luces de colores comenzaron a iluminar al mismo tiempo que un par de tubos descendían del techo hasta incrustarse en la pista mientras una versión mezclada en vivo de “Sweet Dreams” de Euritmics sonaba por todo el lugar, y de uno de los laterales salieron Fox y Cat, dos chicas con un hermoso cuerpo vestidas con un vestido semitransparente que semejaban tanto una piel de zorra como una de gata, debajo del vestido ambas tenían un coordinado de tanga negra, unas orejitas de terciopelo y un plug con cola de zorra y gata también, ambas bailaban frenéticamente con movimientos felinos, agiles y graciosas al mismo tiempo que sensuales y muy eróticas, una vez terminó esa canción comenzó a escucharse “The Unforgiven” de Metallica, igualmente en una versión mezclada en vivo, ambas comenzaron a bailar sensualmente, comenzando en el tubo y terminando una en el potro del amor y la otra en el love seat, al final de la canción ambas se habían despojado de los vestidos, la tanga y lo demás seguía puesto, ambas sudaban abundantemente lo que le daba más erotismo al momento y comenzaron a masturbarse y en ese momento se podía escuchar “Estranged” de Guns N’ Roses y unos segundos después salía Eva completamente desnuda, era una chica de grandes y exuberantes senos y un culo grande, morena de ojos color miel y facciones muy bonitas, en una mano traía un dildo doble y en la otra un frasco grande de lubricante, para este momento Fox y Cat se encontraban ambas en el love seat con las piernas abiertas y una masturbaba a la otra, Eva llegó por atrás y dejó caer el dildo entre ambas, Fox lo tomó y comenzó a mamar un lado y de inmediato Cat hizo lo propio comenzando a mamar el otro extremo, Eva se puso de cuclillas entre ambas y comenzó a lamerles los muslos, primero a Fox y después a Cat, después subió un poco y a la tercera vuelta ya estaba aplicando la lengua directamente en el clítoris de ambas mientras insertaba los dedos en ambas, unos minutos después se pusieron en cuatro dejando culo contra culo y Eva les quitó las colas a ambas lamiendo el dilatado culo de las chicas y tomó el dildo, lo embarró de lubricante y comenzó a introducírselo por el culo a ambas, las dos chicas movían en círculos las caderas y se empujaban lentamente hasta que sus nalgas chocaron, Eva estaba en cuatro también, con una mano se masturbaba mientras con la otra sostenía el dilo para que Fox y Cat se movieran, primero lentamente incrementando la cadencia y la velocidad de los embates, hasta que frenéticamente se follaban el culo con tan delicioso artefacto y cuando estaban en el momento más frenético las tres comenzaron a correrse arrojando chorros de abundante líquido empapando el sillón y la tarima mientras los últimos acores de la canción se escuchaban por los parlantes, las chicas seguían moviendo las caderas en el escenario cuando comenzó a escucharse “Foxy Lady” de Jimmy Hendrix y un negro imponente salió de la parte de atrás con un over all azul oscuro y un trapeador, con el mismo limpiaba el piso de la tarima y después de hacerlo arrojó el trapeador a un costado y se arrancó el over all quedando completamente desnudo, el chico tenía un cuerpo musculoso y muy apetecible y entre las piernas tenía una verga de cerca de veinticinco centímetros, era un caramelo imponente y solo de verlo me dieron ganas de unirme para comenzar a mamarlo pero me contuve y para quitarme un poco la idea de la cabeza gire la vista dando un recorrido visual por el salón y pude ver como en varias mesas los chicos tenían los pantalones en los tobillos y se masturbaban, en otras mesas las chicas tenían la falda enrollada en la cintura mientras alguien las masturbaba o ellas lo hacían sin dejar de mirar el escenario, en otras había hombres y mujeres haciendo y recibiendo sexo oral; el lugar se estaba poniendo muy caliente.

Una vez Chocolat se subió a la tarima Fox cogió su verga y comenzó a mamarla, Chocolat por su parte introducía sus dedos en el culo de Eva mientras Eva manoseaba a Cat por todo el cuerpo. Chocolat dio un paso atrás y se agachó tomando a Fox por el mentón y le dio un beso, esta lo respondió y se movió de manera que el dildo salió de su culo, momento que Chocolat aprovecho para introducir sus dedos en su hermoso y dilatado culo, esta se sentó con las piernas abiertas al lado de Cat quien tenía a Eva entre las piernas comiéndole el coño. Chocolat caminó hasta el otro extremo del sillón hasta quedar frente a Cat, esta cogió el caramelo de Chocolat y comenzó a mamarlo y tragarlo hasta desaparecerlo por completo entre sus labios, mamando frenéticamente al ritmo de la música, Chocolat hizo lo mismo que con Fox, tomó a Cat por el mentón y le dio un beso en los labios y después caminó hasta quedar frente a Eva quien también cogió la verga de Chocolat y comenzó a mamarla frenéticamente, mientras esto ocurría Fox y Cat no dejaban de manosearse, se recorrían de los senos a los muslos y se pellizcaban los pezones y los labios vaginales además de introducirse los dedos hasta que Chocolat dio un paso atrás, Fox y Cat descendieron del sillón y se acomodaron hasta quedar de rodillas frente al imponente miembro de Chocolat, chupándolo alternativamente hasta que comenzó a correrse, los chorros de leche tibia de Chocolat salían cubriendo primero el rostro de Eva y después los de Fox y Cat mientras las tres se besaban y lamían la abundante lefa de sus rostros hasta limpiarlos casi por completo.

