miércoles, 7 de noviembre de 2018

Mi juventud en casa de mis tíos 1 - Nueva sexualidad


 
AUTORA: Jose Dulce


Hola soy Daniel, y os voy a contar mi historia de como empecé a disfrutar realmente de la vida y como me ayudaron a descubrir lo bonita que puede ser la vida. De joven era un chico muy estudioso. Sacaba muy buenas notas y toda mi familia estaba muy orgulloso de mi. Cuando empecé la universidad me fui a vivir a casa de mi tía unos días, en principio hasta que encontrara un piso de estudiantes. Y allí comenzó todo.

Mi tía era una mujer muy atractiva y juvenil, con hermosas curvas que hacían que los hombres se girasen a mirarla y a ella no sólo le gustaba sino que lo provocaba con su forma de vestir y de moverse. Se había casado con un hombre también muy guapo amante del deporte. De hecho había practicado el culturismo y aún ahora tenía un cuerpo tremendamente musculoso. Ambos hacían una pareja excelente, se compenetraban muy bien y eran muy atractivos y amantes de disfrutar la vida. Todo lo contrario a mi que siempre había sido buen estudiante pero mal deportista y tenía un cuerpo pequeño y flaquito. Y más si lo comparamos con los músculos de mi tío.

Cuando llegué me recibieron muy cariñosos como de costumbre, mi tía Lola siempre me abrazaba contra sus pechos, enormes y con los pezones duros. Siempre me imaginé que se los había operado porque ella eran delgada aunque musculosa y sus pechos eran muy grandes y tiesos. Y su marido, el tío Carlos, a pesar de mi edad, me abrazaba con sus fuertes y musculosos brazos y me levantaba del suelo de manera cariñosa pero demostrando que yo era poquita cosa a su lado. Luego me daba un par de azotes en el culo y dos besos muy efusivos.


-Sólo me quedaré unos días, hasta que encuentre alojamiento y empiecen las clases de la universidad.

-Tonterías - dijo mi tía - puedes quedarte todo el tiempo que haga falta, ocuparás la habitación de tu prima Sandra que está estudiando fuera de la ciudad y está la habitación vacía. Considerala tu própia habitación.

-Vamos guapo, acomodate en tu nueva habitación, que estarás muy cómodo - me dijo mi tío mientras me daba otra palmadita en mi culo y llevaba la maleta a la habitación.

La habitación estaba decorada al estilo de mi prima, muy femenina, con fotos de modelos guapos en la pared y con el color rosa por todas partes.

Coloqué la poca ropa que había traído en un cajón libre, el resto del armario estaba lleno con la ropa de mi prima, y comí con mis tíos hablando de manera distendida.

Durante la siesta yo estaba en la habitación organizándome un poco y empecé a oír como mi tía y mi tío follaban de manera escandalosa. Eran muy fogosos y sexuales. Traté de no hacer caso, pero no podía dejar de pensar en qué es lo que harían y me les imaginaba en miles de posturas sexuales.

Me empecé a empalmar y no sé porqué pero me cuando me di cuenta me estaba acariciando mi paquete mirando la foto de un tio buenísimo sin camiseta que mi prima tenía colgada en la pared. Me imaginaba que ese modelo era mi tio y como estaba follandose a mi tia.

En esos pensamientos estaba cuando de repente entró mi tia. No me di cuenta de que ya habían acabado de follar hacía rato. Me dio tiempo justo para darme la vuelta en la silla y abrocharme el pantalón mientras entraba mi tia.

-Hola Dani, que tal estas?, te gusta la habitación?. Uy perdona, no quería molestarte.

-No, no tia, no pasa nada. Estaba pensando en mis cosas.

-No te preocupes cielo, queremos que te sientas con nosotros como en tu propia casa - me dijo mientras se acercaba a mi y me acariciaba el pelo - así que perdona si he entrado de improviso y he interrumpido algo íntimo que hacías tú solo. Bueno tú solo y un montón de chicos guapos mirándote desde los posters de la pared jeje.

