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AUTORA: ADELA PASIVA |
Las visitas de
Diego al piso de Adela se repitieron un par de veces en las semanas
siguientes, con el cobro de 5 euros cada día por parte de esta última. Y
aunque intentaban no armar demasiado escándalo, era difícil no gemir o gritar
de placer ante la juventud y vitalidad de su joven amante.
Adela tenía de
vecino a un hombre divorciado de 48 años. Se llamaba Francisco, era bastante simpático,
con entradas, 174cm de altura y unos 85 kg de peso. Y era complicado que su
vecino no hubiera oído nada de lo que ocurría en el piso de su vecino. Una
tarde se cruzaron en el rellano cuando Francisco salía de casa:
-Hola, vecino. ¿Qué
tal estas?
-Hola Francisco.
Bien, gracias, ¿y tú? ¿A trabajar?
-Si, a trabajar.
¿Tú estás de vacaciones?
-Si, tengo una
semanita.
-Ahh, eso pensaba.
El lunes escuche que estabas en casa sobre las 4 de la tarde, y a esa hora
sueles estar en el trabajo.
Ese lunes había
estado un par de horas con Diego aprovechando el primer día de vacaciones.
-Eh... si, cierto.
Estuve con un... amigo, y Adela, una prima mía.
-Claro, eso me
pareció. Es más, y no creas que soy un cotilla, pero me pareció oír a Diego,
el hijo de Antonio, el del tercero.
-Esto... perdona,
pero creo que te equivocas.
-Tranquilo, ya
comprendo que no quieras contarme nada, pero tranquilo. No voy a comentar
nada con nadie. Adela y tú no tenéis de que preocuparos. -le dijo sonriendo-
Espero que algún día vuelva y poder conocerla.
-Bueno, Francisco,
mi prima es bastante tímida y reservada
.
-Por lo que oí, no
me lo pareció. Al menos en la intimidad, jeje.
-Quizás puedas
conocerla esta noche, pero te advierto que es una mujer 'especial'.
-Estoy deseando
conocerla, por lo que escuche el otro día me parece que podemos pasárnoslo
muy bien- dijo Francisco sonriendo lascivamente.
-Llama a mi puerta
esta noche a las 11. Adela te estará esperando.- contestó sonriendo.
A las 11 en punto,
Francisco estaba recién duchado y afeitado delante de la puerta de su vecino
llamando al timbre. Adela se había puesto guapa, con una minifalda roja,
ligero negro y medias de rejilla. Se había maquillado y se había comprado esa
misma tarde una peluca rubia cobriza hasta los hombros. Ya había ido acumulando
una amplia gama de ropa y vestidos de mujer que usaba en sus sesiones de
cibersexo. Una blusa blanca, unos zapatos de tacón negros, una capa de
maquillaje, rímel, pintalabios y unas gotas de perfume completaron la
insinuante y espectacular figura que abrió la puerta.
-Hola. Tú debes de
ser Francisco, ¿verdad?
Francisco la miro
de arriba a abajo, totalmente sorprendido ante la radical transformación de
su vecino, tragó saliva, y unos cuantos segundos más tarde pudo por fin
balbucear un tímido 'sí'.
Adela se deslizó
hacia un lado apoyando la espalda sensualmente en el marco de la puerta.
-Adelante
Francisco, soy Adela. Mi primo me dijo que vendrías, y que fuera una buena
anfitriona.
Francisco entró
pasando al lado de Adela, pudiendo oler el embriagador perfume que desprendía
su piel.
-Gracias Adela.
Eres muy amable.
-Pasa hasta el
salón, te traeré una cerveza si te apetece dijo Adela dirigiéndose contoneándose
hacia la cocina.
Francisco se sentó
en el sofá del salón, nervioso y excitado a la vez por lo que estaba pasando.