En ese momento la voz en off volvió a escucharse.

“Les pedimos a los siete voluntarios se desnuden y suban a la tarima, de igual modo si alguien más desea unirse siéntanse con la libertad de desnudarse y aproximarse a la tarima”

Una chica entró al escenario y repartió toallitas húmedas a los cuatro participantes para que se limpiaran, cuando empezó la siguiente parte del show se habían agregado diez chicos y tres chicas.

De los parlantes comenzó a brotar “Ten Long Years” de Eric Clapton y B.B. King y ahí empezaron las caricias, se conformaron de dos chicos por cada chica y estas gustosas comenzaron a acariciar, lamer y chupar los miembros que les pusieron enfrente, Chocolat, Eva, Cat y Fox también se unieron al festín de sexo oral y lo que empezó como un gang bang comenzó a convertirse en una pequeña orgía, las chicas recibían gustosamente por cualquier orificio lo que quisieran introducirles y mientras iba incrementando el ritmo de la música también se incrementaban los gemidos y sonidos propios del sexo.

Durante varios minutos la masa humana que se encontraba sobre las tarimas mamaron cogieron y se corrieron y poco a poco fueron terminando y retirándose hasta que en el centro del escenario quedaron Cat, Fox, Eva y Chocolat acariciándose y besándose, en ese momento las luces se apagaron y los cuatro salieron de la tarima; segundos después se iluminó nuevamente el salón mientras se seguía escuchando música de Clapton, en ese momento me parece se escuchaba “Cocaine” pero aun volumen más bajo, y las luces se tornaron azul celeste y nuevamente salieron Fox, Cat, Eva y Chocolat pero ellas con un coordinado blanco y él con una tanga blanca igualmente y comenzaron a caminar y a bailar entre la gente y las mesas. Mientras eso sucedía la gente los manoseaba y los fueron desnudando, algunos de los espectadores los lamían, besaban y chupaban por todos lados hasta que la música se fue acabando y las luces se fueron apagando.

¿Cómo se encuentran mis deliciosos invitados? – dijo la voz en off – ¿Ya calentaron motores? ¿Ya están listos para enfrentar la noche? Disfrútenlo deliciosos, que todo lo que suceda esta noche será solo para su placer.

Al terminar de hablar una luz estroboscópica comenzó a titilar seguida de una explosión de aire y luz indicando que la pista estaba por ser abierta, y en lo que eso sucedía dos sujetos chaparritos pero bastante fornidos entraron para retirar la tarima y liberar la pista de baile, la fiesta estaba por comenzar.

 

El D.J. comenzó un espectáculo de luces y música electrónica un poco sosa pero a estas alturas de la noche en lo que menos reparaban era en la música ya que la inmensa mayoría había subido a las habitaciones de la parte superior, solo unos cuantos nos quedamos abajo bebiendo, charlando y bailando.

– ¿Qué tal el lugar amiga? – me dijo Paty.
– Muy interesante amiga, tenía tiempo que quería ver un espectáculo así y valió mucho la pena.
– Y se pone mejor, ahorita subimos a explorar y ya te enterarás de lo que es diversión.
– Si te creo amiga, por lo pronto pidamos otro trago, el chico de aquella mesa insiste en mirarnos, démosle más tentación – le dije mientras levantaba la mano indicándole a la mesera que quería otra ronda.
– Voy al tocador y regreso amiga – dijo Paty mientras se levantaba.

Me quedé en la mesa esperando las bebidas y mientras lo hacía un chico me tocó el hombro

– ¿Quieres bailar? – me dijo

Levanté la mirada y me encontré con un hombre maduro muy atractivo, de barba cerrada y ojos celeste y una sonrisa radiante; no pude negarme.

– Claro – respondí, me levanté y caminamos a la pista, yo iba un paso delante de él mientras el posaba una de sus manos en mi cintura ya casi llegando a las nalgas.

Llegamos a la pista y comenzamos a bailar, no soy una gran bailarina pero me defiendo y mi compañero de baile era realmente bueno; cuando comenzamos a bailar el D.J. había puesto un set de salsa y nos dejamos llevar por la música, bailamos tal vez como quince o veinte minutos, y regresamos a nuestra mesa porque nos urgía refrescarnos después de tanto baile.