Me puse rojo como un tomate, creo que me había pillado tocándome,  pero mi tia parecía muy comprensiva y me relajó con sus palabras.

-Hacía tiempo que no te veíamos y ya eres todo un hombrecito. No volveré a entrar en la habitación sin llamar. Pero no te preocupes, tu tío y yo somos gente muy abierta y entendemos bien a los jovencitos. De hecho hemos estado hablando de ti durante la siesta.

No entendí porqué había dicho eso. ¿De qué habrían estado hablando?. Me quedé intrigado, pero mi tía me siguió hablando - Por cierto, vente a la terraza, que tu tío y yo vamos a estar un rato charlando y tomando el sol. Te vendrá bien ponerte un poco moreno- y salió de la habitación hacia la terraza.

Fui a la terraza, estaba intrigado pensando lo que habían hablado de mi a la hora de la siesta, o sea cuando les había oído follar como locos. La casa de mis tíos era un precioso ático con una terraza muy grande que solían utilizar para tomar el sol. Cuando llegué estaban los dos en bañador y tumbados al sol en las hamacas . Había una tercera hamaca entre medias de los dos preparada para mi.

-Hola Daniel, tumbate en la hamaca y toma el sol con nosotros- dijo mi tio.- pero ponte un bañador, que sino sólo te pondrás moreno en los brazos.

-Lo siento tios, es que solo traje una pequeña malete con muy poca ropa porque pensaba hacer otro viaje ya con toda la ropa. No me he traído ningún bañador -les dije apenado porque me apetecía estar tumbdo al sol- ni siquiera me he traido pantalones cortos.

- No importa, ponte cualquier cosa, puedes coger algún pantalón corto de tu prima o la parte de abajo de algún bañador - dijo mi tía.

- Jaja - me reí mirando a mi tío expresando que me había hecho gracia la broma.

- Claro, buena idea - dijo mi tío -, total estamos en familia y no pasa nada. Además los bikinis de tu prima Sandra son muy pequeños y así casi no tendrás marcas.

- Pero tío Carlos!, que la tía Lola lo ha dicho de broma. Cómo voy a tomar el sol en bikini?.

- En bikini no, sólo la braguita - dijo mi tía- pero no lo he dicho de broma. Nosotros no tenemos prejuicios y en el fondo es una tontería. Es como si tomaras el sol en tanga para ponerte moreno sin marcas. Además somos familia y sobre todo ya somos todos mayorcitos y tenemos mucha confianza.

-  Pues claro que tenemos confianza - dijo mi tío Carlos - ya me ha contado tu tía Lola que cuando ha habierto la puerta de tu nueva habitación te ha pillado masturbándote, pero que os lo habéis tomado con total naturalidad, como tiene que ser.

Me puse rojo como un tomate, mis tíos hablaban con una naturalidad pasmosa sobre sexo y yo estaba con mucha vergüenza. Quería demostrar que ya era un adulto y que para mi hablar de sexo también era algo natural, pero en realidad tenía mucha vergüenza porque, entre otras cosas, no había tenido realmente muchas experiencias sexuales y no sabía mucho de sexo.

-Que va tio, no me estaba masturbando - dije yo un poco timido y queriendo aparentar normalidad seguí - pero a mi el sexo también me parece algo normal.

- Bueno, voy a preparar unos mojitos para refrescarnos mientras vas con tu tía a ponerte un bañador y así estamos cómodos los tres.

No me dio tiempo a reaccionar, ni tampoco podía decir que no. Mi tio se fue a la cocina a preparar unos mojitos y mi tia con su minibikini que dejaba ver todas sus preciosas nalgas y casi todo el pecho menos los pezones me agarró de la mano y me llevó hasta la habitación.

Mi tia abrió el cajón con un montón de ropa interior y varios bañadores y bikinis. Sacó un par de bikinis y los puso sobre la cama. Ambos tenían una braguita brasileña tipo tanga.

