viernes, 23 de noviembre de 2018

Mi juventud en casa de mis tíos 2 - El vecino me confunde con una chica

 
AUTORA: Jose Dulce



Me había quedado dormido a pleno sol en la terraza de la casa de mis tíos. Soñé que, después del brutal orgasmo que habíamos tenido tanto mi tío como yo, mi tía se había quitado la braguita del bikini y había puesto su coño en la boca de mi tío para que se lo chupara y que después de correrse con la lengua de mi tío como una loca, se había sentado encima de la polla de mi tío que ya estaba otra vez muy dura y se la había metido hasta dentro.

La verdad es que no tenía muy claro si había sido un sueño o si estaba sucediendo realmente. Porque cuando desperté me quedé con los ojos entornados sin moverme, tumbado en la hamaca y vi como realmente mi tía estaba follando con mi tío salvajemente y delante de mis narices. Sin ningún pudor estaba corriéndose saltando encima de la polla de mi tío que volvía a correrse de nuevo.

Cuando acabarón se quedaron tumbados y les oí comentar:

- Mira que si está despierta nuestra sobrinita y nos ha oído? - comentó mi tío Carlos.

- No creo, ha quedado agotado después del orgasmo, pero porqué le hablas en femenino?, me resulta gracioso - dijo mi tía.

- No lo sé, me sale así. Cuando me estaba tocando la polla con esa dulzura y llevando un tanguita de bikini me estaba imaginando que en el fondo era una chica. Y creo que tiene un toque femenino, verdad?

-Sí, la verdad es que se le nota de siempre que tiene como un lado femenino, y creo que puede ser muy bonito descubrir - dijo mi tía - además seguro que a ti te encantaría que fuera una chica para así tenernos a dos mujeres para follarnos, verdad? Jejeje


Estaban teniendo esta conversación delante de mi y yo haciéndome el dormido. Qué me estaban haciendo mis tíos?. El primer día en su casa y follaban delante de mi sin reparos, además de que acababa de hacerle una paja con mis propias manos a mi tío. Esto estaba siendo subrealista, pero no podía decir que no me gustaba.

-Dani, despierta, acompañame a preparar algo de cena - me dijo mi tía mientras me movía un poquito para despertarme - además tanto tiempo al sol te puedes quemar.

Demasiado tarde. Me levanté haciendo como que me acababa de despertar y noté que el sol me había quemado todo el pecho por dormir boca arriba. Lo tenía rojo y me picaba un montón sobre todo los pezones.

Mi tía me agarró de la mano y me llevó con ella al interior de la casa.

-Vamos Dani, ayudame en la cocina y dejamos a tu tío que se reponga descansando un poco más. Pero antes vístete un poco que llevas sólo el bikini. Has traído algún pantalón corto?

-No tía, ya te dije que no he traído casi ropa de verano, no pensé que iba a hacer tanto calor.

- Bueno, vamos a tu habitación a buscar unos pantalones para que no estés en bikini y te pones también una camiseta para ayudarme en la cocina.

Fuimos a la habitación y mientras mi tía buscaba algún pantalón corto de mi prima para dejarme yo me puse una camiseta pero en seguida noté que tenía todo el pecho quemado por el sol y me la tuve que quitar.

-Uff tía Lola, me he quemado con el sol, me escuecen los pezones al ponerme la camiseta.

- Vaya, dejame ver. Tienes los pezones todo irritados, como te roce la camisa va a ir a peor. Dejame que te ponga un poco de cremita y te los cubro con una gasa o con algodón.

Mi tía me puso un poco de crema hidratante en todo el pecho y especialmente en los pezones. Me picaba porque el sol me los había irritado, pero a la vez me daba mucho gusto. Los tenía muy sensibles y cuando mi tía pasaba el dedo se me ponían como duros.

Mi tía me ponía la cremita muy suavemente, con mucha sensualidad, parecía que estuviera disfrutando, igual que lo estaba disfrutando yo.

- Ahora hay que cubrir tus pezoncitos con una gasa o un trozo de algodón para que no te roce la camisa. Pero no podemos ponerte esparadrapo porque tienes toda la piel irritada y te dolerá.

- Y que hacemos tía?. No voy a tener las dos manos sujetando los algodones por dentro de la camiseta todo el rato, jaja - dije yo mientras me sujetaba los trocitos de algodón que mi tía me había puesto.

- Ya lo tengo, los sujetaremos con la parte de arriba del bikini - dijo mi tía. Y cogió el bikini de mi prima que hacía juego con el tanga que llevaba y me lo puso sujetando los algodones.

- Pero qué haces tía Lola?, cómo voy a llevar esto? Parece que tengo un sujetador.