Cuando regresamos a la mesa Paty había escrito en una servilleta que había ido a dar una vuelta, que no me preocupara por ella y nos veíamos en la mesa a la hora del cierre para irnos.

– ¿Todo en orden preciosa? Por cierto, mi nombre es H.
– Mucho gusto H, yo soy Sandy, oye qué bien bailas.
– Tu también lo haces fantástico, solo te atoras un poco en las vueltas pero con un par de horas de practica estoy seguro que lo harás divino.
– ¿A qué te dedicas H?
– Tengo un restaurante ¿Tu hermosa Sandy?
– Soy fotógrafa
– Muy interesante, ¿Qué tipo de fotografía haces?
– Tenía un estudio fotográfico donde sacaba fotos para pasaportes y credenciales pero pues ya no son tan socorridas las fotografías tamaño infantil; ahora solo hago fotografías para bodas.

H se me quedó mirando muy serio y un poco desconcertado por mi respuesta, me sonrió y me dijo

– Pensaba que eras algo así como fotógrafa de revistas de moda, no de estudio de ese tipo, de igual modo debe tener su chiste, he visto fotos de boda muy bien hechas.

Solté una carcajada en ese momento.

– No te creas, estoy bromeando, mi fuerte es el fotoperiodismo pero ahorita estoy por lanzar una revista digital de fotografía artística, después de mucho investigar nos dimos cuenta que no existe una sola revista especializada y me dije, es momento de crear una, so, si todo sale bien lanzamos el primer número en un par de semanas, estamos terminando el arte de portada. – dije mientras sonreía y coquetamente ponía mi mano derecha sobre su pierna izquierda.
– Eso es más interesante que sacar fotos para cartillas y boletas de secundaria.
– Si que lo es, pero conlleva mucho trabajo y es costoso, desafortunadamente la foto profesional no es económica pero da muchas satisfacciones, ¿Vienes solo?
– Me imagino, no se cuanto se requiere para ser fotógrafo, lo que si se es que las cámaras son caras. No, pero mi esposa está allá arriba y la verdad hace mucho calor, bajaba solo por un trago, pero te vi y algo me dijo que eras la indicada para bailar ese ritmo. ¿Tú?
– Si, es un poco costoso, pero te digo, deja muchas satisfacciones y si lo haces bien puede ser un buen negocio. No, vengo con una amiga, pero también está allá arriba ¿Quieres subir?
– Pues he visto cámaras de varios miles de pesos además de aparatos que se ven muy delicados además de complicados jajajaja. Bailemos una pieza antes de subir, esa canción me gusta.
– Jajajaja si, hay equipo delicado – dije y me levante tomándolo de la mano y jalándolo hacia la pista de baile, no la conozco pero bailemos.

Llegamos a la pista a media canción y bailamos un par más, era un ritmo caribeño que hacía elevar la temperatura y poco a poco te iba poniendo a tono para encuentros más carnales. Para la segunda canción ya frotaba su miembro erecto y duro contra mis nalgas mientras me cogía por la cadera por debajo de la falda y subía sus manos hasta mi pecho y descendía otra vez hasta debajo de mi falda, yo frotaba con mi mano su caramelo, tenía un muy buen tamaño y una firmeza absoluta. Sin decirle nada lo tomé de la mano y caminé con él hacia las escaleras que nos llevarían al piso superior, él caminó detrás de mí hasta que entramos a la primera habitación, efectivamente se sentía mucho calor.

La habitación estaba iluminada por una luz roja, lo que permitía mirar parcialmente, dentro había una marea humana, dentro había aproximadamente quince parejas cogiendo de una manera tan lubrica y sexual que de inmediato la excitación comenzó a recorrer mi espalda

– ¿Quieres entrar? – Me susurró H al oído.
– ¿Qué hay en el otro?, Vamos – dije ignorando su pregunta y caminé hacia la otra habitación.

Ahí la escena era un poco diferente porque no solo había parejas cogiendo, ahí dentro sucedía una orgia deliciosa, se podía ver chicas con dobles penetraciones además de tener un caramelo en la boca y algunas hasta uno en cada mano, se veía que las chicas lo estaban pasando fantástico porque los gemidos se podía escuchar por arriba del volumen de la música del cuarto, esa habitación estaba iluminada con luz azul más tenue lo que hacía que vieras las siluetas pero pocos detalles, lo interesante era entrar a mirar más de cerca y a sentir lo que sucedía

– ¡Vamos al cuarto oscuro! Me dijo mientras me jalaba de la mano, yo lo seguí sin pensarlo.

Dentro no se veía realmente nada, el cuarto estaba iluminado con luz negra así que lo único que se veía era destellos de ropa interior blanca que brillaban como si estuvieran iluminados, ese y algunos colores más pero en general no se veía nada, los gemidos eran la única guía. Apenas pasamos la puerta las manos invisibles comenzaron a recorrerme y lo correcto en estos casos, según creo, es responder el gesto manoseando a alguien, tal vez no a la persona que te manoseo en primer instante pero la intensión es lo que cuenta.