-Pero tia si son pequeñisimos, cómo voy a tomar el sol así delante de vosotros?.

-Daniel cielo, no son pequeños. Tu prima es más o menos igual de alta y delgada que tú. Seguro que hasta la parte de arriba también te valdría de pecho, pero sólo te tienes que poner la braguita - me dijo mi tía con total naturalidad - Por nosotros no te avergüences, ya has visto que yo uso un bikini muy pequeño y tu tio también toma el sol en tanga. Y no nos vamos a asustar porque tomes el sol con este tanga, pero si estás incomodo con nosotros pues quedate en pantalones. Pero por nuestra parte que sepas que nos encantaría que estuvieras con nosotros tomando el sol. Tanto a tu tio como a mi nos pareces encantador.

Y salió de la habitación guiñándome un ojo.

No sabía que hacer, a mis tíos les parecía muy normal que yo me pusiera un bikini, y a mi la situación me estaba excitando sin saber porqué. No podía decir que no, parecería un niñato inocente y quería demostrarles que ya era un adulto así que me desnudé, cogí el bikini rojo y me lo puse. Qué locura, apenas me tapaba mi polla y el culo me lo dejaba completamente al aire menos una pequeña tira que se me metía dentro de mi culito. Además yo estaba medio empalmado por la situación y por ver a mi tía con ese cuerpazo y ese minibikini.

Finalmente, como solo iba a estar en la terraza con mi tio y mi tia, me animé a tomar el sol así. Pero antes me puse un momento la parte de arriba porque me había picado la curiosidad de que mi prima y yo teníamos justo la misma talla.

Justo cuando estaba con la parte de arriba del bikini ya atada comprobando que me estaba bien de ancho y me lo iba a quitar, se abre la puerta de la habitación de golpe. Era mi tío.

- Sólo quería preguntarte si te apetecían unos aperitivos con el mojito, pero perdona, no quiero interrumpir - y salió de la habitación con una sonrisa en la cara.

Menuda vergüenza había pasado. Qué habrá pensado mi tío de mi?. Se lo diría a mi tía?.  Me quité rápidamente la parte de arriba del bikini y noté que estaba empalmadísimo. La situación, los nervios o que se yo me estaban poniendo muy caliente. Pero justo ahora no podía quedarme en la habitación, tenía que salir a la terraza antes de que mi tío se pusiera a hablar con mi tía de lo que había visto, pero cómo iba a salir si al estar excitado casi se me salía la polla por un lado del tanga. No sabía que hacer, así que decidí coger un pareo y ponermelo alrededor de la cintura, como había visto a muchas chicas en la playa, para tratar de disimular mi polla empalmada, al menos hasta que se relajara. Casi sin atarme bien el pareo salí a la terraza donde ya estaban mis tíos tumbados en las hamacas bebiendo un mojito.

- Te has puesto el pareo favorito de tu prima, te sienta fenomenal - me dijo mi tía en cuanto me vió - no dudes en usar cualquier cosa de la habitación, tu prima te la deja encantada. Además de ser de tu talla te sienta muy bien. Pero ahora quítatelo que aunque estás muy elegante tienes que ponerte moreno para estar más atractivo aún.

Me tumbé boca abajo en la hamaca para que no se me notara la excitación y me bebí de un trago el mojito que me acercó mi tío. Cuando noté lo cargado que estaba ya era tarde, pero con el calor que hacía no pude decir que no al segundo mojito que me dió mi tío.

Parecía que ya me estaba relajando y que mi polla se tranquilizaba cuando mi tía se pone a extender crema protectora a mi tío y me dice que le ayude y que luego ellos me pondrán crema por mi espalda. Yo seguía inmovil tumbado en mi hamaca y mi tía me lo vuelve a decir.

- Daniel, te da cosa dar un masaje a tu tío?, venga que yo le estoy echando crema en la espalda, extiéndesela tú por sus piernas.

De manera inconsciente obedecí y mientras mi tía le daba un masaje por la espalda me puse a extender crema por las piernas a mi tío. Unas piernas fuertes y musculosas, se notaba que iba mucho al gimnasio.