- No seas tonto Dani, cómo puedes tener tantos prejuicios?. Es por tu bien, y es la única manera de sujetar los algodoncitos para que no te roce la camiseta con los pezones.

Mi tía me sacó un pantalón corto de mi prima. Era un short muy mini, de los que llevan las chicas que dejan ver medio culito al aire.

- Es lo único que he encontrado, pero si te dejas el tanguita del bikini te lo puedes poner sin problemas. Toma, pruebatelo - me mandó mi tía sin preguntarme.

- Pero tía que dices?. Cómo voy a ponerme eso?, parecerá que llevo sujetador y encima quieres que me ponga esos pantaloncitos que son muy pequeños. Pero si se ni me caben.

- No se hable más Dani, hazme caso. Vístete así y si no estás a gusto pues te cambias. Pero no debes tener tantos prejuicios - me dijo mi tía de forma convincente - además creo que después de que hayas tenido tanta intimidad con tu tío y conmigo no deberías ahora ser así de tímido.

Me puse la parte de arriba del bikini con los algodones que le daban forma a las copas del bikini, una camiseta que también era de mi prima y me estaba tan justa que se me marcaba todo el bikini y encima no me llegaba ni al ombligo y unos pantaloncitos muy cortos, por donde se me salía todo el culete.

- Tía Lola, voy vestida completamente de chica!.

- No seas tonta Dani, si has tomado el sol en bikini con nosotros y hasta le has hecho una paja a tu tío.

- Ya, por eso, es que todo esto es tan raro tía. Desde que he venido me han pasado muchas cosas que jamás me imaginé.

- Y no te sientes bien? - me preguntó mi tía - yo te veo muy bien. Creo que ha sido muy bonito que hayas tenido la madurez y la confianza como para jugar con tu tío y conmigo y a él le ha gustado mucho.

- De verdad le ha gustado que un chico le toque la polla?

- Claro cielo, además no debes de pensar en chico-chica, somos personas y la sexualidad debe ser abierta. A tí te ha gustado porque también has tenido un gran orgasmo , verdad?

- Sí - dije yo acordándome de que mi tía me había metido un dedo en mi culo para estimularmelo - pero...no sé.

- Qué quieres decir?, te ha molestado que tu tía te acariciase el culito?. No tienes que darle más importancia, es una zona sexual muy sensible. Si te ha gustado no tienes que ocultarlo, al revés, hay que disfrutar de todo en la vida. Venga Dani, soy tu tía, conmigo puedes hablar claramente.

- Sí tía, creo que me ha gustado. Cuando me has metido el dedo me ha dado mucha impresión, pero me ha gustado mucho. Y hasta me imaginaba … - me callé de repente porque me había dado cuenta que estaba hablando demasiado.

- qué te imaginabas cielo?, cuéntaselo a tu tía.

- Nada tía, nada. No era nada.

- Dani, no seas tímida, cuéntamelo. A que te estabas imaginando que era la polla de tu tío la que estaba entrando en tu culito?.

Se me subieron todos los colores a la cara porque durante un instante sí que lo pensé, pero no quería reconocerlo. Cómo lo sabía mi tía? Parecía que me leía la mente.

- Tia, que cosas me dices.

- Tranquila, es normal que se sientan esas cosas. Estás descubriendo el sexo y es bueno que experimentes de todo - me dijo mi tía mientras me daba la mano y me llevaba a la cocina vestido completamente de chica.

La seguí hasta la cocina consciente de que me hablaba en femenino, como me había hablado mi tío, pero no le dí importancia, me estaban sucediendo tantas cosas nuevas que no podía reaccionar. Sólo sé que notaba mi polla siempre tiesa metida en el tanguita del bikini y que se me marcaba en el ajustado mini pantalón.

En la cocina nos pusimos a preparar algo de cenar y mientras abrimos una botella de vino de la que sin darme cuenta nos habíamos bebido un par de vasos y eso nos hacía estar riendo como tontas.

De repente llamaron a la puerta y mi tía abrió por la puerta de la cocina. Era el vecino de en frente, un señor maduro que yo no conocía pero que parecía que mi tía sí le conocía bien.

- Hola Luis, que deseas?.

-Hola Lola, sólo quería preguntarte si tenías un poco de sal que se me ha acabado en mi casa. Y por supuesto aprovechar para verte que siempre eres una delicia para la vista - dijo el vecino sin quitar sus ojos lujuriosos del escote de mi tía.

- Hay Luis, tu siempre tan galante, o más bien salido diría yo, jaja, menos mal que nos conocemos desde hace mucho tiempo y en el fondo me gusta que me digas esas cosas.

Mi tía se volvió a coger un tarro de sal para dársela y en ese momento el vecino le dio una cachetada en el culo a mi tía. Sin duda estaba muy excitado. Pero a mi tía no le importó, simplemente sonrió y le guiñó un ojo.

- Ay Luis, no seas tan descarado que no estoy sola.

En ese momento el vecino se dió cuenta de mi presencia al fondo de la cocina. Aunque yo, como estaba vestido con la ropa de mi prima estaba muy avergonzado, no salí de la cocina absorto con la escena de flirteo y provocación de mi tía.

- Vaya, que jovencita más atractiva, es tu sobrina, verdad? - dijo el vecino clavando su mirada en todo mi cuerpo tanto que me sentí completamente desnudo y avergonzado - es tan guapa como todas las mujeres de tu familia jeje. A ver si algún día tomáis el sol en el otro lado de la terraza y podemos charlar.

- Vamos Luis, que vete ya que a veces las hormonas te pierden, podrías ser su abuelo - le dijo mi tía mientras le empujaba para que saliera y pudiera cerrar la puerta de la casa.

Cuando se fue el vecino mi tía se acercó a mi y se dio cuenta de que yo estaba quieto como paralizado pero que se me empezaba a notar un bulto en el pantalón porque no podía disimular la erección que repentinamente me estaba surgiendo.

- Vaya, vaya Dani, has visto? Parece que has gustado al vecino.

- Pero tía, se ha pensado que soy una chica, en mi vida he pasado tanta vergüenza. Incluso se le ha puesto dura y se le notaba el bulto de la erección en el pantalón.

- Muy bien, Dani, así que te has fijado en la polla del vecino?.

- No, tia, yo no quería decir eso.

- No pasa nada Dani, yo también me he fijado, tiene un buen paquete y siempre la tiene empalmada a pesar de su edad. ¿A que te ha gustado que se haya excitado por verte?.

- Tía!, como dices eso!

- Tranquila, no pasa nada - dijo mi tía mientras me abrazaba y me hacía sentir sus duros pechos en mi cara - puedes confesar todo lo que sientas con tu tía. Si hasta me has visto follar con tu tío y yo a ti te he visto chuparsela.

Mi tía me hablaba con tal naturalidad que no podía engañarla. Me había pillado fijándome en el paquete de ese señor, mayor pero muy bien cuidado y atractivo, que era el vecino. Y la verdad me había excitado la idea de que se fijara en mi cuerpo. Igual que me calentó el notar q mi tío estaba empalmado por mis caricias.

- Sabes Dani, estoy muy contente de que estés con nosotros y de que te estés comportando con tanta naturalidad. Tu tío y yo somos muy sensuales y disfrutamos plenamente del sexo sin tabús y por eso para mi es muy bonito poder ayudarte y que tu disfrutes también. Y si el estar vestida de chica y que un hombre te desee te causa placer pues porqué no seguir el juego, verdad Dani? - me dijo mi tía mientras me apretaba más contra sus duros pechos y bajaba una de sus manos para acariciarme la polla que se me marcaba en el minúsculo pantaloncito.

Mi tía me puso un pezón en la boca y yo empecé a chuparlo dulcemente. Mientras ella me bajó el pantaloncito haciendo q saliera mi polla como un muelle y me lo empezó a masturbar.

- Tía, que soy el hijo de tu hermana, esto no está bien, verdad? - dije yo cada vez más confundido.

- Daniela, amor, cómo no va a ser bueno dar placer a mi sobrinita favorito?.

- Sobrinita? Pero si soy un chico - dije yo casi sin convicción por el gusto que me estaba dando su caricia en mi polla.

- Sí Daniela. Porqué no jugar a que eres una chica?, simplemente como un juego. O no te ha gustado que el vecino te mirase con esos ojos y deseara tu cuerpo?

- Creo que sí, tía. La verdad es que cuando me ha mirado de arriba abajo he sentido un cosquilleo.

- Claro, y por eso te has fijado en el bulto de su pantalón, verdad Daniela?

- Sí, tenía curiosidad por saber si estaba empalmado por mi. Y tenía curiosidad por ver como era su polla - confesé yo con la voz entrecortada por el placer que me estaba dando mi tía al masturbarme y frotar su pecho contra mi cara.

- Y a que te apetece ver como es su polla empalmada? Y tocarsela como se la has tocado a tu tío esta tarde? Incluso probar a chupar una polla como has visto en las peliculas porno, a que sí?. Se nota mucho que tienes un lado femenino y si te quitas los prejuicios yo puedo ayudarte a conocerlo y disfrutar, podrás sentir como mujer y como hombre.