Se consideraba heterosexual, pero desde que se divorciara de su mujer hace
unos 10 años, además de algunos rollos esporádicos, había frecuentado algunas
prostitutas, y hace 4 años tuvo su primera relación con un travesti. Era tan
femenina que le atrajo inmediatamente, así que decidió que esa boquita de piñón
tenía que hacerle una felación. Pero cuando la tuvo a su lado en el coche
succionando su glande, acariciándola el pelo, su espalda... no pudo más que
pagar por un servicio completo, y follarsela salvajemente por su firme culo.
Desde entonces acudía asiduamente a más prostitutos travestis que a
prostitutas.
Adela llegó al
salón con dos cervezas en vaso, le tendió una a su invitado, y dejó la suya
sobre la mesita, agachándose exageradamente con la espalda y dejando su
culito en pompa al lado de Francisco. La minifalda se tensó, dejando ver los
portaligas, y parte de sus nalgas, atravesadas por el hilo de un tanga negro.
Adela alargó el momento, mientras Francisco examinaba y disfrutaba de la
visión de sus depiladas piernas tras las medias de rejilla, y las curvas de
su trasero. Esta visión le hizo olvidar el nerviosismo, el que se trataba de
su vecino, y su polla experimento una tremenda erección dentro de su tanguita
de encaje.
Adela se sentó al
fin a su lado, cruzando las piernas, subiéndose otra vez la falda y dejando
al descubierto de nuevo los ligueros.
-Bueno Francisco,
mi primo me dijo que querías conocerme para pasar un rato agradable.- dijo
sonriendo.
-Si...si. Cierto. Sé
que te visitó el otro día otro vecino, y no es que os espiara, pero no pude
evitar oíros mientras... estabais aquí.
-Uy, disculpa. No
sabes cuánto lo lamento. No quería molestarte... no sé como pedirte perdón y
compensarte.- le sonrió Adela apoyando una mano sobre la pierna de Francisco.
-Nada, nada. No te
preocupes Adela.- mientras le pone una mano en el muslo al aire de Adela. -No
tienes que pedirme disculpas, la verdad es que me gusto oír a gente joven pasándoselo
bien. Es normal.
-Uy, que
comprensivo eres Paco, ¿puedo llamarte Paco?- mientras Adela a acariciando la
pierna de Francisco subiendo la mano más por el muslo.
-Claro guapa, lo
que tú quieras -contesto Francisco, empezando a sudar del calentón, con la
erección llamando la atención descaradamente bajo el pantalón y apretando
cada vez más el firme muslo de Adela.
-Si quieres pongo
la televisión... a ver donde está el mando... - Adela se levanto y se agachó
de nuevo con el culo en pompa para alcanzar el mando colocado en el otro
extremo de la mesita.
Adela casi no lo
alcanzaba y mostraba generosamente su trasero con el tanga a escasos centímetros
de la cara de Francisco, quién estaba seguro que el mando estaba colocado
allí a posta. No pudo aguantar más y acerco la cara al culo para sentir su
calor y el olor a perfume. Sacó la lengua y empezó a pasar la puntita por la
nalga derecha de Adela. Adela empezó a suspirar y se inclino más para dejar
su trasero a disposición de su invitado. Francisco empezó a palpar ese
depilado y suave culo, apretando entre sus manos esos glúteos mientras los
lame con devoción. Va separando las nalgas y apartando el tanguita empieza a
lamer el agujerito del ano.
-Ahh, Paco, mmmm.
Espero que te guste, quiero que mis invitados estén cómodos.
-Adelita, joder,
que culo tienes. Es espectacular. - diciendo esto se levantó desabrochándose
el cinturón y dando una fuerte palmada en el culo de Adela gritando
"Preciosa puta, seguro que te gustan las pollas largas, gordas, y
adornadas con dos huevazos".
Paco se bajo los
pantalones, los slips, los zapatos mientras Adela no podía apartar los ojos
de los cojonazos de su vecino. Eran espectaculares. Eran como 2 huevos de
gallina, gordos y colgantes. Cubiertos con una fina capa de pelo, Adela ni se
dio cuenta de la polla que tenían encima. Una polla hermosa de 18 centímetros,
venosa y tirando a gruesa. Mientras, Paco se terminó de desnudar, se acercó a
Adela, le besó suavemente en la boca, y presionando suavemente sobre sus
hombros la invitó a arrodillarse. Todavía con los ojos como platos, empezó a
acariciar incrédula los huevos más grandes que había visto jamás. Paco acercó
su pene a la cara de Adela y cogiéndolo por la base empezó a golpear la boca
y la cara de Adela.
-Pero que guapa
eres, Adela. Eres increíble, estas preciosa. Mira como me pones la polla de
dura. Me gustaría que me ayudaras, seguro que te gusta. He oído lo viciosa
que eres.
Adela miró hacia
arriba a la cara impaciente de Paco. Le sonrió sensualmente y tras un guiño,
y sin dejar de acariciar con una mano uno de sus testículos, saco la lengua y
empezó a lamer el otro. Se lo metió en la boca con algo de trabajo y lo
succionaba mientras con la otra mano masturbaba el pene de un Paco que
empezaba a bufar de placer y excitación.
-Venga, guapa, trágate
mi rabo, quiero que te lo metas entero.
Adela sonriendo
dejo los huevos de su vecino y empezó a lamer el glande sacando la lengua.
Paco acariciaba la peluca de Adela y la invitaba a meterse su falo en esa
boquita de guarra. Adela abrió la boca y Paco empujo la cabeza de su vecino
hacia su abdomen. A mitad de polla, Adela empezó a resistirse, pero Paco
aumentaba la presión, y mientras Adela sufría para poder respirar, y
empezando a babear, y caer saliva por las comisuras de sus labios pintados,
la polla de Paco iba entrando más poco a poco hasta que la nariz de Adela
tocaba el bajo abdomen y su barbilla los huevazos de Paco. Ahí mantuvo a
Adela sufriendo unos segundos hasta que le soltó la cabeza. Adela se echo
hacia atrás tosiendo y cogiendo bocanadas de aire mientras seguía cayéndole
las babas sobre su blusa blanca.
Mientras Adela
recuperaba el aliento, Paco la empujo hacia atrás para tumbarla en el suelo,
y se puso de rodillas, con las piernas a los lados de la cabeza de Adela.
Bajando el abdomen, y apoyando las manos en el suelo se tumbaba lo suficiente
para apuntar con su polla sobre los labios de Adela, quien sumisamente abrió
la boca. El pene de Paco empezó a introducirse en la cálida garganta de
Adela, quien acariciaba con las manos esos magníficos testículos. Paco subía
y bajaba la cadera gozando de las caricias de la lengua en su polla dentro de
la boca de Adela. Así estuvo un par de minutos, y luego empezó a bajar más metiéndola
casi entera y subiéndola, para volver a embestirla. Cada vez las embestidas eran
más profundas y empezaron a hacer tope entre la cara de Adela y el abdomen de
Paco, que gemía de placer oyendo los gorgoteos que salían de la boca de
Adela, llena de saliva y polla, mientras intentaba respirar.
-AHHH! SII!!! Toma,
puta!! Toma polla, cabrona!!!- gritaba Paco mientras ya apoyaba su peso sobre
la cara de Adela, que agitaba las manos e intentaba apartar a Paco, pero
desde su posición era inútil. Paco empujaba su cadera, pero no podía meter
más polla en la boca de Adela, ya estaba toda metida y la cabeza de Adela
aprisionada entre el parque y Paco. Los 18 cm de dura, gruesa y caliente
carne empezaron a tener cortas convulsiones mientras el espeso y ardiente néctar
de Paco salía disparado a través de la garganta de Adela, quien, sintiéndose
una zorra completamente humillada y dominada por un macho, mostraba a través
de su minifalda una notable erección en su polla, que había salido de su
delicado tanga en busca de espacio para crecer.
-AAAAAAAHHHH!! ME
CORRRRROOOOOOOOO!!!ARGHHHH!!! PUTAA!! TRAGA, BEBETE TODA LA LECHEEEEE,
ZORRAAAA!!!
Aquellos huevazos
de Paco debían contener una gran reserva de semen, pues los chorrazos eran
muy copiosos, y duraron más de 30 segundo a pleno rendimiento, entre gritos y
gemidos de Paco. Adela, con la cara roja, sin aire, intentaba tragar esa
mezcla espesa y cálida de semen con sus propias babas, pero era incapaz de absorber
toda, y terminaba saliéndose parte entre los labios de Adela y la polla de
Paco. Finalmente, mientras los últimos estertores del pene lanzaban pequeñas
cantidades ya de semen, empezó a salir semen por la nariz de Adela. Al ver,
esto, Paco pareció salir de un trance, y se levanto rápidamente, mientras
Adela intentaba coger bocanadas de aire, entre toses y medio 'vomitando'
parte de los que tenía en la garganta.
Mientras Adela se
recuperaba, Paco no sabía que decir, y hasta que Adela no paro de toser, no
le pidió disculpas:
-Ostias, Adela, lo
siente, de verdad. No sé que me ha pasado, estaba tan excitado, me hacías
disfrutar tanto, que ... lo siento, de verdad.
-No te preocupes
Paco, discúlpame, voy al baño a retocarme.
Adela fue al baño,
se limpio la cara babeada, el maquillaje, recordando lo que acababa de
suceder y todavía con el dolor de mandíbula y el sabor de la esencia de Paco
en su boca. Siempre se excitaba mientras se vestía y maquillaba viendo como
se transformaba en una belleza, y excitada por cómo había calentado hasta el
límite a su vecino, su propia polla estaba a punto de reventar. Se subió la
falda y empezó a acariciarse a través del tanga, para terminar quitándoselo y
masturbándose a toda velocidad. Así empezaron a escapársele pequeños y femeninos
gemidos de placer.
Paco los escuchó y
se asomó por la puerta del baño a interesarse. Allí vio de nuevo la
espectacular figura de una mujer sobre unos taconazos, con piernas esbeltas y
de vértigo envueltas en unas insinuantes medias negras de rejilla, una
minifalda remangada dejando al descubierto un espectacular trasero, redondo,
suave, con unas nalgas que apetecer morder y chupar durante una eternidad,
con una melena rubia cayéndole hasta los hombros, tapados con esa blusa
blanca, mientras en el espejo podía ver parte de ese rostro de viciosa
gimiendo mientras la punta de su lengua sobresalía entre sus dulces y recién
pintados labios.
Paco se acercó con
la polla otra vez en su máxima longitud, y rozó con su punta los glúteos
suaves y firmes de su vecina. Con una mano acariciando su costado, y otra en
sus pechitos sin desarrollar. Empezó a darle besitos por su cuello, mientras
Adela seguía masturbándose y gimiendo.
-Adela, eres
preciosa, no me cansaría de follarte a todas horas, cielo. Que delicia de
culito, y esta piel tan suave... Buff, me pones burro, amor, te voy a matar a
pollazos.
Paco metió la polla
entre las nalgas de Adela , la cogió por las caderas y empezó a restregarse.
Adela se inclino para ofrecer su culazo a su macho, y este se retiró para agacharse,
escupir en el ano de Adela y lubricarlo con los dedos. Enseguida metió dos
dedos, y no pudo esperar más para dirigir la punta de su polla hacia esa
calentita gruta. En dos empujones la tenia medio metida entre los grititos de
placer de Adela, y empezó a culearla más fuerte. Adela dejó su polla, y tuvo
que agarrar el lavabo con ambas manos para que los pollazos de Paco no la
hicieran comerse el espejo.
-Ohhhh, siii!!!
Puta, más que putaa!! Como te gusta que te enculen, no? Sozorra!!! Toma
polla, guarra!!!Dime qué quieres más rabo, puta!! Grita, puta, que yo sé lo
que gusta, cabrona de mierda, calientapollas!!! No querías polla? Toma,
PUTAAAA!!!
Paco la tenia
cogida por la cintura, pero bajo las manos para cogerla por los muslos, pero
pasando los antebrazos por delante de ellos. Así la podía levantar en el aire
mientras se la follaba salvajemente, y Adela solo se apoyaba con sus manos en
el lavabo. Paco se volvía loco viendo la imagen de Adela reflejada en el
espejo, con su peluca, pestañas postizas, maquillaje, lápiz de labios,
pendientes, con los ojos entrecerrados por el placer y la boca abierta
gimiendo a cada estacazo de la polla de Paco.
Después de unos 4
minutos empalando salvajemente a Adela, Paco la apoyo en el suelo, y le dijo
a Adela que se diera la vuelta, la cogió por el culo y la aupó hasta su
polla, mientras Adela cerraba sus piernas envueltas en unas suaves medias alrededor
de la cintura de Paco. Adela se apoyaba sobre el lavabo con sus brazos
estirados hacia atrás.
-Así!! Ahora te voy
a follar mirándote directamente a los ojos, Adelita!! Vas a ver mi cara
cuando te inunde de leche tu culito estrecho de viciosa.
-Si, Paco, hazme
tuya otra vez, reviéntame el culo con ese rabo que tienes. Vuélveme loca de
placer!! Disfruta de la puta que soy!!
Paco se la empezó a
meter de nuevo tras escupirse varias veces en la polla, pues el calor de ese
culo hacia que no se lubricara nada por si solo. La pollita de Adela saltaba
de un lado a otro a cada empujón de Paco, quien enterraba su tranca entera
por el recto de la sodomizada Adela.
Paco gemía,
gritaba, insultaba a Adela, y no podía mirar directamente a la bella cara
maquillada de Adela sin que su cuerpo le pidiera correrse ya ante semejante
belleza. Los gemidos de placer de Adela se convirtieron en grititos de chica
mientras su pollita dura empezaba a soltar pequeños chorros de semen sobre su
abdomen. Esto ya no pudo soportarlo Paco, quien la gritó:
-ADELAAAA!!! ME
CORRROOOO!!! AHHH, TOMA LECHE, GUAPAAAAA!!!! TOMA, ZORRAAA!! TE VOY A LLENAR
EL CULO DE CREMAAAA!!!! AHHH!!!
Con la polla
totalmente enterrada en el ano de Adela, empezó a soltar lefazos potentes de
leche, caliente y cremosa, de sus enormes huevos. Uno, dos, tres, cuatro,
cinco, seis enormes chorrazos de abundante semen fueron sentidos claramente
por Adela dentro de su recto e intestino. Cuando varios espasmos después,
Paco depósito a Adela en el suelo y saco la polla de su culo, empezó a
chorrear se su abierto ano, gran cantidad de semen blanco hasta el suelo
directamente, o a deslizarse por sus piernas y medias. Adela se arrodillo en
el suelo recuperando el aliento, y empezó a lamer la polla de Paco, limpiándole
los restos de semen. Paco le acariciaba el pelo suavemente, calmándose
después del polvo. Adela se levantó, le dio un beso en la mejilla y le dijo:
-Bueno, Paco, son 5
euros, gracias por la visita, ha sido un placer.- mientras su propia polla empezaba
a ponerse morcillona de nuevo. En serio, le volvía loca comportarse como una
verdadera puta.
-Claro, Adela, te
los has ganado. Has sido una anfitriona encantadora y una puta maravillosa.
Comentad el relato
para poder mejorar en el futuro
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