- mmm que placer - decía mi tío - un masaje a cuatro manos dulces y delicadas.

- Te gusta verdad? - decía mi tía - al final le vamos a excitar. Verdad que sí Daniel?. Lo malo es que cuando tu tío se excita ya no hay quien lo pare.

Yo no decía nada, sólo notaba que el alcohol del mojito me estaba haciendo efecto y me estaba gustando masajear esas piernas tan duras desde los tobillos hasta casi arriba del todo. Realmente llegaba hasta sus gluteos y notaba que le gustaba por los gemidos insinuantes que hacía sin ningún pudor.

Cuando mi tio se dio la vuelta para que le pusieramos crema por delante nos dimos cuenta de que estaba empalmadísimo y, lejos de disimularlo, mi tío lo mostraba orgulloso.

-Me estais poniendo cachondo con este masaje.

-Me encanta que te guste amor - dijo mi tia- ya sabía yo que te iba a excitar que tu sobrinito te acariciara las piernas.

- Claro, es que con esas manos tan dulces y ese tanguita que tiene me imagino cualquier cosa - dijo mi tío cada vez más excitado.

-Vaya, veo que te gusta que haya venido tu sobrino Daniel, me vas a poner celosa y voy a tener que ponerme tan sexy como él que no lleva la parte de arriba del bikini - y diciendo esto mi tía se desabrochó su bikini y dejó sus enormes y tiesas tetas totalmente al aire.

Mi tío se dio la vuelta y mientras yo seguía masajeando sus piernas y mi tía le acariciaba su pecho el empezó a jugar con los pezones de mi tía pellizcándoselos suavemente y poniéndoselos de punta.

Yo estaba totalmente alucinado. Me notaba un poco bebido por los mojitos, pero aún era consciente de la situación. No sabía cómo pero me encontraba sentado a los pies de mi tío masajeándole las piernas mientras él y mi tía se besaban y tocaban cada vez más lujuriosamente y yo con un diminuto tanga de chica que no podía sujeta la erección de mi polla.

-Cariño, es excitante que estemos tú y yo juntos y que nuestro sobrino esté participando - dijo mi tía - y además le está gustando, no hay más que verle lo que le sale por el bikini.

Yo, aunque estaba muerto de vergüenza me entró la risa floja, imagino que por los mojitos y los nervios, y con mis manos, que seguía masajeando las piernas de mi tio, subía en el masaje hasta el mismo bañador de mi tio que como era tipo tanga es como decir que prácticamente le rozaba los huevos y la polla con mis manos.

-Si, jeje, y el tío Carlos también está empalmandose jeje, y se le sale la polla por arriba jaja - me reía yo todo nervioso.

- Claro cielo, no pasa nada, eso es que tu tío está a gusto - dijo mi tía mientras le acariciaba a mi tío la punta de la polla que se salía de su bañador - a no ser que tú te sientas incómodo.

- No tía, claro que no, yo también creo que no pasa nada y que no debemos esconder nuestros cuerpos, y más si son cuerpos tan bonitos - dije yo sin dejar de mirar la polla de mi tio acariciada por la mano de mi tía.

Cuando me quise dar cuenta de mi comentario ya era tarde, y me dí cuenta de que ambos me estaban mirando sonrientes. Mi tía sin decir nada me cogio una de las manos y la llevó hasta la polla de mi tío que ya estaba completamente fuera de su bañador. Yo no opuse resistencia y agarré la polla con mi manita notando su calor y dureza.

- Si sientes curiosidad por el cuerpo de tu tío no tengas ningún prejuicio con nosotros - me dijo mi tía mirándome con dulzura - puedes tocarle su polla que a él seguro que no le importa, verdad Carlos.

- mmm no sólo no me importa sino que me gusta mucho, las manitas de Dani son muy delicadas, me ha encantado el masaje que me ha dado en mis piernas y más me gusta que me esté masajeando la polla con total naturalidad.