Parecía que mi tía me estaba leyendo mi mente y que sabía lo que yo deseaba mejor que yo mismo. Igual era por efecto de los mojitos y del vino, pero me estaba gustando el que todo el mundo me tratara como una mujercita y me sentía continuamente excitado.

Mi tia, sin despegarse de mi me arrastró hacia la mesa donde se recostó y levantándose el pequeño vestido de verano que llevaba me cogió la polla, se abrió de piernas y se la metió en su coño gimiendo de lo cachonda que estaba.

- Ufff cariño, metemela, me encanta que una mujer dulce y delicada como tú a la vez tiene una pollita para follarme. Cielo, te voy a convertir en una mujer y vas a disfrutar del sexo como jamás te habías imaginado, pero ahora follame, méteme tu polla hasta dentro.

Su coño estaba empapado y caliente, en  parte por su excitación y en parte porque aún estaba lleno con la corrida de mi tío. Pensar que mi polla estaba entrando en un coño lleno de leche de mi tío me puso a mil y empecé a follarla fuerte y a toda velocidad.

Me descargué entero dentro jadeando como una putita mientras ella también se corría como una loca. Mi polla chapoteaba entre el semen y los flujos vaginales y yo seguí moviéndome un buen rato hasta que agotado se la saqué chorreando leche y me senté en una silla exhausto. Mi tía se incorporó y acercó su coño a mi cara presionando contra mi boca.

- Pruebalo, sé q estás deseando probar el sabor de la leche, abre la boca y nota lo deliciosa que es.

Yo estaba derrotado, ya no decía que no a nada, abrí la boca y chupé con ganas justo cuando caía un montón de semen del interior del coño de mi tía, mezcla de mi leche y de la de mi tío que era muy abundante. Metí toda la que pude en mi boca, la noté caliente, y de sabor fuerte, cerré los ojos y me la tragué para seguir chupando el resto de leche que seguía saliendo.

- Que rico, verdad cielo?. Pues ya verás cuando la pruebes recién salida de una polla. Cuanto más femenina te hagas más pollas podrás chupar y que se corran directamente en tu boca - me decía mi tía, ya sin ningún pudor, mientras apretaba su coño más contra mi cara.

Después de un rato nos levantamos y nos fuimos juntas de la mano al baño a lavarnos un poco.

Justo en ese momento entraba mi tío de la terraza y nos vio caminar de la mano.

- A donde vaís juntitas? - Preguntó mi tío.

- Vamos al baño, cosas nuestras Carlos, no preguntes, verdad Daniela? - dijo mi tía sonriéndome con complicidad.

- Vaya dos putitas que tengo en casa - comentó mi tío mientras se fijaba en que yo tenía toda la cara manchada y que muchas gotas me habían caído por la camiseta y se habían quedado en los pequeños bultitos que me hacía el sujetador con relleno que llevaba.

Entramos en el baño, nos dimos una ducha rápida y al salir mi tía se puso un albornoz y me llevó a mi habitación para vestirme.

- Tienes que seguir poniéndote algodones Daniela, al menos durante un par de días hasta que se te pase la irritación que te ha producido el sol. Y para sujetarte los algodones puedes ponerte los sujetadores de tu prima - me dijo mientras me enseñaba los que había en uno de los cajones del armario.

- Y aquí están los tanguitas y minibraguitas. Vas a tener que ponértelo también porque con el calor que hace no puedes ponerte tus pantalones, tendrás que llevar los pantalones cortos de tu prima Sandra y como son tan ajustados no puedes llevar tu ropa interior. Mira, y si quieres puedes ponerte alguna de sus minifaldas.

- Tía, cómo voy a ponerme una minifalda?

- No seas tonta, ya verás lo cómoda y fresquita que estás. Además, imaginate la cara del vecino cuando te viera en la terraza con una de estas minifaldas, seguro que se volvería loco - dijo mi tía poniéndome una minifalda sobre mi cintura para ver q tal me quedaba.

- Jeje, eso sí, puede ser divertido seguir el juego al vecino - dije yo imaginándo la situación de que el viejo de en frente se volviera loco viendo mis piernas.

Al final me puse un pantaloncito y aunq yo quería llevarlo sin ropa interior ni nada mi tía me aconsejó que me pusiera al menos un tanguita para que recogiera un poco por si me salían gotitas de mi polla. Me puso un sujetador precioso con encajes para sujetarme los algodoncitos sobre mis pezones y una camisa que, aunque me estaba muy ajustada, no me la abroché entera y así estaba más fresquita. Lo único malo es que se me veía el sujetador, pero como ibamos a estar en casa cenando no pasaba nada.

Hoy había sido un día muy extraño pero ya tendría tiempo para pensarlo.

1 comentario:

  1. Me encantan tus relatos, espero con ansia la siguiente parte.

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