– Vamos al cuarto azul – le dije a H.

H salió y detrás de él salí yo y entramos al cuarto, junto a la puerta había un rack en donde tenías que dejar tu ropa. H y yo comenzamos a desnudarnos, yo me quedé en tobimedias y zapatillas, él se desnudó por completo y una vez guardamos nuestra ropa avanzamos hacia el centro del lugar, H me tomó por el cuello y me condujo hasta el fondo donde me recargó contra la pared, mientras me presionaba con su cuerpo podía sentir el rastro húmedo que dejaba su firme y tibio caramelo después de rozar mis muslos internos. Comenzó a descender y a recorrer mi cuerpo con sus manos hasta que llegó a mis nalgas ahí se detuvo unos instantes y después de un lenguetazo las abrió, la sensación de su lengua húmeda y tibia era deliciosa; comenzó a la lamer mi culito en círculos mientras apachurraba y abría mis nalgas, yo tenía las manos apoyadas contra la pared, el culo levantado y las piernas abiertas, la sensación era deliciosa y los gemidos a mi alrededor me excitaban cada vez más, después me dio vuelta, se metió mi caramelo en la boca y comenzó a mamar mientras jugaba con mis nalgas e intentaba meter uno de sus dedos en mi culito, yo lo cogí por la cabeza y lo acompañé en su ritmo, lo hacía bastante bien, después se levantó y sin más me plantó un enorme y delicioso beso en la boca, yo se lo respondí mientras tomaba su caramelo con una mano y con la otra recorría su pecho, me puse de cuclillas y comencé a lamer la punta de su caramelo, tenía una muy buena verga circuncidada y de muy buen grosor, además de una hermosa y bien formada cabeza, después de recorrer el glande con la lengua comencé a meterla entre mis labios y a chuparlo un poco antes de intentar tragarlo todo. No tardaron en llegar un par de chicos más con sus miembros erectos buscando alojo entre mis labios y entre mis nalgas, y en un momento tenía tres deliciosos caramelos de carne así que tomé uno en cada mano y al ritmo que mamaba comencé a masturbarlos, uno de ellos me tomó por el cabello y me levantó de un jalón dándome vuelta recargándome nuevamente contra la pared pero esta vez estaba más lejos lo que me permitía estar inclinada, uno de los chicos me acercó un taburete cubico y ahí apoyé una rodilla para poder tener más estabilidad y poder hacerlo mejor,  aún no terminaba de acomodarme cuando sentí nuevamente una lengua recorrer mis nalgas y después de humedecer mi cuilito sentí como una verga comenzaba a abrir paso entre mis nalgas mientras mantenía otra verga en mi boca y otra en mi mano izquierda, los embates del chico que tenía detrás eran deliciosos, yo estaba tan excitada y me sentía tan puta que movía el culo de un lado a otro mientras me follaban, luego cambiaron turnos para follarme y ponerme su caramelo en la boca, así estuve algunos minutos, con mi boca, mis manos ocupadas y mi culito rebosantes de carne de macho, unos minutos después H me tomó por el cabello y me levantó, se sentó en el taburete y me puso en cuatro a mamársela, momento que aprovecho el chico al que se la estaba mamando para follarme el culo. Encantada, extasiada y frenética comencé a mamar semejante pedazo de carne hasta que sentí el chorro de leche tibia llenando mi boca y casi de inmediato sentí dos corridas más sobre las nalgas sin embargo mi culito seguía lleno de carne y cuando ese chico se corrió uno más ocupó su lugar.

Mientras me follaban yo lamía el caramelo de H empezando en su delicioso glande y descendía hasta meterme ambas bolas en la boca y mientras las mamaba lo masturbaba tratando de provocarle una erección nuevamente sin embargo el chico que me follaba se corrió antes de que lo consiguiera. Yo seguía sin correrme y prefería que eso siguiera así porque el orgasmo, cuando llegara, sería delicioso además de mantenerme caliente y a tono para recibir más caramelos jugosos.

Casi de inmediato otro chico reemplazo al que acababa de correrse y este se acercó a mi para que le limpiara la verga con la boca, jamás había hecho algo así, pero estaba tan excitada que comencé a lamer para después meterlo a mi boca para mamarlo al tiempo que masturbaba a H.

La sensación de estar llena de carne por ambos lados me ponía cada vez más caliente y mientras el chico que estaba detrás de mí me follaba frenéticamente un chico se acercó por el otro costado y me acercó su verga, primero lo restregó sobre mi brazo humedeciéndolo un poco lo que llamó mi atención y al voltear vi una hermosa verga cerca de mi cara y no tuve más remedio de meter su cabeza en mi boca y comenzar a mamar; el chico que me estaba follando se corrió con vigorosas embestidas mientras al que se la estaba mamando se corría en mi cara y alguno más se corrió en mi espalda para irse casi enseguida dejándonos solos a H y a mi quién me tomó de los hombros y me jaló hasta tenerme frente a sus hermosos ojos azules, me besó en los labios y me dijo

– vamos, necesitas un trago, y asearte.

Me ayudó a incorporarme, en el salón aún quedaban algunas pequeñas orgías en desarrollo, en especial una que tenía a una MILF de muy buen cuerpo como protagonista. Estaba en una doble penetración al tiempo que le comía el culo a una chica de cuerpo menudo mientras esta chica alternaba entre tres vergas que la rodeaban y mamaba con énfasis a uno mientras a los otros los masturbaba, cambiaba de manos y boca con una maestría impresionante.

H y yo caminamos hasta la entrada, mientras caminaba y estaba de pie las corridas que habían lanzado sobre mi espalda y nalgas escurrían y sentía como se iban deslizando perezosamente por mi piel, esa sensación me provocó un escalofrío – permíteme limpiarte – dijo H mientras tomaba lienzos de papel de baño que estaban puestos con ese propósito y se agachaba para hacer lo propio. Una vez limpia me pasó mi ropa, nos vestimos aprisa y bajamos al salón de baile, ahí el ambiente era de fiesta, aún había muchas parejas que bailaban en la pista, algunos estaban desnudos, otros en ropa interior; la gente se reía y divertía de lo lindo, en la mesa Paty platicaba con una pareja y mientras charlaba con la chica masturbaba al chico quien besaba apasionadamente a su pareja al tiempo que se corría sobre el pantalón.

 

 

¡Sandy querida! Te presento a R y F son una pareja encantadora, los conocí en el cuarto rojo, ella es Sandy, mi mejor amiga en este mundillo, una chica fenomenal, ya la conocerán. ¿Y tú eres?

– H mucho gusto – dijo mientras le daba un beso en la mejilla.
– Ella es mi amiga Paty, de quién te hablé – le dije a H.
– Mucho gusto Paty.
– Mucho gusto H, qué lindo nombre ¿Se van a sentar?
– No, los dejamos para que se sigan divirtiendo, me voy con él a su mesa – respondí – te veo en un rato.
– Con permiso, – dijo H sonriendo mientras me tomaba de la mano y caminaba despacio hacia su mesa.

No sentamos y la mesera llegó casi de inmediato

– ¿Te sirvo lo mismo H? – dijo su anfitriona.
– No, tráeme una botella de vino blanco, Casillero del Diablo, helado.
– ¿Dos copas?
– No, tres.
– Enseguida

La mesera dio media vuelta y caminó aprisa hacia la barra

– ¿Qué tal te la estás pasando? – me dijo.
– ¡Súper! Hasta ahorita mucho mejor de lo que esperaba, por cierto ¿A qué hora cierran este lugar?
– Generalmente hasta que sale el sol, jajajajaja, supuestamente a las cinco pero mucha gente se va de aquí después de las seis.
– Me imagino, ni modo de prender la luz a la voz de ¡A su casa todo el mundo que ya cerramos! Mientras arrojan cubetadas de agua con pinol, jajajajajaja.
– ¡No! Impensable

Ambos reíamos a carcajadas cuando la mesera llegó con la botella y las copas, y se las mostró a H, él asintió y la chica de inmediato descorchó la botella y sirvió dos copas, la tercera la dejó boca abajo sobre una servilleta después de acomodar la botella dentro del enfriador.

– Disfruten – dijo y se dirigió a otra mesa.
– Espero te guste el vino, a mi gusto es el mejor que tienen aquí

Antes de responder le di un trago y me supo a gloria, estaba delicioso con esa temperatura y ese sabor dulce

– Está delicioso – respondí – no me había dado cuenta que tenía tanta sed, y apuré el resto de la copa.

H me miraba divertido, lo sabía porque no dejaba de sonreír, en eso comenzó a sonar “Pedro Navaja”

– Esa canción me mata ¿Bailamos? – le dije mientras me levantaba y le cogía la mano, él se levantó y me tomó por la cintura guiándome hasta la pista de baile. Comenzamos a bailar, me sentía en las nubes pues la manera en que me guiaba era precisa, en verdad era un gran bailarín y sabía lo que hacía, terminó la pieza y regresamos a la mesa, grata fue mi sorpresa al ver sentada y sirviéndose una copa de vino a la MILF que vi en la doble penetración en la habitación de arriba.

¡Hola mi amor! – dijo H mientras besaba en los labios a la MILF.
– ¿Cómo estás mi vida? Veo que te diviertes.
– Ellas es Sandy, una nueva amiga.
– Hola Sandy, mi nombre es E.
– Hola – respondí mientras nos besábamos las mejillas – un gusto.
– ¿Qué tal te trata mi marido Sandy?
– ¡Excelente! Es un tipazo.
– ¿Verdad que si? Es lo que digo, me saqué la lotería con él, y él se la sacó conmigo, pero bueno, brindemos por el gusto de conocerte – dijo E mientras levantaba la copa.

H y yo levantamos nuestra respectiva copa y las chocamos con la suya a mitad de la mesa, ¡Salud!

– Si, es un encanto – respondí – en ese momento H me tomó por el mentón y me dio un beso en los labios.

Por los parlantes comenzó a escucharse un tema de Marc Anthony y E le pidió a H que bailaran a lo que accedió H y ambos se levantaron de la mesa, aproveché para rellenar la copa y fui a la mesa a ver a Paty, en ese momento la pareja con la que se encontraba también bailaba en la pista.

– ¿Qué tal la pasas amiga? ¡Salud!
– Bien, me estoy tomando un descanso, estuvo buena la acción en el cuarto oscuro ¿Tu Sandy?
– Fabuloso, yo también la pasé fantástico en el cuarto azul, me trataron muy bien y también estoy un poco cansada ¿Cuál es el plan?
– Pues R y F quieren que vayamos al hotel, yo no sé, estoy muerta y preferiría irme a dormir, no sé, F tiene una verga deliciosa y me gustaría comérmela de nuevo. ¿Tú?
– Aún no hay plan, sigo con ganas de un poco más de acción así que tal vez los invite al hotel, estoy esperando que terminen de bailar, ¿Quieres llevarte el auto o me lo llevo yo?
– A ver que me dicen, si me voy sola si me lo llevo, si no pues te lo dejo, de todos modos paso a despedirme.
– Vale, nos buscamos entonces en un rato

Estaba dando la vuelta para regresar a la mesa cuando F me tomó por la cintura y me jaló a la pista.
– Ven, vamos a bailar – me dijo sin detenerse hasta llegar a la pista, justo al lado de H y E quienes formaban una pareja fantástica. H me miró y me sonrió guiñándome el ojo, le respondí el guiño y la sonrisa.

Seguimos bailando unos minutos más, realmente F no era muy bueno en la pista pero si tenía las manos muy largas, cada que pudo me agarró las nalgas; incluso cuando me dejó en la mesa de H y E me dio una nalgada como despedida, cosa que noté molestó a H, como buen caballero.

– Qué tipo tan pesado ¿No les parece?
– ¿Quieren hacer algo saliendo de aquí? – pregunté sin más demora ignorando el comentario de H y lo sucedido.

H y E se miraron y se intercambiaron sonrisas

– Justamente eso íbamos a preguntarte, vivimos muy cerca de aquí y en casa tenemos algunas botellas enfriándose en la nevera. ¿Qué dices, te vienes con nosotros? ¿O qué tenías en mente?
– Básicamente invitarlos a mi hotel, lamentablemente no tengo bebidas enfriándose en la nevera pero iba a sugerir pasar a comparar algo.
– Vayamos a casa – dijo E – quiero ponerme algo más cómodo, este vestido es muy bonito pero es muy incómodo.
– También quiero ponerme algo más cómodo querida – dijo H – así que vayamos a casa.
– Necesito pasar por mis cosas al hotel.
– ¿En cuál estás?
– En el Bristol.
– Queda de paso, bien, ¿Nos vamos?
– Denme un momento, tengo que avisarle a mi amiga que me voy.
– Ok, mientras liquidamos la cuenta.

Me levanté y fui a la mesa donde estaba Paty, le dije al oído que me iría a casa de H y E y le dejé el ticket del auto y nos despedimos, H y E estaban de pie detrás de mi esperándome.

Salimos y una X7 plateada con interiores en miel nos esperaba en la puerta, lo abordamos y salimos del lugar volando, por la hora las calles estaban completamente vacías así que en solo unos minutos entrabamos a su garage. Entramos a la sala, E y yo tomamos asiento mientras H iba a la cocina, regresó con una botella de moët y tres copas.

– Brindemos – dijo mientras llenaba las copas – por que la noche termine mejor de lo que empezó.

Cogimos nuestras copas y la levantamos para después dar un trago.

– Bien Sandy, vamos a ponernos cómodos, bajamos en un momento – dijo E.
– Fantástico – respondí – ¿Dónde está el baño?
– Es esa puerta querida – dijo E señalando la puerta del fondo y guiñándome el ojo.

No iba a desperdiciar la oportunidad de utilizar el atuendo que tenía reservado para este momento así que tomé mi maleta y entré al baño, cuando encendía la luz quedé un poco horrorizada, mi maquillaje estaba arruinado así que puse manos a la obra y después de limpiarme la cara volví a hacerme el maquillaje, mucho más sencillo y sutil esta vez porque puedo perder lo que sea menos el estilo.

Después de arreglarme el maquillaje me cambié de ropa. Reemplacé la tela blanca por el azul turquesa, las tobimedias por unas medias de seda arriba de medio muslo con moñitos al frente y la falda por una tanguita de cintas en los costados; el bra lo sustituí con un pequeño babydoll de tul ribeteado en seda.

Una vez lista y después de examinarme en el enorme espejo que había en la puerta salí a la habitación, al salir solo estaba H, permanecía sentado en el enorme sofá de piel beige con una copa de champaña en la mano y el iphone en la otra; el ligero click que se escuchó al cerrar la puerta fue suficiente para que él levantara la mirada por encima de las gafas.

– ¡Wow Sandy que lindo atuendo!, te ves hermosa. Ven, siéntate a mi lado, E no tarda en bajar, se está terminando de alistar.

H estaba con el torso desnudo y debajo solo traía un ajustado calzoncillo negro de algodón que no dejaba nada a la imaginación. Caminé hacia la mesa de centro y cogí mi copa de champaña apurándola de un solo trago y la volví a llenar antes de sentarme junto a él, al hacerlo H comenzó a besarme de manera tan rica que no pude más que contestar el beso mismo que fue subiendo de intensidad. Mientras nos besábamos mi mano buscó su verga que estaba dura y palpitante contenida dentro de aquel calzoncillo y comencé a sobarla por encima sintiendo como iba terminando de erectarse.

– Mámamela – me susurró H interrumpiendo el beso y cogiéndome por la nuca empujándome hacía su caramelo.

Me agaché obedientemente hasta dejar mi rostro frente a su caramelo de carne aún envuelto por aquella capa de tela y lo descubrí con una mano, al hacerlo su deliciosa verga saltó como si hubiese tenido un resorte y salió mostrándose firme y con la cabeza brillante y dura con una gota en la punta misma que recogí con la lengua antes de introducir aquella apetecible verga en mi boca.

En eso estaba cuando sentí como unas manos tibias recorrían mis nalgas y de repente una lengua lamía mi culito empujando levemente para introducirla al tiempo que me abría las nalgas con ambas manos, esa sensación me tenía tan excitada que ya no estaba mamando ese delicioso caramelo, lo estaba devorando frenéticamente. H me tomaba de la cabeza y la subía y bajaba, solo me dejé llevar por sus manos.

Poco después la lengua que me recorría el culo fue reemplazada por uno y después dos y tres dedos, también sentía como escurría lubricante lo que facilitaba la entrada de los dedos mismos que entraban y salían dilatándome de una manera deliciosa cosa que sirvió para abrir paso al dildo con el que comenzó a follarme E.

No pude mas y comencé a gemir y gritar de placer, el ritmo con el que E me follaba era perfecto y me tenía en las nubes. H se levantó y se puso detrás de E y comenzó a penetrarla al ritmo que E me penetraba a mi lo que nos unió en un frenesí delirante y nos unimos en un orgasmo delicioso; al mismo tiempo que H se corría en E esta entró tan profundo en mi que me provocó un  eyaculación tan intensa que el primer chorro me cayó sobre el rostro y el cabello, además de los cojines del sofá, mismo que quedó embarrado en mi pecho y abdomen porque me dejé caer casi de inmediato y E cayó sobre de mi, el único que permaneció de pie fue H, estaba completamente desnudo y su caramelo permanecía erguido e imponente lo que me provocó que quisiera meterlo de nuevo en mi boca hasta conseguir que la llenaba de su tibia leche de hombre pero en lugar de hacer eso cogí mi copa y la apuré de un solo trago, la champaña estaba deliciosa.

Después de ese delicioso orgasmo compartido nos acomodamos en la sala y comenzamos a charlar de cualquier cosa, recuerdo que en lo parlantes se escuchaba “Paranoid Android” de Radiohead y E comentó que esa era su rola favorita desde que tenía quince años y la ponía particularmente cachonda; se acomodó, abrió las piernas y comenzó a masturbarse mientras narraba como esperaba ser follada y los lugares por donde quería ser penetrada al mismo tiempo. H y yo la mirábamos en silencio mientras E metía y sacaba sus dedos de la vagina y recorría su cuerpo al ritmo de la música; la excitación flotaba en el ambiente inundando todo. Y como E había quedado entre H y yo nos acercamos a ella y comenzamos a chuparle y lamerle los pezones mientras masajeábamos sus tetas. E gemía y se retorcía en el sillón mientras H y yo recorríamos su cuerpo con los dedos, labios y lengua hasta que nos encontramos en su vagina y ahí nos besamos profundamente sin dejar de recorrer a E con las manos.

La excitación se desbordaba por toda la habitación y el ambiente olía a delicioso sexo. Mientras H y yo nos besábamos E se puso en pie y fue hacia el tocador, H aprovechó para jalarme hacia el y mientras él manoseaba mis nalgas yo metí mis manos entre sus piernas para juguetear con sus huevos y su caramelo, mismo que estaba a punto para ser devorado nuevamente así me fui alejando mientras me agachaba hasta tenerlo justamente frente a mis labios y comencé a acariciarlo primero con la lengua, después con los labios hasta que comencé a devorarlo intentando introducirlo todo sin mucho éxito ya que por la posición era físicamente imposible por lo que H me tomó por la cintura y sin mucho esfuerzo me levantó y apoyó mi espalda en el asiento dejando mi cabeza en el borde colgando y mis piernas recargadas sobre el respaldo, en esa posición comenzó a introducirme su caramelo lentamente y ahora si sentí como entraba por mi garganta ahogándome un poco pero no lo suficiente como para obligarlo a sacarlo, y así continuó hasta que sus huevos se estrellaron con mi nariz, ahí pude sentir ese olor a macho cosa que me puso aún más caliente, si es que se podía.

Cuando E regresó al sillón yo tenía todo el caramelo de H en la garganta mientras él me acariciaba piernas y muslos, se paró junto a él y H comenzó a besarla y a acariciarle sus bien formadas tetas y sus suculentas nalgas, E se había despojado del arnés y del resto de la ropa, solo traía puestas sus zapatillas.

– ¿Me invitas? – Dijo E mientras se recostaba a mi lado y acomodaba su cabeza en el borde del sillón. H sacó su caramelo de mi boca y de un solo golpe lo introdujo en la boca de E y descendió hasta que sus huevos chocaban con la nariz de E, exactamente igual que lo había hecho conmigo, después de meterla un par de veces la sacó de la boca de E y la introdujo en la mía; así fue alternando entre la boca de E y la mía y mientras esto sucedía E comenzó a acariciar mi caramelo al mismo tiempo que se frotaba el clítoris, mi caramelo comenzó a reaccionar y a endurecerse, la sensación se sentía un poco extraña pero era delicioso, además era algo completamente nuevo para mi.

Cuando H sacó su caramelo de la garganta de E para meterlo en la mía E aprovechó para levantarse y montarse en mi introduciendo mi caramelo en su vagina de un solo sentón; estaba tan mojada que entré en ella suavemente y sentí como su humedad escurría sobre mi pelvis y comenzó a besar a H, este la tomó por la cintura y mientras follaba mi garganta yo me follaba a E.

Súbitamente H se detuvo y sacó su caramelo de mi boca, E se levantó y se puso en cuatro y me dijo – cógeme así – yo me incorporé con ayuda de H y me puse detrás de ella pero antes de penetrarla le abrí las nalgas y comencé a lamerla desde el clítoris hasta el culito y de regreso, cada que mi lengua tocaba su clítoris temblaba y sus fluidos empapaban sus muslos, H había desaparecido.

Mientras yo lamía a E entre las nalgas H apareció detrás de mi con un arnés diferente y me dijo – póntelo – yo lo tomé y al verlo pude ver que tenía un agujero para que pudiera meter mi caramelo y debajo había un dildo un poco grueso y largo, lo acomodé y H terminó de ajustarlo detrás mío – ahora penétrala así, por los dos lados – yo obedecí y despacio comencé a penetrarla por ambos lados al mismo tiempo, estaba tan excitada y lubricada que entré con toda facilidad y al hacerlo E comenzó a gemir de placer de manera deliciosa; comencé a follarla primero despacio pero incrementé el ritmo rápidamente y antes de poder darme cuenta H comenzó a lamerme el culo lo que hizo que me detuviera un poco pero mi caramelo comenzó a palpitar dentro de E, unos instantes después sentí como H me cogía por la cadera mientras poco a poco comenzaba a penetrarme, yo detuve mi movimiento esperando y una vez que estuvo completamente dentro de mi comenzó a moverse, y al mismo ritmo que él me cogía yo me cogía a E.

H comenzó a incrementar el ritmo lo que hacía que yo lo incrementara y después de algunos minutos tuvimos un delicioso orgasmo, conseguimos corrernos los tres al mismo tiempo; y al tiempo que H me llenaba el culito de leche yo se lo llenaba a E.

Unos instantes después mientras E y yo nos sentábamos H servía las copas de champaña y nos ofrecía a cada una una copa, brindamos y comenzamos a charlar algo acerca de la música, en ese momento sonaba algo de Dave Brubeck, no pude identificar la pieza y tampoco pregunté solo me dejé llevar por la charla.

Continuamos bebiendo hasta que se terminó la botella, para entonces comenzaba a amanecer y los tres estábamos muertos de cansancio, había sido una noche muy intensa y merecíamos descansar por lo que pedí mi taxi mientras me vestía en el tocador no sin antes despedirme de H y E que tan lindos se habían portado conmigo y habían sido tan buenos anfitriones. Cuando salí solo había una tarjeta sobre la mesa debajo de mi copa.

“Gracias por la experiencia, la pasamos increíble, hay que hacerlo más a menudo” con amor E y H y abajo sus respectivos números celulares; guardé la tarjeta en el bolsillo trasero del pantalón y salí a la calle; el taxi que había pedido había llegado y el sol había salido, subí al taxi en la parte trasera y partimos rumbo a mi apartamento, unos minutos después entraba en mi habitación muerta de cansancio pero con una experiencia deliciosa.

 

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