Con naturalidad no, yo estaba muerto de vergüenza, pero no sé porqué no soltaba la polla de mi tio que cada vez la notaba más dura y grande. Mi tía me cogió la mano y la empezó a mover de arriba abajo, y entre la crema y las gotitas que ya le estaban saliendo de la punta mi mano resbalaba completamente mientras yo sentía esa polla en mis manos.

- Muy bien Dani - me decía mi tía - no tienes que tener ningún prejuicio con nosotros, le estás acariciando muy bien. Fijate en lo dura que se le está poniendo a toda velocidad. A que es delicioso sentir una polla en la mano?

Yo no podía parar de acariciar esa polla, en parte porque no quería que pensaran que era un chico tímido e inmaduro y quería aparentar que era tan adulto y natural como ellos, y en parte porque creo que me estaba gustando la sensación de notar esa polla cada vez más dura.

De repente noté como mi tía me estaba acariciando mi polla que también estaba fuera del tanga. Y la excitación fue brutal, noté que me iba a correr en segundos y le agarré la polla a mi tío con las dos manos aumentando la velocidad y llegando desde los huevos hasta la punta extendiendo todas las gotitas que le salian por lo cachondo que mi tío estaba.

Mi tía también aceleró la velocidad de su paja y a la vez con la otra mano me empezó a tocar el culo y presionando mi agujerito con uno de sus dedos. Yo la miré y ella me mantuvo la mirada con una sonrisa muy dulce mientras metía más dentro su dedo en mi culito.

En ese momento noté como mi tío se corría salvajemente salpicandome toda su leche y gritando sin pudor - Aggg, muy bien Danielita, que nena tan ricaaaaa.

Notar como explotaba la polla de mi tío con brutales espasmos soltando leche muy caliente fue indescriptible. Era la primera vez que le tocaba la polla a un hombre y no sólo era mi propio tío sino que le había hecho una paja. Y por si fuera poco parecía que le había gustado muchísimo y me había hablado en femenino, como si yo fuera una chica.

Mi tía también aceleró su paja y moviendo su dedo en mi culo hizo que me corriera con un orgasmo como no recordaba en mi vida. Me quedé tan exhausto que no me pude sujetar y me caí encima de mi tío, con su enorme polla a escasos centimetros de mi cara y manchándomela toda con su leche. Yo seguía notando como me salía a mi también leche de mi polla mientras mi tía me daba las últimas caricias y me sacaba lentamente su dedo de mi culito.

- Que rico Dani, te ha gustado verdad? - preguntó mi tía.

- Claro que le ha gustado, y a mi también - respondiendo mi tio por mi, mientras me acariciaba mi cabeza y pegaba más mi cara a su pecho lleno de leche - nuestra sobrinita me ha hecho una paja deliciosa, es increible la dulzura y sensualidad con la que me ha tocado la polla,  y a la vez ha disfrutado mucho, no hay más que ver como ha manchado todo también con su leche.

- Sí, creo que sí me ha gustado - dije yo aún mareado por los mojitos, por el orgasmo tan brutal, y por la confusa situación.

Sí amor, claro qu te ha gustado - dijo mi tía - ahora tumbate en la hamaca a descansar un rato. Nos encanta que seas así de abierto  y maduro en cuanto al sexo.

Yo estaba confuso y tenía mil ideas en mi cabeza, pero me tumbé en la hamaca de al lado y me quedé completamente dormido. Lo último que recuerdo es notar que tenía la cara aún llena de leche de mi tío y como algunas gotas estaban en mis labios y yo notaba su sabor. Justo antes de dormir noté como mi tía me cogía la polla y, sin limpiarla, la metía como podía dentro del tanga bañador que yo aún llevaba puesto. - Para que no se te queme con el sol cielo. Y me dió un beso mientras me quedaba dormido.

Seguiré contando mis aventuras en casa de mis tíos en cuanto pueda. No duden en enviarme sus comentarios o simplemente un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario